NECAXA, PUE.- Por considerar que atenta contra los intereses del pueblo y representa un paso atrás en los derechos conquistados por los trabajadores el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) rechazó la reforma laboral que se discute en la Cámara de Diputados.
Mediante un documento en el que llaman a constituir una nueva central obrera, el SME detalló las medidas que significan un retroceso, asegurando son inconstitucionales y violatorias de los convenios laborales, firmados por México con la Organización Internacional del Trabajo.
La llamada contrarreforma laboral tiene el objetivo, se señaló, de que los obreros trabajen más por menos y cada vez en peores condiciones. “Por desgracia, ya hasta nos hemos acostumbrado a ello”.
En el planteamiento, hay un señuelo que “consiste en hablar de trabajo decente, igualdad de género, modernización procesal y de conceptos como dignidad en el trabajo y productividad, cuando sus efectos reales generarían más precariedad e incapacidad para construir relaciones laborales sustentadas en una negociación colectiva auténtica”.
El gremio electricista indicó que de aprobarse la propuesta “en su primer empleo los jóvenes estarían condenados a periodos de prueba, de hasta seis meses, después de los cuales pueden ser despedidos sin derecho alguno”; además de que la subcontratación (outsourcing) significa “la vil servidumbre, pues un patrón nos contrataría para servir a otro y con esto poder rebajar nuestro salario, privándonos de prestaciones sociales, jubilaciones y sindicatos fuertes. Se trata de legalizar lo ilegal”.
El planteamiento que pretenden convertir en ley, señaló, facilita el despido de los trabajadores y en caso de ganar la demanda laboral, sólo podrían cobrar un año de salarios caídos, cuando los juicios pueden durar cinco o siete años como ya sucede en la actualidad.
Además de que la contratación por horas, por las que se pagarían entre ocho y nueve pesos por cada 60 minutos de labores, otorga a los patrones la posibilidad de pagar salarios menores al mínimo.
Por ello, llamaron a la movilización de la población, para impedir “la aprobación de estas perversas reformas que nos regresarían a la época del porfiriato; pero también a formar sindicatos auténticos, democráticos e independientes, para enfrentar la avaricia patronal y su decisión de destruir conquistas laborales que costaron miles de vidas”.
Los trabajadores en resistencia de la extinta Luz y Fuerza, convocaron al sindicalismo “democrático e independiente” a constituir en una sola central de trabajadores, organizada por sector y rama industrial a nivel territorial.
Fuente: Radio Expresión