lunes, 30 de mayo de 2011

¿Por qué gobierno e industriales quieren aniquilarnos?, dicen productores de leche

Con mejor pago por litro, habría más lácteo y se requerirían menos apoyos oficiales, señalan

Por tradición familiar y por ser médico veterinario, Víctor Martínez conoce a profundidad la producción de leche en Querétaro. Es integrante de la cuarta generación que se dedica a ordeñar vacas, pero hace dos años tuvo que vender sus 200 reses para afrontar los problemas de cartera vencida. Actualmente sólo tiene 70 animales, todos los días –dice– valora junto con su familia continuar con dicha actividad.

En Jalisco, Ladislao Pérez, también tuvo que vender 70 cabezas de las 120 que integraban su hato para continuar con la producción de leche y carne, actividad heredada desde sus bisabuelos. Hace algunos días, menciona, tuvo que sacrificar una vaca para dar de comer a su familia.

Los altos precios de los granos, energéticos y otros insumos para mantener su actividad productiva han estrechado más su economía, pues requiere al menos 6 mil pesos mensuales para sobrevivir y “no los obtengo”.

Al igual que estos dos pequeños productores, cientos de ganaderos lecheros han sacrificado algunas vacas para que –como ellos explican– “las otras puedan seguir comiendo”. Al igual que Ladislao Pérez, se preguntan “¿por qué el gobierno y los industriales quieren aniquilarnos? ¿Por qué se niegan a pagar 5.80 pesos por litro por este alimento producido en el país, sano, higiénico y de alta calidad?”

A Ladislao se le oye triste cuando dice que el oficio –de ordeñar vacas– es muy noble, pero “siempre ando sin dinero, vivo con muchas limitaciones”. Vía telefónica, comenta que sus vecinos, también pequeños ganaderos, se han visto obligados a vender parte de su ganado, camionetas, tractores y porciones de sus tierras para continuar.

Apunta que una vaca les cuesta 12 mil pesos; en el rastro por ese animal reciben no más de 7 mil 200. “Varios nos hemos visto obligados a sacrificar varias cabezas de ganado. No sabría qué hacer si tuviera que dejar de producir leche y por eso tengo esperanzas de que el gobierno e industriales respondan positivamente a la demanda de incremento del precio, tantos años de lucha no pueden tirarse ni perderse.”

Víctor Martínez considera que si los industriales reconocieran la actividad de los ganaderos con un mejor pago por litro de leche, se elevaría la producción, generarían más empleos y no se requerirían tantos apoyos gubernamentales.
Pero los precios bajos siguen minando a los pequeños y medianos productores. En Querétaro reciben 3 pesos por litro, el año pasado les pagaron 4.80 pesos. “Somos muy trabajadores, hemos logrado abatir costos de mano de obra, cubrir las exigencias sanitarias; ahora que los precios de los granos subieron, es cuando nos pagan menos por litro”, apunta.

Desde hace tres años, pequeños y medianos productores del Frente Nacional de Productores de Leche, Confederación Nacional Ganadera y de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros pugnan por un pago justo. Han efectuado marchas desde sus lugares de origen hacia la ciudad de México; derramado de cientos de miles de litros del alimento; llevado a cabo plantones fuera de los centros de recepción de leche de algunas de las principales industrias; se han reunido con legisladores, directivos de Liconsa y de las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y siguen –como ellos describen– “con la guillotina en el cuello”.

Álvaro González Muñoz expuso que en 2008, los productores dijeron que sacrificarían 10 mil cabezas. Este año, en la mesa del titular de Sagarpa está la propuesta se retirar 500 mil vacas para lograr la rentabilidad que exige el mercado y esperan que Liconsa haga un esfuerzo para procesar más de 100 mil litros diarios de leche para, ya pasteurizada y envasada, venderla a precios 15 por ciento por debajo de los establecidos por empresas como Lala, Nestlé y Alpura, entre otras.

De acuerdo con la Sagarpa, la producción de leche el año pasado fue de 10 mil 700 millones de litros anuales, con los que se cubre 73 por ciento de la demanda nacional. Los productores han insistido en que en cinco años, el país podría lograr la autosuficiencia en la oferta del lácteo, si tienen los precios adecuados. Actualmente, los ganaderos producen de 30 millones de litros diarios.



Fuente: La Jornada