lunes, 17 de junio de 2013

Hasta la madre. Circo negro panista. Manlio contra Madero. ¿Coartada en BC?

El PAN está atrapado en una penosa riña por cargos y dineros que cada vez se vuelve más escandalosa. El senador chihuahuense Javier Corral, quien sobrevivió políticamente a pesar del terrible desafecto del calderonismo en su contra, ha señalado que desde el Senado se desviaron recursos públicos para favorecer a allegados de quien hoy gasta el tiempo en una difusa beca de ocasión en la Universidad Harvard. Puso de ejemplo al cuñado de Felipe Calderón, Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, al que calificó de ser un aviador que tenía acceso a créditos con recursos de la bancada: ganaba aquí y en la mesa directiva del Senado, que preside Ernesto Cordero (nota de Andrea Becerril y Víctor Ballinas: http://bit.ly/16wibA5 )./

Zavala respondió que no es un aviador, que cobra 76 mil pesos mensuales por asesorar a Cordero y que es Corral quien es un vividor al que “le hemos pagado más de 21 millones de pesos (http://bit.ly/19ck0Df ). El hermano de Margarita, la ocupante de Los Pinos en el sexenio pasado, dijo además que el PAN está podrido a causa de los pleitos internos por el dinero, por las candidaturas plurinominales y por reciclar basura política como Ernesto Ruffo, que es un hombre incluso mezclado, él y su familia, en cuestiones de narcotráfico (http://bit.ly/169R2lH ). El au­torizado diagnóstico de Zavala (quien ha participado largamente en política partidista en consonancia con su cuñado Felipe) señala que lo que se está viviendo en Acción Nacional es un pleito de poder descarnado, un espectáculo muy lamentable que hemos dado los panistas y estamos haciendo un circo, del cual el payaso número uno es Javier Corral, pero el empresario del circo es Gustavo Madero.

Las funciones del circo de blanco y azul, con embarradas de negro profundo entre su elenco, continuarán hoy, cuando se realice una reunión extraordinaria del comité nacional del PAN, en la que los anticalderonistas propondrán formalmente que se realice una auditoría especial a la gestión de Ernesto Cordero como coordinador de la bancada panista en el Senado. El grupo felipista, que es mayoría porque el michoacano se esforzó en colocar a sus cercanos en esa cámara, tratará de forzar cambios reglamentarios que aten de manos a Jorge Luis Preciado, el sucesor gusmaderista de Cordero, tanto en asuntos políticos como en el manejo de los dineros.

Madero, por su parte, trata de centrar la atención de sus correligionarios en lo electoral, en busca de mantener una tregua interna que en realidad le ayudaría a consolidar a Preciado y a él mismo. Decidido a asumir una figura de brioso defensor de los intereses panistas, el dirigente oficial del PAN se lanzó en Quintana Roo contra la fi­gura que le ha permitido sostenerse en el mando partidista y resistir los embates del felipismo: el PRI. A pesar de que está entregado a los intereses del peñismo a través del Pacto por México, Madero dijo en Isla Mujeres: ya queremos que se vayan estas mañas del PRI en todo México, empezando por Quintana Roo, ya nos tienen hasta la madre. Vamos a salir a votar y que se oiga que ya nos tienen hasta la madre.

La sonora postura del panista fue retomada en Baja California por el sonorense Manlio Fabio Beltrones: Estoy seguro de que quienes posiblemente pueden estar hasta la madre de él son los del PAN y eso ya es muy popular, dijo el consolidado jefe de una de las cámaras que han sido desplazadas de su clásico carácter central de negociación y decisión por los arreglos de dirigentes partidistas en el Pacto por México. El priísta Beltrones golpeaba desde Tijuana a Madero, a pesar de que es pieza destacada de la operación del pacto tan valioso para Enrique Peña Nieto (o justamente por ese carácter destacado) y al aprovechar la puerta de las contradicciones abierta por Madero, se coló en el pleito interno de los panistas al evidenciar los problemas del pactista en su casa.

Beltrones estuvo en Baja California como parte de una caravana priísta que trasladó allá el sesionar de su comisión permanente y realizó actos de proselitismo con visitantes nacionales para tratar de demostrar que hay pleno apoyo al candidato a gobernador, Fernando Castro Trenti, y que son infundadas las versiones de que Los Pinos mantendrá esa plaza en poder del PAN para darle oxígeno a Madero y evitar que los calderonistas lo ultimen tachándolo de derrotado electoral. Tanta enjundia también podría ser (al estilo del primer salinismo, que daba aparatosos apoyos envenenados a quienes luego sacrificaría) una coartada concebida para dar paso al panista Francisco, Kiko, Vega de la Madrid (EPN, como es sabido, no lamentaría demasiado la derrota en BC, pues el candidato Castro no es de su grupo, sino del de Beltrones, y tendría material propagandístico suficiente para dibujarse como un demócrata que es capaz de aceptar la derrota de su partido).

Astillas

La fama internacional de las telenovelas realizadas por Televisa sufriría daño profundo si Andrés Granier escribiera sus libretos. Mal manejo de actores, foros acartonados, tramas sin suspenso, escenas, voces impostadas y desenlaces previsibles. El fondo del asunto es que Los Pinos protege al químico financista y para evitar que el compadre perredista le eche el guante en territorio estatal, mantiene a Granier en el Distrito Federal, bajo arraigo-protección de la Policía Federal, sujeto a un proceso en la capital del país cuyo desahogo le impedirá ir a la de Tabasco, atrincherado hospitalariamente a partir de diagnósticos médicos acomodables y esperanzado en que pase el tiempo en tanto la memoria colectiva va olvidando y arreglos políticos por venir suavizan las cosas... Y, mientras continúa el tanteo peñista en busca de que en septiembre próximo el informe de gobierno pueda ser presentado por el ex gobernador del estado de México en el Palacio Legislativo de San Lázaro, con modernizado formato de participaciones de representantes de los partidos pero con la idea de que el retorno priísta al Poder Ejecutivo incluya la tribuna camaral perdida con el panismo, ¡hasta mañana!





Fuente: La Jornada | Julio Hernández López