En cinco años, la Dirección de Medios de Comunicación del Instituto Nacional de Antropología e Historia gastó alrededor de medio millón de pesos. Las actividades financiadas con dinero público van desde asistir a reuniones para organizar conciertos dentro de zonas arqueológicas hasta visitas guiadas para las concursantes de Miss Universo. Con cargo al erario, el equipo de Medios del Instituto pagó consumo en bares, tiendas Oxxo y carnitas. No obstante, no hay documentación que compruebe el gasto de alrededor de 127 mil 968 pesos. Facturas duplicadas, borrosas y canceladas, entre las irregularidades.
En cinco años, la Dirección de Medios de Comunicación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) comprometió 520 mil 817 pesos en viáticos.
Entre 2007 y 2011, Gilberto Meza de la Torre, Ana María Galicia Zamora, Paloma Sáenz de Miera Juárez, Guillermina de Jesús Escoto Garduño, Emilio Alfonso Gregorio Cantón Esparza, Juan Arturo Méndez Germán, Víctor Rubén Arizmendi Elizalde, Héctor Montaño Morales, Jorge Noé Blando Quintana, Alma Luisa Olguín, Laura Romero Gómez, Lauro Gaspar Gutiérrez, María del Carmen Mondragón Jaramillo, Isauro Julio Guzmán Espinosa y José Alberto Mejía Hernández realizaron 111 viajes nacionales.
De acuerdo con los oficios de comisión firmados por Alfonso de Maria y Campos Castelló, director general del INAH, y expedidos por el área administrativa de la Dirección General del Instituto, para las comisiones se aprobó una erogación por 520 mil 817 pesos tan sólo para el titular del área; sin embargo, únicamente se entregaron comprobantes por 392 mil 849 pesos.
En el expediente –del que Contralínea posee copia– no se acredita con facturas o comprobantes el gasto de 127 mil 968 pesos. Además de la falta de documentación, entre las irregularidades se cuentan la duplicación de facturas, comprobantes borrosos y cancelados.
Las “prioridades” del Instituto
Solicitados a través de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, los comprobantes por concepto de viáticos del área de Comunicación de la dependencia dan cuenta de las “actividades” que realiza la institución, dentro de las cuales se enlista la promoción de conciertos dentro de zonas arqueológicas, espectáculos de luz y sonido y paseos guiados a concursantes de belleza.
La institución, por mandato de ley, está obligada a proteger y conservar el patrimonio arqueológico (los bienes muebles e inmuebles, producto de culturas anteriores al establecimiento de la hispánica en el territorio nacional, así como los restos humanos, de flora y fauna relacionados con esas culturas) e histórico (muebles e inmuebles de los siglos XVI al XIX) de la nación.
Los documentos también evidencian que el personal administrativo del INAH es asiduo cliente de cantinas y bares; vehemente comensal en locales de carnitas, barbacoa y taquerías, y comprador “compulsivo” en tiendas de autoservicio: todo a cargo del erario.
En abril de 2007, 12 personas viajaron a Xochicalco, Morelos para asistir a los medios de comunicación que cubrirían la nueva “iluminación” del sitio, indica el oficio de comisión. En la “tarea” el equipo de Comunicación gastó, al menos, 6 mil 751 pesos en comidas y hospedaje.
La “iluminación” a la que se hace referencia es un espectáculo de luz y sonido dentro de la zona arqueológica por el que se cobra 170 pesos la entrada. El show es similar al espectáculo que se pretendía montar dentro de Teotihuacán y que se logró cancelar luego de querellas judiciales y severos señalamientos de expertos e investigadores que argumentaron no sólo daños a las estructuras de la antigua ciudad roja, sino también que dicho uso comercial es ilegal.
Sergio Gómez, arqueólogo adscrito al INAH que ha trabajado por décadas en la zona arqueológica de Teotihuacán, ha denunciado insistentemente la grave erosión que causa a las estructuras prehispánicas el turismo masivo que genera el solsticio de primavera, fenómeno arqueológico-astronómico que atrae cada 21 de marzo a miles de personas a las pirámides.
No obstante, en 2007, el Instituto envió a nueve integrantes del área de Comunicación a Teotihuacán, Estado de México, para supervisar “el evento del 21 de marzo en la zona arqueológica”. Éstos alquilaron tres habitaciones king size y tres habitaciones sencillas en el hotel Posada Sol y Luna Teotihuacán, un hotel familiar con capacidad para hospedar a 47 personas. La cuenta por 2 mil 340 pesos fue cargada al erario.
Para trasladarse a Hermosillo, Sonora, en marzo de 2007, el Instituto Nacional de Antropología aprobó 3 mil 600 pesos para la estancia de cuatro días del entonces director de Medios de Comunicación, Gilberto Meza de la Torre, más 6 mil 522 pesos por concepto de transporte. Entre las facturas entregadas por el exfuncionario se encuentra una del motel El Camino, por 700 pesos.
La visita guiada en Palenque para las concursantes de Miss Universo fue en mayo del mismo año. Para ello, la administración del INAH aprobó erogar 4 mil 960 pesos en viáticos, incluido el transporte, para el director de Medios de Comunicación.
En el oficio de comisión 207 se anexan cinco facturas idénticas, todas llevan el número de folio 104795 y están fechadas el 4 de julio de 2007. Corresponden al restaurante Los Almendros. La cuenta en el mesón yucateco fue de 671 pesos. En dicha comisión, Gilberto Meza de la Torre fue enviado a Yucatán y Quintana Roo para coordinar a la prensa en su cobertura de Las Nuevas Maravillas del Mundo. Para ello, el directivo contó con 900 pesos diarios destinados a sus comidas.
Investigadores, arqueólogos e historiadores han denunciado públicamente el uso de los sitios como escenarios para películas, catálogos, certámenes de belleza o concursos, como Las Nuevas Maravillas del Mundo, como una forma de tergiversación del uso de los bienes arqueológicos e históricos, mismo que la Ley Federal de Monumentos de Zonas Arqueológicos e Históricos y la Ley General de Bienes Nacionales prohíbe.
Los hechos forman parte del documento Memorial de agravios, elaborado por investigadores, historiadores, conservadores, arqueólogos y arquitectos del Instituto Nacional de Antropología, y engrosan el legajo de denuncias y demandas de carácter penal que los mismos han hecho frente a lo que dicen “es una política de destrucción de los bienes nacionales”.
Comidas habituales en bares y cantinas
Las facturas, de las cuales Contralínea posee copia, también revelan que el equipo de Comunicación del INAH es habitual comensal de bares y cantinas. Dentro del legajo se pueden encontrar facturas de Pancho’s, un restaurante bar en Mérida, o La Parranda, restaurante y cantina en la misma ciudad. Adonde regresaron el 13 de julio de 2007 para coordinar a los medios de comunicación en el encuentro de la astronomía maya y la ciencia espacial, de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio estadunidense.
En Monterrey ingresaron a El Botanero Santa Lucía, un bar. Ahí, el 19 de septiembre de 2007, Gaby, Laura, Ana y Emilio gastaron 739 pesos. El mismo día El Botanero expidió otra factura por 895 pesos. Sobre el comprobante se pueden leer los nombres escritos a mano de Emilio, Mauricio, Ana, Alma, Laura y Carmen.
En septiembre de 2008, para la organización y logística de la conferencia de prensa e inauguración de la exposición Teotihuacán de los dioses, Gilberto, Julio y Ana cargaron a cuenta del erario una comida en el restaurante-cantina La Divina por 686 pesos.
En 2008, Gilberto, Ana, Rogelio y Héctor consumieron 1 mil 465 pesos en Sayago, un bar en Morelia, Michoacán. A la entidad viajaron de comisión para “asistir a la conferencia de prensa para atención con los medios de comunicación, supervisar el registro de imagen de los museos regionales y realizar recorridos en las zonas arqueológicas de Tzintzuntzan”, según consta en el oficio.
En una reciente movilización de investigadores y académicos del INAH –que mantuvo tomado por más de un mes el Museo Nacional de Antropología e Historia– se denunció públicamente que sobre una de las plataformas prehispánicas de la zona arqueológica de Tzintzuntzan funcionarios del Instituto aprobaron la construcción de un museo “que destruye y adultera el significado histórico-natural del sitio y violenta las normas que protegen los bienes arqueológicos e históricos de la nación”.
Botanas, refrescos y chocolates
A los oficios de comisión incluso se anexan facturas y comprobantes de minisupers. Tal como lo comprueba la factura 2603 del Mini Super Jr por 641 pesos. La tienda de autoservicio se ubica en Nuevo León. A la entidad se trasladaron los funcionarios para la inauguración del Fórum Universal de las Culturas Monterrey 2007 y para hacer un recorrido por algunos municipios.
En marzo de 2008, el equipo de Comunicación del INAH viajó a Jalisco para asistir a la inauguración del museo Agustín Rivera de Lagos de Moreno, hacer recorridos en las zonas arqueológicas y reunirse con sus directores. Durante la comisión se cargó a la cuenta pública una factura del Oxxo por más de 130 pesos. Bebidas Gatorade, papas, chocolates, pistaches y galletas fueron pagados con dinero público.
Dentro de los comprobantes entregados para justificar un viaje a Morelia en agosto de 2011 se incluye una factura del Oxxo en la que consta que se compró agua embotellada, papas Sabritas, donas y café con cargo al erario.
La ilegalidad de los conciertos
Descrita en los libros del Chilam Balam, Chichén formó parte central de la cultura maya que se desarrolló en Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Aunque la Ley Federal de Monumentos de Zonas Arqueológicos e Históricos y la Ley General de Bienes Nacionales lo impiden, la ciudad sagrada se emplea como foro desde 1997.
Sin que las ganancias sean retribuidas a la zona para su conservación, o a las poblaciones colindantes para su desarrollo, en el sitio se han presentado Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Sarah Brightman y Elton John. El promotor de los conciertos es el Patronato de la Unidad de Servicios Culturales y Turísticos del gobierno de Yucatán (Cultur), donde confluyen autoridades locales y empresarios del ramo turístico, órgano que, además, en 2010 compró 83 hectáreas en Chichén Itzá –de las cuales 45 corresponden a la zona con mayor concentración de vestigios– a Hans Jurgen Thies Barbachano.
Pese a las críticas y en contra de los intereses de la institución, en abril de 2010, Julio César Castrejón Dorantes se trasladó a Mérida, Yucatán, para asistir a las grabaciones y entrevistas con medios nacionales y extranjeros con motivo del concierto de Elton John en la zona arqueológica de Chichén Itzá. Además, en marzo del mismo año el servidor público fue comisionado a Mérida para una “reunión de trabajo del INAH y el patronato Cultur”.
En Campeche, Julio César Castrejón asistió el 17 de enero de 2011 a una reunión con el secretario de Cultura y participó en la organización de la logística para el concierto del tenor Ramón Vargas, que se realizó en la zona arqueológica de Edzná.
La refinería
El 22 de junio de 2010, Castrejón se trasladó a Pachuca, Hidalgo, para asistir a una conferencia de prensa con Alfonso de Maria y Campos, titular del INAH; Alonso Lujambio, entonces secretario de Educación Pública, y Georgina Kessel, entonces secretaria de Energía, en la que se abordó el tema de la construcción de una refinería en Tula, Hidalgo.
El 12 de mayo, el INAH confirmó la existencia de vestigios arqueológicos en 50 hectáreas del predio donde se construye la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex). El hallazgo no frenó la obra, tal como lo declaró el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, al comparecer ante comisiones en el Senado de la República.
“Se encontraron vestigios arqueológicos en la zona […]. Y se acordó con el INAH llevar a cabo los trabajos de rescate y protección que no afectaran de ninguna manera el tiempo de ejecución […]. La refinería va y va a tiempo pues es el compromiso del presidente [Felipe] Calderón, del gobierno de Hidalgo y de Pemex”, dijo.
Tal como lo documentó Contralínea, durante su gestión al frente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (2006-2012) Alfonso de Maria y Campos ha realizado 67 viajes tanto nacionales como internacionales, los que implicaron gastos por alrededor de 296 mil pesos en hoteles y comidas.
Para la realización de este trabajo se solicitó entrevista con Paloma Sáenz de Miera Juárez, actual directora de Medios de Comunicación del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Al cierre de edición, no se obtuvo respuesta.
Fuente: Contralínea