Lo anterior, porque el Congreso del Trabajo ordenó a los legisladores del sector obrero que no permitan la aprobación de los artículos que afecten la autonomía sindical, particularmente en relación con la forma de llevar a cabo las elecciones internas, que se hagan auditorías externas al patrimonio de esas organizaciones y que no sea obligatorio el pago de cuotas gremiales.
Son artículos que supuestamente se eliminarían en el dictamen de esta reforma, a fin de que pase.
El secretario general de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR), Reyes Soberanis, planteó que en esta discusión al vapor de la iniciativa se corre el riesgo de tener al final una reforma Frankestein.
La Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos indicó que la iniciativa contempla 410 artículos cuya reforma, adición o propuesta de derogación puede afectar derechos adquiridos de trabajadores y organizaciones sindicales.
No atenta contra derechos
Indicó que se observa que en muchos de estos artículos, la reforma incluye temas tendientes a trastocar los derechos sociales que son extensivos a los trabajadores del Estado sujetos al régimen laboral del apartado B del artículo 123 de la Constitución Federal.
En tanto, la secretaria del Trabajo, Rosalinda Vélez, insistió en que la iniciativa del presidente Felipe Calderón no atenta contra los derechos laborales.
Fuente: La Jornada
