Moscú, Rusia.- El Secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, declaró que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia alcanzaron un punto bajo, debido a la desconfianza y sus diferencias en tópicos internacionales, incluyendo a Siria.
Tillerson hizo ese comentario en una conferencia de prensa en Moscú tras una reunión de más de dos horas con el Presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo en ese país, Sergéi Lavrov, que calificó como muy franca.
“Dije que el estado actual de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia está en un punto bajo”, concedió Tillerson, flanqueado por Lavrov.
“Hay un bajo nivel de confianza entre nuestros países”, siguió.
El principal diplomático estadounidense afirmó que ambas partes entienden que se necesita una mejoría en las relaciones a largo plazo para resolver los conflictos en curso en Siria y Ucrania.
Las tensiones entre Moscú y Washington se desataron luego de un ataque con armas químicas en Siria del que Estados Unidos y otros países culpan al Presidente sirio, Bashar al-Assad, quien es respaldado por Rusia.
El Presidente estadounidense, Donald Trump, respondió a ese ataque lanzando 59 misiles de crucero en una base aérea siria desde la que se cree que se efectuó el bombardeo químico contra civiles.
Funcionarios rusos, incluido Putin, niegan la responsabilidad de Assad.
La tensión entre Estados Unidos y Rusia fue patente en la conferencia de prensa.
Tillerson aseguró que Estados Unidos confía aún en su evaluación de que el Gobierno sirio estuvo detrás de la agresión.
Además, enfatizó la creencia de la Administración Trump de que el liderazgo de Assad está llegando a su fin.
“Esa es una caracterización que el mismo Assad ha provocado”, respondió Tillerson a un reportero que le preguntó sobre los dichos del Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, que afirmó que los ataques de Assad son peores que los de Hitler.
Lavrov, por su parte, llamó a los investigadores de las Naciones Unidas a indagar sobre el ataque químico en Siria, pero negó afirmar que Assad estuviera detrás del mismo.
También dijo que no es el objetivo de Rusia ayudar a remover a Assad del poder. El líder sirio es el aliado más cercano de Moscú en Medio Oriente.
“Remover o expulsar a una persona en particular en esta situación no está entre nuestros objetivos”, explicó.
Fuente: Reforma