La explotación que realizan algunas mineras en el país recuerdan, con sus particularidades, el drama africano de la explotación del mineral conocido como coltán, relacionada con conflictos bélicos que han implicado casi cuatro millones de muertes, desde 1997. En esa guerra, la compra de armamento es financiada por la explotación de citado mineral. Y es que “a río revuelto, ganancia de mineras”. La existencia de violencia y delincuencia desenfrenadas convierte estos territorios en “tierra libre” para la explotación de minerales.
¿Qué sucede en Michoacán? La siguiente información fue proporcionada por el médico José Manuel Mireles Valverde vía telefónica, por correo electrónico y a través de la entrevista que le realizaron Francisco Mendoza y Juan Ramírez, de la estación de radio “wradio690am” de Los Ángeles, Estados Unidos. Mireles forma parte del Concejo Ciudadano de Autodefensa de Tepalcatepec y es funcionario del sector salud de esa localidad.
La Minera del Norte, subsidiaria de Altos Hornos de México, S.A. de C.V., “… financia o apoya económicamente a la organización criminal de “Los Caballeros Templarios”… ” (sic), a quienes les pagaría con el pretexto de recibir su protección.
Mireles refiere que el pasado 7 de junio en Tepalcatepec, Michoacán, se celebró una reunión en las oficinas de la Minera del Norte, en la que participaron comisionados financieros (Daniel Valdovinos y Sergio Betancourt), un alto funcionario de la empresa (de nombre Carlos Antonio, sin precisar apellido) y el Concejo Ciudadano de Autodefensa de Tepalcatepec.
Ahí se les habrían informado los representantes de Minera del Norte al Concejo, que la citada empresa paga a “Los Caballeros Templarios” dos dólares por tonelada de mineral que extrae de las minas de Tepalcatepec, realizándose una extracción de diez mil toneladas por semana. Mireles menciona que de las minas de Arteaga, Michoacán, se extraen cinco mil toneladas diarias, pero allá se pagan seis dólares por tonelada porque el mineral es de mejor calidad y porque ahí se encuentran asentados los principales jefes de esta agrupación criminal.
Haciendo cálculos por mes y por año del dicha cuota por protección que eroga la Minera del Norte y que serviría de financiamiento al crimen organizado, los números obtenidos son estratosféricos y escandalosos (véase el siguiente cuadro).
A Mireles no le extraña que esta organización criminal con tal capacidad económica, tenga el poder de cooptación que permea hasta altos niveles de gobierno y mandos militares de la zona, ni que posea armas modernas que no le ha visto al Ejército. Estas armas, dice, las usan los delincuentes para atacar a la población indefensa.
De acuerdo a Mireles “… en esta reunión se les pidió [a los representantes de Minera del Norte] que ya dejaran de apoyar económicamente al crimen organizado”. Comenta que éstos se negaron rotundamente argumentando razones de seguridad personal y familiar, por lo que el Concejo Ciudadano de Autodefensa en pleno, decidió cancelarles por tiempo indefinido todas sus operaciones en las minas de la región (extracción del mineral, molido del mineral, almacenamiento y transporte del mismo hacia Monclova, Coahuila de donde lo envían a Canadá).
En comunicación telefónica, José Manuel Mireles señaló que después de esta acción, los representantes de la empresa Minera del Norte trataron de amedrentar al Concejo argumentado que de cualquier manera ellos iban a seguir explotando la mina.
Ante ello, de acuerdo al entrevistado, una comisión visitará Washington, D.C., con el fin de informar al gobierno del país vecino del norte de esta situación. Dice que es ahora cuando se tendrían que obtener los beneficios de la coyuntura que representa el hecho de que el gobierno estadounidense haya clasificado a “Los Caballeros Templarios” como “narcotraficantes peligrosos y enemigos de los Estados Unidos”. Barack Obama “…debe saber que esta empresa [Minera del Norte] está apoyando a estos criminales, para que tome cartas en el asunto y proceda conforme a sus políticas internacionales contra todas las empresas que colaboren con el crimen organizado” (sic).
Pero lo contradictorio es que “Los Caballeros Templarios” empezaron como narcotraficantes y terminaron como extorsionadores. Encontraron en esta actividad una manera más fácil y menos problemática de obtener ingresos. Son ahora los narcotraficantes de la zona quienes en muchas ocasiones están pagándoles por protección y por “piso”.
Recientemente se ha registrado el surgimiento de al menos dos grupos más de guardias comunitarias en la región costera de Michoacán, hacia donde se estaría replegando el crimen organizado expulsado de la Tierra Caliente. Dichas guardias también tendrían los objetivos de librarse de la opresión de la delincuencia y de frenar el saqueo de empresas mineras como Ternium, cuya presencia en la zona ha ocasionado disputas hacia el interior de las comunidades indígenas por las regalías derivadas de la explotación de mineral en sus tierras (La Jornada Michoacán, 14 de junio del 2013). Además de que, como ocurrió en la Tierra Caliente, se le acusa a esta empresa minera de estar coludida con el crimen organizado.
Para el gobernador interino Jesús Reyna García, el estado de Michoacán está en calma y los grupos de autodefensa se han “esfumado” (Milenio, 16 de junio del 2013). Pero el “monstruo” –como llama despectivamente a las autodefensas y policías comunitarias el Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública del gobierno michoacano, Armando Ballinas Mayés, (La Jornada Michoacán, 3 de junio del 2013)–, sigue vivito, coleando, irreverente y en pleno ciclo reproductivo.
Fuente: Sin Embargo | Pablo Alarcón Cháires