VILLAHERMOSA, Tab.- El año pasado el alcalde de Cárdenas, el perredista Abenamar Pérez Acosta, fue acusado formalmente de los presuntos delitos de abuso sexual y corrupción de menores sin que hasta ahora la Procuraduría General de Justicia de la entidad (PGJ) haya hecho el menor intento por detenerlo.
La causa: el funcionario municipal goza de fuero y cuenta con la protección institucional de diputados de su partido.
Harto de la impunidad, Israel Zurita García, padre de la agraviada, una menor de siete años, ofreció una conferencia de prensa en la que presentó como prueba la denuncia iniciada en la PGJ –averiguación previa AP-CAR-IV-446/2013– y reveló el calvario que ha vivido desde entonces para que se haga justicia en este caso.
Relató que Ana Laura de la Cruz, su excompañera, lo abandonó para irse a vivir con el alcalde Pérez Acosta.
Sin embargo, refirió que Ana Laura regresó en dos ocasiones a la casa donde vivieron, que entró por la fuerza y se robó varios objetos, entre ellos documentación importante.
Por esos hechos, Israel presentó denuncia penal y la mujer fue arrestada y recluida en octubre de 2012 en la cárcel municipal Las Palmas por el delito de robo calificado. No duró mucho tiempo en prisión porque fue liberada “por el tráfico de influencias” del alcalde Pérez Acosta.
Durante su estancia en Las Palmas, dijo que Ana Laura gozaba de privilegios, como tener teléfonos celulares, andar bien maquillada y vestida, con zapatillas de tacones altos y no portaba uniforme de interna. “Andaba como si fuera a una fiesta”, recordó el denunciante.
También mencionó que la elegancia que exhibía su expareja era porque, en las madrugadas, el munícipe la visitaba en la cárcel, previo pago de 3 mil pesos a los custodios.
Ante tal situación, Israel dijo que demandó la patria potestad de sus dos hijos y que sólo logró quedarse con la custodia de la niña. Al varoncito, detalló, no pudo tenerlo porque familiares de su expareja se lo llevaron de la escuela.
Ya bajo su tutela, la menor contó los abusos de los que fue víctima por parte de Pérez Acosta, en complicidad con su madre y su abuela materna.
Israel denunció los hechos ante el MP y luego de declaraciones de la niña, valoraciones de médicos legistas y una psicóloga de la PGJ, se consignó el expediente ante un juez por los delitos de pederastia y corrupción de menores en contra de Abenamar Pérez Acosta, Ana Laura de la Cruz Morales y la abuela materna, Guadalupe Morales García.
Ana Laura fue detenida en Cancún, Quintana Roo el 29 de junio y trasladada a Tabasco, pero como el delito de corrupción de menores no es considerado grave, salió bajo fianza con un pago de 65 mil pesos.
Según la valoración psicológica M467 que realizó la PGJ el 3 de agosto de 2013, a través de la Dirección de Servicios Periciales, la menor agredida declaró lo siguiente:
“Que mi mamá me pegaba mucho y cuando mi papá se iba a trabajar, mi mamá se emborrachaba mucho y mi abuelita Lupe le decía que si seguía así, se iba a matar; luego en otros días mi mamá tenía un novio, un señor que se llama Abenamar, que es doctor. Ellos se besaban en la boca y se ponían a emborrachar, esto también lo sabe mi hermano porque llegaban a la casa y se ponían a tomar y un día nos encerraron, pero mi hermano abrió con una cuchara y fue que vimos a mi mamá besándose con don Abenamar”.
En la prueba pericial consta también que la menor declaró que “se ponían a tomar con doña Mary y la maestra Nidevia y mis tías, que luego Abenamar la besaba en la boca y la abrazaba fuerte. “Mi mamá me decía que yo lo besara y que le dijera ‘papá’, pero yo no quería porque mi papá es Israel, y una vez me dijo mi mamá que me moviera sexy y fue que ese señor me abrazaba a la fuerza y fue cuando me tocó mis pompitas, y a fuerza me besaba en mi boca y a fuerza me sentaba encima de él.
“Se lo dije a mi abuelita Lupe y ella me dijo que yo me tenía que portar bien con ese señor, porque él nos iba a dar dinero y empezó a hablar cosas feas de mi papá, así como habla mi mamá mal de él, y un día que no dejé que me tocara don Abenamar, me pegó en mi mano, por eso yo no quiero vivir con mi mamá. También ese señor le daba dinero a mi mamá y decían que le iba hacer daño a mi papá”.
Israel sostiene que la mamá de la niña y su familia sabían todo, “pero como el señor tiene poder y dinero, y son gente que nunca han tenido nada, vieron que ahí tienen la oportunidad de tenerlo a costa de mi hija y de mi hijo”.
Y mencionó que este caso lo hizo del conocimiento del gobernador Arturo Núñez, del DIF-Tabasco, Secretaría de Gobierno y Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), solicitando su intervención para que se haga justicia.
Además, denunció que ha recibido amenazas del asesor jurídico del alcalde, Marco Hernández de la O.
El quejoso también pide que la Procuraduría estatal actúe en contra de Pérez Acosta, dependencia que no ha podido proceder por el fuero que ostenta el edil y la protección que le brindan los diputados perredistas, quienes son mayoría en el Congreso, entre ellos la presidenta de la Junta de Coordinación Política, Neyda García Martínez, así como Rafael Acosta León, Alipio Ovando Magaña y Francisco Cabrera Sandoval.
Fuente: Proceso| ARMANDO GUZMÁN