Los canadienses han iniciado un boicot masivo en contra de Estados Unidos por las ofensas de Donald Trump al Primer Ministro Justin Trudeau, informan este día tanto la prensa estadounidense como la de Canadá.
“Los canadienses han comenzado a practicar la diplomacia de bolsillo en defensa del Primer Ministro Justin Trudeau, quien está atrapado en una guerra comercial de palabras con el Presidente Trump, boicoteando los productos estadounidenses y cancelando vacaciones en Estados Unidos”, dice The New York Post.
“Los compradores evitan el bourbon de Kentucky, el vino de California y las naranjas de Florida, y evitan las empresas estadounidenses como Starbucks, Walmart y McDonald’s”, señaló la red canadiense de televisión CTV News.
En Twitter, los hashtags #BuyCanadian (compra canadiente), #BoycottUSProducts (boicotea los productos de EU) y #BoycottUSA (boicotea a EU) se han extendido. Los canadienses quieren darle una respuesta ejemplar a su bravucón vecino del sur.
The New York Post reseña que un hombre de Ottawa publicó un “carrito de compras sin Trump” lleno de productos de Canadá o de “países con un fuerte liderazgo”.
Los turistas dijeron que se quedarían en el norte este verano en lugar de reservar viajes a Estados Unidos.
Newsweek dice esta mañana: “Ahora, los canadienses respondieron boicoteando los productos estadounidenses y cancelando sus viajes a Estados Unidos, el vino, el bourbon de Kentucky, las naranjas de Florida. Son algunos de los productos que algunos canadienses dicen ahora que no comprarán. Mientras tanto, el Twitter canadiense se ha visto inundado de hashtags que instan a los compradores a #BuyCanadian, #BoycottUSProducts y #BoycottUSA. Un hombre incluso twitteó una foto de su carrito de compras ‘Trump free’ lleno de productos canadienses. Las compañías estadounidenses como Walmart y McDonalds también se incluyen en la lista de compañías a ser rechazadas.
Otros medios de Estados Unidos como The Hill reseñan esta mañana el boicot.
Y un usuario de Twitter llamó a “patrióticos estadounidenses” a programar vacaciones en Canadá y aumentar sus compras de productos canadienses.
Trudeau reconoció el apoyo de canadienses individuales durante un evento en el Parlamento a principios de esta semana. “Hay un poco de impulso patriótico en los últimos días”, dijo.
Trump ha maltratado a sus aliados durante el tiempo que lleva su mandato. A México, básicamente, lo ha tratado con la punta del pie. Ha arremetido en contra de los “dreamers”, los que llegaron a Estados Unidos niños y que hicieron su vida allá; la mayoría son mexicanos. Ha impuesto aranceles al acero y el aluminio. Ha ordenado un muro en la frontera común, mientras que su discurso de odio contra los mexicanos se ha acentuado en sus discursos, y en las calles: más y más episodios contra migrantes se ven en restaurantes, hoteles, en los barrios.
El Gobierno de México ha respondido tibiamente. El Presidente Enrique Peña Nieto básicamente ha agachado la cabeza.
Este viernes, Trump anunció un arancel del 25 por ciento a varios bienes importados de China valuados en 50 mil millones de dólares, con lo que escaló una disputa comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
Trump había prometido tomar medidas drásticas en respuesta a lo que él llama prácticas comerciales injustas de parte de China. China ha dicho que tomará represalias en respuesta, aplicando sus propios aranceles a productos y servicios por 50 mil millones de dólares, lo que sacudió los mercados financieros.
El anuncio fue hecho después de que Trump sostuvo una cumbre centrada en asuntos nucleares con el líder norcoreano, Kim Jong Un, y luego de que el mandatario estadounidense pidió a China que mantenga la presión económica contra Corea del Norte.
Trump ya ha aplicado aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de Canadá, México, Europa y Japón, provocando medidas de represalia de esos países aliados de Estados Unidos.
RELACIONES EN RIESGO
Por primera vez en décadas, una de las alianzas más duraderas y amistosas del mundo enfrenta serias tensiones mientras los canadienses _ considerados entre los más amables y educados del planeta _ asumen los insultos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia su primer ministro, Justin Trudeau, y los ataques a las políticas comerciales del país.
Algunos canadienses piden a Trudeau que busque la paz con el mandatario estadounidense. Muchos otros quieren que se mantenga firme aunque Trump intente sacar provecho a su retórica anticanadiense.
Pero hay un consenso generalizado con la valoración del The Globe and Mail, uno de los principales periódicos de Canadá: “Las relaciones entre dos de los aliados más cercanos del mundo está ahora en un punto peligrosamente bajo”.
La chispa de la confrontación no fue solo que Trump sugiriese que los nuevos aranceles contra Canadá están justificados por la seguridad nacional, sino que él y sus principales asesores calificaron a Trudeau como un traidor “débil” y “deshonesto” que merece ir al Infierno.
Para los canadienses, que no rechazan totalmente su estereotipada imagen de discretos y amables, el exabrupto está en las antípodas de su temperamento nacional.
Fuente: Sin Embargo