Enojo e indignación por la traición perpetrada por diputados de PRI, PAN y PVEM
Miles de trabajadores de los sindicatos independientes del país cercaron ayer la Cámara de Diputados enmedio de enojo, indignación y repudio, para denunciar que los legisladores se han convertido en verdugos del pueblo al aprobar la reforma laboral presentada por el presidente Felipe Calderón.
Gremios de corrientes como el Frente Sindical Mexicano, Coordinadora de Sindicatos Universitarios, Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal y de estados como Morelos y Michoacán, además de la Unión Nacional de Trabajadores y el Frente Auténtico del Trabajo, acordaron comenzar una segunda etapa de movilizaciones en la que endurecerán las protestas y anunciaron que este viernes desde las 9 de la mañana volverán a San Lázaro.
También llamaron a realizar paros, bloqueos y a construir una nueva alianza obrera para responder a la infame embestida que perpetraron ayer los legisladores de PRI, PAN y PVEM al aprobar una iniciativa salvaje en contra de los trabajadores.
Mientras en el recinto legislativo la Comisión de Trabajo y Previsión Social discutía las particularidades de la iniciativa de reforma laboral, afuera todo el día se mantuvo el plantón; los sindicatos universitarios, entre ellos el Situam, pernoctaron ahí desde el martes.
En ese ambiente se llevó a cabo un mitin-maratón desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 18 horas, en el que participaron un sinnúmero de voces sindicalistas y también llegaron diputados de PRD y PT.
Para impedir el ingreso de los legisladores a la sesión, desde temprana hora jóvenes del movimiento #YoSoy132 y trabajadores se acostaron en el piso de las principales entradas al recinto. Lograron parcialmente su propósito, porque los diputados tuvieron que realizar diversas maniobras para entrar; incluso la diputada Rosa Elba Pérez, del PVEM, se disfrazó de policía para introducirse.
La movilización remató con la llegada de la marcha que partió del Monumento a la Revolución organizada por el Frente Sindical Mexicano. Participaron integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y las secciones 9 y 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), entre otros.
A pocos minutos de haber comenzado el mitin central y con las calles Congreso de la Unión –cerrada todo el día– y Emiliano Zapata colmadas de trabajadores, camiones, carpas y mantas de protesta, sobrevino una tromba con granizo y viento que inundó las avenidas hasta la estación del Metro Candelaria.
Pero esto no fue suficiente para ahuyentar a los manifestantes que, empapados y chorreando agua, gritaban a todo pulmón: ¡Ni el agua ni el viento pararán el movimiento! Pese al aguacero, los discursos siguieron y el ánimo no decayó. Ni Tláloc nos va a detener, gritaban algunos trabajadores que poco antes lanzaron potentes cohetones. Es la voz de la indignación contra los diputados traidores, coreaban otros.
Por los dos templetes pasaron decenas de líderes sindicales quienes manifestaron en todos los tonos la protesta contra esta reforma, que hará de los trabajadores esclavos de los patrones. Al leer la lista de los 21 diputados de PRI, PAN y PVEM que votaron en favor del dictamen que avala la reforma laboral, se dejó escuchar una cascada de mentadas de madre.
Agustín Rodríguez, líder del Stunam, criticó la decisión criminal de avalar una iniciativa que cercena los derechos de los trabajadores, y llamó a no dar tregua a los legisladores traidores de la clase trabajadora.
Artemio Ortiz, del comité ejecutivo nacional democrático de la CNTE, llamó a radicalizar las acciones contra la iniciativa, en tanto que Jorge Cázares, de la sección 18 de Michoacán, dio cuenta de las acciones de rechazo que realizó el magisterio disidente ayer ante la sede nacional de PRI, la Secretaría de Gobernación, y así vamos a escalar la protesta, advirtió.
A su vez, Martín Esparza, dirigente del SME, planteó ir a cada uno de los distritos de los diputados a reclamarles su traición al aceptar una reforma criminal. Por su parte, el líder del Situam, Antonio Venadero, al igual que Benito Bahena, dirigente de la Alianza de Tranviarios, pidieron unir esfuerzos en contra de la consumación de este atraco a los derechos de los trabajadores del país.
Francisco Hernández Juárez, secretario general del Sindicato de Telefonistas, dijo que presentarán una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nacón, ya que la reforma vulnera la Constitución.
Según organizaciones convocantes, llegaron a esta movilización cerca de 30 mil trabajadores, mientras la policía capitalina calculó la asistencia en poco más de 10 mil. Al rechazo se unieron organizaciones campesinas y civiles, así como los sindicatos del Colegio de Bachilleres, de Nissan, de la Red de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal, del Instituto Mexicano del Petróleo, de la Industria Nuclear, trabajadores administrativos de la Universidad de Morelos, los empleados del INBA, del IPN, de las universidades de Oaxaca y Chapingo, entre otros. Todos resistieron la lluvia, nadie se fue...
Fuente: La Jornada