Dallas. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la agencia de investigación médica de Estados Unidos, comenzaron la segunda fase de pruebas de una vacuna experimental diseñada para proteger contra la enfermedad causada por el virus del Zika.
La vacuna fue desarrollada por científicos del gobierno del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forman parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El NIAID encabeza las pruebas que pretenden inscribir al menos a dos mil 490 participantes sanos en áreas confirmadas o potencialmente infectadas por mosquitos portadores del zika, incluyendo Estados Unidos y Puerto Rico, Brasil, Perú, Costa Rica, Panamá y México.
El primer voluntario fue vacunado el pasado miércoles en el Baylor College of Medicine, en Houston, Texas.
"Nos complace haber avanzado rápidamente una de las vacunas experimentales de NIAID. Esperamos que este estudio produzca información valiosa sobre la seguridad de la vacuna y su capacidad para prevenir la enfermedad causada por el zika", dijo el director del NIAID, Anthony S. Fauci, en un comunicado.
“Una vacuna segura y efectiva (...) es urgentemente necesaria para prevenir los defectos de nacimiento a menudo devastadores que puede resultar de la infección por el virus del Zika durante el embarazo”, indicó.
Los Institutos Nacionales de Salud indicaron que las vacunas experimentales pasaron las pruebas de seguridad preliminares.
El año pasado, cientos de casos de zika fueron reportados en varios países de Latinoamérica y el Caribe.
La mayoría de las personas con infección por zika tienen síntomas leves como fiebre, erupción cutánea, dolor en las articulaciones y conjuntivitis (ojos rojos).
Sin embargo, cuando la infección ocurre durante el embarazo, la mujer puede pasar el virus a su feto, lo que puede dar lugar a una gama de defectos fetales conocidos colectivamente como síndrome congénito de zika.
Actualmente no hay vacuna con licencia para prevenir la enfermedad causada por la infección del zika, que es transmitida por los mosquitos Aedes aegypti.
Fuente: La Jornada