El ex canciller consideró que las medidas aprobadas en la reciente enmienda de la reforma migratoria, como el sellamiento de la frontera, es un acto "muy poco amistoso", lo que hacen países enemigos, "lo que hace Corea del Sur y del Norte, no Francia y Alemania".
El ex canciller mexicano, Jorge Castañeda, aseguró que con la enmienda de la reforma migratoria aprobada por el Senado de Estados Unidos, con lo que reforzará el control de su frontera, el país gobernado por Barack Obama actúa como si México fuera su enemigo, no su aliado.
En entrevista para la primera emisión de Noticias MVS, dijo que a México le conviene que la “reforma migratoria” tenga la “enchilada completa”, que contemple no sólo la legalización de los indocumentados en EU -entre ellos 7 millones de mexicanos- sino también la apertura de “puertas” para los migrantes.
Sostuvo que a pese a la ampliación del muro fronterizo -inversión que consideró como dinero “tirado a la basura”- Estados Unidos puede abrir más puertas y poner más “timbres” para legalizar el flujo migratorio, lo que le convendría a nuestro país.
“No importa que haya un muro, una pared, si hay una puerta grande para mexicanos”, expuso.
Dijo que se debe asegurar que flujos futuros de migrantes lo hagan con papeles, no sin papeles, “para crear un nuevo universo, esto es lo que no hay que perder de vista”.
Castañeda indicó que lo que está sucediendo ahora en el Senado de EU sólo asegura el sellamiento de la frontera y la documentación de quienes están ilegalmente en EU, pero no la ampliación del número de visas.
“Al día de hoy, la reforma que se va a votar en senado contempla número muy pequeño de visas, número insuficiente, 20 mil visas“, señaló.
El ex canciller consideró el sellamiento de la frontera como un acto “muy poco amistoso”, lo que hacen países enemigos, “lo que hace Corea del Sur y del Norte, no Francia y Alemania”.
En cuanto al número de visas, estimó que se necesitan unas 300 mil para personas que buscan trabajar temporalmente en Estados Unidos.
EPN debe pronunciarse
Jorge Castañeda sostuvo que el debate de la reforma migratoria de Estados Unidos es un tema que compete a México por lo que el gobierno de Enrique Peña Nieto debe pronunciarse.
“Nunca estuve de acuerdo en postura de no meterse, diciendo que es asunto de EU, no lo es, involucra a miles de mexicanos… creo que deben pronunciarse, debe ser un pronunciamiento muy claro, no estridente, no ofensivo, no agresivo”, apuntó.
Reiteró que entre países aliados no se recurren a medidas de este tipo y si deciden tomarlas, se deben de compensar, para demostrar que no es un “acto hostil”; “no comprendería que sellen la frontera y no permitan si quiera que se incremente el número de entradas a EU”, aseveró.
Sostuvo que el gobierno de México debe tratar de incidir en la votación del Senado estadounidense y luego en la cámara baja para que no “salgan sorpresas como la enmienda, de la que apenas se supo el jueves de la semana pasada”, la cual contempla mayor control fronterizo.
Refirió que hasta el gobierno de Guatemala ha cabildeado la reforma migratoria, pero desconoce si México lo ha hecho.
Por último, sostuvo que el gasto para sellar la frontera es un “despilfarro monumental” -en referencia al gasto de más de 30 mil millones de dólares-, con el que sólo le dan garantías a la ultraderecha estadounidense de que se va a sellar la frontera, pero es una “enorme cantidad de dinero que en buena medida se va a tirar a la basura, porque mucho de esto no va a ser viable, en muchas comunidades no van a querer cerca o muro”.
Además, mencionó que se debe establecer si después de la reforma migratoria habrá más deportaciones o una amnistía que permita que todos los que están allá puedan irse documentando, lo que la Secretaría de Relaciones Exteriores debiera comenzar a prever.
Aquí la entrevista de esta mañana.