El asalto a la razón
Carlos Marín
2010-11-22•Al Frente
El gobierno federal fracasó en su estrategia con los ex trabajadores y jubilados de Luz y Fuerza: con el acuerdo para que se realicen nuevas elecciones en el Sindicato Mexicano de Electricistas y la resignación a que Martín Esparza repita como secretario general, el gobierno de Felipe Calderón apuñala por la espalda a los 27 mil 407 ex trabajadores que se “portaron bien” y apechugaron el finiquito de su relación laboral.
Convenida con los secretarios de Gobernación y Trabajo según la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, la fórmula permitirá que sólo algo más de los 13 mil seguidores de Esparza y los dispersos 22 mil jubilados nombren a sus dirigentes… para manejar un patrimonio sindical superior a los 30 mil millones de pesos.
La imposibilidad de que voten los liquidados anula los compromisos que hizo con ellos el gobierno y prolonga el conflicto por tiempo indefinido.
Esparza y cinco de sus incondicionales ya son, temporalmente, ¡líderes legales!
La Junta le negó el año pasado a Esparza la toma de nota porque su pretendida reelección fue fraudulenta y había intentado hacer válidos los votos “hasta de los muertos”; como también desconoció cualquier “relación laboral” entre los miembros del SME y LFC, y con ello la figura del “patrón sustituto”.
Ahora reconoce que hay “trabajadores activos y de planta” pero, según los estatutos del SME, únicamente los que en efecto lo son tienen derecho a votar y ser votados, pero aquellos que no se encuentran laborando por causas “no infamantes a su persona” mantienen calidad de miembros “en receso”, sin derecho a participar en los comicios.
En el colmo del delirio, la Junta deberá publicar un padrón electoral de los que (27 mil 407) cobraron su liquidación y los que no… a pesar de que en febrero de este año el IFAI determinó que los nombres se mantengan en reserva para no poner en riesgo la seguridad e integridad física de los indemnizados.
De prosperar este atraco a los derechos laborales, el gobierno (que a través de la CFE acumulaba en julio reciente 549 demandas ante la PGR por probable sabotaje de esparcistas a instalaciones eléctricas) pondrá en manos de una minoría (la cuarta parte del total de los miembros del SME) la administración de los bienes gremiales y la representación de la totalidad de 62 mil ex trabajadores y jubilados.
El regalo de su reelección a capricho no inhibió el viernes a Esparza para una demencial baladronada: “En el Zócalo de la ciudad y Reforma, por los datos que tenemos, tienen 30 mil efectivos. Estaban haciendo una emboscada para el movimiento sindical, y especialmente la emboscada al SME, con ministerios públicos federales; con francotiradores en los principales edificios de Insurgentes y Reforma; preparados para encarcelar a cientos de electricistas que saliéramos a marchar, ¡pero se la pelaron, camaradas…!”.
Refulgen entre los aludidos: Felipe Calderón, Francisco Blake y Javier Lozano.
Carlos Marín
2010-11-22•Al Frente
El gobierno federal fracasó en su estrategia con los ex trabajadores y jubilados de Luz y Fuerza: con el acuerdo para que se realicen nuevas elecciones en el Sindicato Mexicano de Electricistas y la resignación a que Martín Esparza repita como secretario general, el gobierno de Felipe Calderón apuñala por la espalda a los 27 mil 407 ex trabajadores que se “portaron bien” y apechugaron el finiquito de su relación laboral.
Convenida con los secretarios de Gobernación y Trabajo según la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, la fórmula permitirá que sólo algo más de los 13 mil seguidores de Esparza y los dispersos 22 mil jubilados nombren a sus dirigentes… para manejar un patrimonio sindical superior a los 30 mil millones de pesos.
La imposibilidad de que voten los liquidados anula los compromisos que hizo con ellos el gobierno y prolonga el conflicto por tiempo indefinido.
Esparza y cinco de sus incondicionales ya son, temporalmente, ¡líderes legales!
La Junta le negó el año pasado a Esparza la toma de nota porque su pretendida reelección fue fraudulenta y había intentado hacer válidos los votos “hasta de los muertos”; como también desconoció cualquier “relación laboral” entre los miembros del SME y LFC, y con ello la figura del “patrón sustituto”.
Ahora reconoce que hay “trabajadores activos y de planta” pero, según los estatutos del SME, únicamente los que en efecto lo son tienen derecho a votar y ser votados, pero aquellos que no se encuentran laborando por causas “no infamantes a su persona” mantienen calidad de miembros “en receso”, sin derecho a participar en los comicios.
En el colmo del delirio, la Junta deberá publicar un padrón electoral de los que (27 mil 407) cobraron su liquidación y los que no… a pesar de que en febrero de este año el IFAI determinó que los nombres se mantengan en reserva para no poner en riesgo la seguridad e integridad física de los indemnizados.
De prosperar este atraco a los derechos laborales, el gobierno (que a través de la CFE acumulaba en julio reciente 549 demandas ante la PGR por probable sabotaje de esparcistas a instalaciones eléctricas) pondrá en manos de una minoría (la cuarta parte del total de los miembros del SME) la administración de los bienes gremiales y la representación de la totalidad de 62 mil ex trabajadores y jubilados.
El regalo de su reelección a capricho no inhibió el viernes a Esparza para una demencial baladronada: “En el Zócalo de la ciudad y Reforma, por los datos que tenemos, tienen 30 mil efectivos. Estaban haciendo una emboscada para el movimiento sindical, y especialmente la emboscada al SME, con ministerios públicos federales; con francotiradores en los principales edificios de Insurgentes y Reforma; preparados para encarcelar a cientos de electricistas que saliéramos a marchar, ¡pero se la pelaron, camaradas…!”.
Refulgen entre los aludidos: Felipe Calderón, Francisco Blake y Javier Lozano.