Diputados exhiben una fotografía de Peña y Salinas en San Lázaro.
Foto: Eduardo Miranda
Se trata de las subsidiarias Constructora y Edificadora GIA, del empresario Hipólito Gerard, cuñado del expresidente Salinas de Gortari; Promotora y Desarrolladora Mexicana, de Olegario Vázquez Raña, y Teya, de Juan Armando Hinojosa. Las tres empresas se aliaron con China Railway Construction Corporation (CRCC) para participar en la licitación de la obra.
Constructora Teya tiene un largo historial de obras desde que Enrique Peña Nieto era gobernador del Estado de México.
Según una investigación de Noticias MVS primera emisión, la empresa pertenece al grupo empresarial Higa del empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, que edificó obras públicas emblemáticas cuando Peña Nieto gobernó el Estado de México.
En 2009 ganó un contrato por más de siete mil 38 millones de pesos para edificar, operar y dar mantenimiento al Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango.
Dicha obra fue contratada bajo el esquema de “Proyecto de Prestación de Servicios” y se acabará de pagar hasta el año 2027.
Durante la gestión de Peña Nieto, la Junta de Caminos encargó a Constructora Teya la construcción de obras viales en el Boulevard Aeropuerto, en la ciudad de Toluca, por la que se pagaron 575 millones de pesos. Además se encargó de la rehabilitación de la carretera a Chalma, en el Estado de México, por casi 127 millones de pesos, entre otras obras.
Mezcla Asfáltica de Alta Calidad y Concretos y Obra Civil del Pacífico, otra de las filiales de Grupo Higa, también ganó contratos con la administración mexiquense de Peña Nieto.
También es propietario de Eolo Plus, la compañía que rentó helicópteros y aviones al PRI para la campaña presidencial de Peña Nieto. En total el PRI gastó 26 millones de pesos por ese servicio.
Con su empresa Constructora Teya ahora participará en una de las obras emblemáticas de Peña Nieto como presidente: el tren de alta velocidad México-Querétaro que es uno de los cinco planes del priista para regresar los trenes de pasajeros a la infraestructura nacional.
De acuerdo con el plan se pretende conectar a la ciudad de Querétaro con el Distrito Federal en 60 minutos con trenes que viajarán a unos 300 kilómetros por hora.
La construcción de este tren fue incluido en el noveno de 13 grandes proyectos que Peña Nieto llamó “decisiones presidenciales” el 1 de diciembre de 2012, horas después de tomar protesta.
El miércoles pasado la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dio a conocer que en la licitación de este tren, sólo se recibió una propuesta surgida de un consorcio de empresas chinas y mexicanas, entre ellas Constructora Teya.
Las empresas que integran el consorcio son: China Railway Construction, con sus divisiones corporativa, internacional y mexicana; CSR Corporation Limited; Constructora y Edificadora GIA+A; Promotora y Desarrolladora Mexicana; GHP Infraestructura Mexicana.
El titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, declaró el 15 de agosto pasado cuando inició el concurso, que la inversión estaba calculada en más 40 mil millones de pesos.
El consorcio de empresas entre las que está Constructora Teya presentó su proyecto por 50 mil 820 millones de pesos, es decir, más de 10 mil millones de pesos arriba de lo estimado inicialmente por el gobierno.
Reforma publicó el miércoles pasado que empresas como la española CAF encargada de la construcción de líneas de metro en todo el mundo y otras del miso perfil como la japonesa Mitsubishi, la canadiense Bombardier, la francesa Alstom, la alemana Siemens o las mexicanas ICA y Carso, está última propiedad del magnate Carlos Slim, enviaron cartas para argumentar que fue insuficiente el tiempo otorgado para elaborar sus propuestas.
La SCT respondió que el plazo que se dio, de 60 días naturales, contados del 15 de agosto al 15 de octubre, fue tres veces más grande que el establecido por la Ley, que es de 20 días.
El fallo de la licitación se dará a conocer el próximo 3 de noviembre. La única propuesta presentada, en la que está Constructora Teya, puede ser aceptada o rechazada por la SCT.
Fuente: Proceso| La Redacción