Hay testigos y videos, asegura el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas.
Señala que un camión de la paraestatal tiró un conductor de energía que electrocutó al hombre.
Patricia Muñoz y Mirna Servín
Periódico La Jornada
Martes 9 de noviembre de 2010, p. 20
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) denunció ayer que trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que efectuaban una reparación en la zona de Azcapotzalco, cerca del Colegio de Bachilleres plantel 18, provocaron la muerte de Francisco Javier Rangel. Señaló que los responsables se dieron a la fuga en una camioneta de la empresa con placas de circulación 34-51-CA La unidad estaba rotulada.
No obstante, la policía capitalina aseguró no tener información de que el accidente, ocurrido en la calle Manuel Salazar, colonia San Juan Tlilhuaca, haya sido provocado por trabajadores de la CFE. Manifestó que fueron empleados de una empresa de televisión por cable quienes dejaron suelto un cable que luego se enredó en un camión con logotipos del periódico La Prensa, el cual arrastró al transeúnte que resultó muerto.
En sentido contrario, información del SME sostiene que Rangel Olivares fue víctima de la impericia de los trabajadores de la CFE, quienes tiraron un conductor de energía con los cables sueltos y ello provocó el fallecimiento inmediato del hombre, quien pasaba por la zona. Seguridad Pública del Distrito Federal sostiene que la víctima no falleció electrocutada, sino por ser arrastrada por una camioneta.
Vecinos del lugar trataron de detener a los supuestos empleados de la empresa de cable, pero huyeron del lugar. Atacaron al chofer del camión, identificado como Virgilio Zúñiga Martínez, quien fue rescatado por policías capitalinos. Sin embargo, hay dos detenidos que fueron puestos a disposición de la decimocuarta agencia del Ministerio Público.
Al respecto, el líder del gremio, Martín Esparza, aseguró que hay testigos y videos que prueban que sí fueron trabajadores de la CFE y no de una empresa de cable, porque la camioneta estaba rotulada. Esos hechos, abundó, constituyen “prácticamente un asesinato industrial”, porque fue la falta de pericia en las labores lo que provocó la tragedia. Preguntó cuántas vidas faltan para que se restablezca la legalidad.
Enfatizó: “la zona en reparación no estaba acordonada. No había detectores de voltaje en la maniobra ni hicieron sistema de tierra. Están trabajando fuera de toda norma de seguridad”. Añadió que el empecinamiento del gobierno en dejar el servicio de la zona centro a trabajadores sin experiencia no sólo daña la economía de las familias y las empresas, sino ahora pone en riesgo a la ciudadanía.
