lunes, 26 de septiembre de 2016

#AyotzinapaDosAños: Mentiras. Dolor. Enojo. Fue el Estado. Dos años después, el mismo reclamo| Los Medios Frente a la “Mentira Histórica”

Ciudadanos, familias, estudiantes de preparatoria y universidad, y organizaciones como el FPFVI, ONPP, Comunidad para la Justicia y La Paz, la CNTE y otros se unieron esta tarde nublada para gritar al unísono: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Los padres de los normalistas, cargando la foto de su hijo arrancado de sus vidas hace 24 meses, encabezan la masiva marcha que transita por una Ciudad de México “amurallada”.

Han pasado más de 600 días de incertidumbre y desgastante lucha para exigir justicia y saber dónde están. Hoy, justamente a dos años de aquella noche en Iguala, Guerrero, miles se reunieron en el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México. La desaparición de 43 normalistas no ha pasado al olvido.

Los miles de ciudadanos, miembros de la sociedad civil, de sindicatos o por su cuenta, han salido otra vez a las calles de la capital mexicana para recordar que hace dos años fueron desaparecidos 43 estudiantes y todavía no es posible saber dónde están.

El Presidente Enrique Peña Nieto repitió hoy que el Estado está comprometido a dar con los normalistas de la escuela Rural “Raúl Isidro Burgos” en Guerrero, pero por los gritos en las calles muy pocos le creen.

“No hay otro interés, el único que el Gobierno de la República ha puesto por delante, con total apertura y transparencia, es saber qué ocurrió ahí en Ayotzinapa”, dijo Peña Nieto en el extranjero. En el extranjero también, durante el día de hoy, en ciudades de Estados Unidos y Europa, organizaciones civiles y mexicanos han protestado por los 43 que siguen desaparecidos.

En la Ciudad de México, los voluntarios han vuelto a salir a las calles de forma masiva para acompañar a los padres de los normalistas, quienes mantienen su rechazo a la investigación y han prometido escalar las protestas después de que Tomás Zerón, uno de los principales autores de la “verdad histórica”, fuera promovido por el Presidente como asesor de seguridad nacional.

“La verdad histórica” pretendía dar por concluida la investigación sobre los 43. Presentada en público por el entonces Procurador Jesús Murillo Karam, aseguraba que los jóvenes fueron quemados, algunos todavía vivos, en el basurero de Cocula, Guerrero.

Distintos especialistas internacionales han echado por los suelos esa versión.

Ciudadanos, familias, estudiantes de preparatoria y universidad, y organizaciones como el FPFVI, ONPP, Comunidad para la Justicia y La Paz, la CNTE se unieron esta tarde nublada para gritar al unísono:

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Dos horas después de haber partido del Ángel de la Independencia, los padres de los normalistas han llegado al Zócalo de la Ciudad de México. Los últimos de la masiva manifestación siguen marchando por Palacio de Bellas Artes y entrando por la calle 5 de mayo.

Vidulfo Rosales, abogado de los padres, aseguró que vienen a gritarle al “gobierno corrupto de Peña Nieto que, a pesar de sus llamados para que se olvidaran los 43, fracasó. El pueblo ya no lo escucha; está harto. Aquí reunido seguimos esperando la presentación con vida de nuestros compañeros y seguiremos caminando hasta encontrarlos”.

“Hace dos años a estas horas nuestros hijos estaban a salvo. No sabían lo que el pinche gobierno les iba a hacer”, dijo el padre Epifanio Álvarez. Exigió que Peña Nieto sea juzgado para que no queden impune “estos dos años de sufrimiento; queremos que nos sigan apoyando”.

Para el padre Maximino Hernández, “es una vergüenza” que vengan otros países a resolver el problema que este país provocó.
“No vamos a descansar hasta saber la verdad y el paradero de nuestros hijos”, dijo.

El padre Mario César González afirmó que “hoy es un día más de dolor, rabia y coraje por no poder abrazar a esos chamacos que en este día todavía estaban en la escuela, pero desgraciadamente les pasó lo peor: la desaparición; maldito Estado corrupto. Es un dolor impresionante que sentimos minuto a minuto de no saber nada de ellos”.

“Dicen que nuestros hijos eran Los Rojos y nosotros de Guerreros Unidos. ¿Qué están locos o qué?”

Los padres de los normalistas, cargando la foto de su hijo arrancado de sus vidas hace 24 meses, encabezan la masiva marcha. Detrás, una manta muestra el nombre de cada uno de esos 43 alumnos de Ayotzinapa que comenzaban a estudiar.

Cada uno de los familiares porta un chaleco rojo con la leyenda que recuerda el pensamiento que los ha invadido estos dos años: nos faltan 43. Sombreros, gorras, guaraches, zapatos; sus rostros serios.

Ayer marcharon en Guerrero, epicentro de la desaparición forzada de aquel 26 de septiembre. Hoy marchan en la capital del país en compañía de miles que también buscan justicia.

El cielo, al inicio de la marcha, amenazaba con una fuerte lluvia. Se despejó y luego llovió, pero la marcha se mantuvo.

Es posible que se trate de una de las mayores concentraciones desde que desaparecieron a los 43 jóvenes estudiantes.

“México huele a muerte”, sentencia el letrero de una señora en silla de ruedas. “El Estado, autor de desapariciones forzadas”, acusa otra señora levantando un cartel.

“28 mil más 43, ¿dónde están?”, cuestiona una mujer llena de sangre. “No más impunidad”, exige otro.

43 es el número que ha reunido a estos miles de manifestantes que no se cansan de gritar, de demandar justicia.
Un helicóptero de la policía sobre vuela la inmensa marcha que se dirige rumbo al Zócalo.

“Ehhhh, puto”, le gritan.

Una pared blanca de un terreno baldío reza con letras escritas con aerosol rojo: “hoy 43 madres lloran la ausencia de sus hijos”.

Casi al final del largo, largo contingente, los manifestantes no paran de tocar tambores. No es una fiesta. Es un llamado fuerte por justicia. 43 padres, una vez más, marchan hasta adelante para saber dónde están sus hijos a quienes no han visto en más de 600 días y noches.

“Júrame que no vas a olvidarme porque si lo haces, ellos ganan”, dice una lona.

Marchan y marchan. Caminando, en bastón, en bicicleta, con su perro… Ni perdón ni olvido, afirman.
Bryan, estudiante de primer semestre de la escuela Rural de Ayotzinapa, es uno de los miles que hoy marchan. Para que se haga verdadera justicia, dijo, se necesita “erradicar todos los espacios en el gobierno que están inclinados hacia la extorsión y narcotráfico”.

“Las autoridades fueron quienes levantaron a nuestros compañeros”, aseguró. Por eso insisten en la versión en que fueron incinerados.
El profesor Demetrio, de la sección 18 de laCNTE, coincide en que fue “un crimen de Estado”. La ciudadana que porta la lona con el pase de lista de suma: “Fue el Estado. Es obvio”.

“1, 2, 3…”. Una y otra vez los cuentan. Son 43 normalistas y no están desde hace dos años. Faltan. A sus padres, a sus amigos, a México.

Jóvenes, adultos, ancianos protestan este 26 de septiembre. No se olvida, dicen. Una fecha más para no olvidar.

“Los mexicanos no tenemos por qué soportar otros dos años de estos asesinos”, porta un señor.

Frente a la Glorieta de Colón, han colocado seis cadáveres envueltos en sábanas blancas. Son las seis personas que fueron asesinadas durante aquella maldita noche en Iguala. Entre ellos, Julio César, el normalista cuyo rostro quedó destruido.

José Luis Fernández, de la comunidad de Xochicuautla víctima de violación a derechos humanos, afirmó que falta “voluntad del gobierno y de aquellos que los mandaron desaparecer”.

Hay, dijo, una gran molestia de la sociedad por lo que nos unimos q los padres para exigir la aparición con vida de sus hijos.

“Las autoridades saben dónde están. Buscan un motivo [decir que fueron incinerados] para ya terminar con todo esto. No pensaron que la sociedad iba a reaccionar por tanto tiempo”, aseguró.

“AMURALLAN” EN CENTRO

Reclamo de justicia por los 43 llega a París (Video)

PARÍS.- Llegaron sigilosamente al amanecer. Eran pocos. No dijeron cuántos. Cargaban altas siluetas de cartón, unas con el rostro tapado por un pañuelo, otras sin caras dibujadas, unas con rasgos apenas esbozados.

Aceleraron el paso al meterse por la estrecha calle de Longchamp. Pararon ante el número 9 y a toda velocidad colocaron de pie las 43 siluetas apoyándolas contra las rejas negras, el portón de seguridad y los muros de la embajada de México en Francia.

La mayoría de las figuras estaban entrelazadas de las manos. Unas cuantas tenían el puño en alto. Alguien sacó su teléfono celular y filmó, mientras que los demás se esfumaban tan furtivamente como habían llegado.

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El camarógrafo improvisado grabó durante un minuto y 10 segundos. Ni uno más. Tembló su mano. Las imágenes saltan un poco, se balancean y se vuelven aún más inquietantes iluminadas por la luz pálida del alba y los reflejos amarillentos de algún farol.

Los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, frágiles centinelas de cartón, aguardaron horas la llegada de Juan Manuel Gómez Verduzco, embajador mexicano en tierras francesas.

“Nos sorprendió, pero sobre todo, nos conmovió a todos ver a estas figuras”, asegura a Apro Efren García García, responsable de comunicación de la sede diplomática. Y agrega: “Tuvimos que apartarlas un poco para poder entrar a la embajada. Finalmente, decidimos retirarlas y guardarlas. Pero actuamos en todo momento con el respeto que merecen estos símbolos dolorosos”.

¿Qué piensa hacer el embajador Gómez Verduzco con las 43 siluetas de cartón de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa? ¿Llamar al servicio especial de limpieza de la alcaldía del Distrito XVI para deshacerse de ellas? ¿Archivarlas? ¿Quemarlas?

“En ningún momento se pensó tratarlas como materiales desechables. Estamos dispuestos a entregarlas a quien nos pida su devolución. Estamos en la mejor disposición para atender a quienes manifestaron sus reivindicaciones en esa forma y para hacer llegar sus reclamos a las autoridades competentes en México. De no ser reclamadas, conservaremos estas figuras”, enfatiza García García.

Las declaraciones de buena voluntad de los representantes del Estado mexicano en Francia distan de convencer a quienes idearon ese acto de protesta.

“Nos importa que nuestra intervención siga siendo anónima”, expresan a la corresponsal vía correo electrónico y sin identificarse. Y eso, por dos razones. La primera es una cuestión de seguridad. Los hechos hablan por sí solos: Defender los derechos humanos en el propio México o fuera del país los expone a todo tipo de represalias.

“La segunda es la más importante: nos interesa que la lucha por la verdad y la justicia en el caso Ayotzinapa sea una lucha genuina. Nuestra acción es una acción por la memoria, contra el olvido. Una acción que es de todos aquellos que no toleran más la impunidad en México y el descaro con el que se conducen las autoridades mexicanas. Somos unos entre millones de anónimos que reclaman lo mismo en México”.

Y concluyen : “El gobierno le apuesta al olvido. Estas siluetas le apuestan a la memoria. Desde París les reiteramos nuestra solidaridad activa a los padres y a las madres de Ayotzinapa y a las miles de familias mexicanas que buscan a un ser querido desaparecido”.

La solidaridad con las víctimas y la indignación ante la política de las más altas autoridades mexicanas son también los temas de la conferencia de prensa que ofrecerán esta tarde dirigentes de dos importantes organizaciones no gubernamentales francesas: Acción de los Cristianos contra la Tortura(ACAT) y la sección gala de Amnistía Internacional.

Participará también Citali Miranda, integrante del grupo de investigación de las fosas clandestinas de la organización social Los Otros Desaparecidos de Iguala.

En esa oportunidad, los parisinos podrán observar también el documental de investigación Mirar Morir, que arroja luz sobre la participación de unidades militares –en particular la del 27 Batallón de Infantería– en los ataques perpetrados contra los estudiantes de Ayotzinapa.

#AyotzinapaDosAños, los Medios Frente a la “Mentira Histórica”

A 24 meses de la larga madrugada de ataque brutal en Iguala, los medios digitales, impresos y electrónicos hacen sus propios balances, recuentos y revelaciones frente a una “verdad histórica” que se empantanó y desacreditó ante la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El GIEI echó abajo el nudo fundamental de la “verdad histórica” de la PGR: no existen evidencias científicas que demuestren el incendio y la incineración de los 43 estudiantes en el basurero de Cocula; la mayoría de los testimonios de los detenidos fueron extraídos bajo tortura; existen evidencias gráficas y testimoniales de la “siembra” de evidencias por parte de la PGR y la Marina en el río San Juan, según denunció también el Equipo Argentino de Antropología Forense; existen varias líneas de investigación que no se agotaron, incluyendo la del “quinto autobús” y, sobre todo, el involucramiento de elementos del 27 batallón de Iguala.

Sobre este panorama, los medios han señalado y subrayado las distintas piezas de este rompecabezas que no ha logrado aminorar la indignación en torno a la tragedia.

En vísperas de los dos años, se han difundido los siguientes elementos informativos:

-La revista Proceso publicó un amplio reportaje de Anabel Hernández, quien accedió a la declaración ministerial de uno de los implicados, César Nava, exsubcomandante de la Policía Municipal de Cocula, quien señala en una narración manuscrita que el ejército tomó el control de Iguala la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre.

“Los militares del 27 Batallón de Infantería estaban en su comandancia de la Policía Municipal de Iguala… habían tomado el mando y control de la comandancia de policía y que ya se encontraban haciendo recorridos terrestres, que ya nos retiráramos”, señala Nava que le comunicó el comandante Francisco Salgado Valladares.
-El periodista Témoris Grecko y Ediciones Proceso publicaron el libro Mentira Histórica, Estado de Impunidad, Impunidad de Estado. En el adelanto del libro Grecko documenta cómo varios de los mandos militares se involucraron en los sucesos de Iguala. En especial, el general Alejandro Saavedra Hernández, auténtico poder de las fuerzas de seguridad y castrenses actualmente en Guerrero.

-Este lunes 26 de septiembre, La Jornada publicó un reportaje para arrojar luces sobre un enigmático personaje, denominado El Caminante, presunto autor de las órdenes a los halcones y sicarios que atacaron a los normalistas de Ayotzinapa.

Una información muy similar publicó en El Universal el columnista Héctor de Mauleón. Se supone que El Caminante coordinó a los policías de Iguala y Cocula. Una línea de investigación señala que El Caminante pudo ser Víctor Hugo Benítez Palacios, El Tilo.

Esta información prácticamente excluye a los militares del ataque y de los sucesos posteriores.

-La mayoría de los medios electrónicos e impresos han difundido la versión de la CNDH que considera el caso de Ayotzinapa como un “expediente abierto”. La CNDH entra en acción ante el descrédito de la PGR y su “mentira histórica”, ante la retirada del país del GIEI y la presión internacional.

-Los eventos previos a la marcha de este lunes 26 también se han registrado. El domingo 25 hubo enfrentamientos entre estudiantes y policías en Chilpancingo, según informó el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y la cuenta de varios jóvenes de la Escuela Normal Rural, especialmente, de Omar García, @OmarEl44.

El 24 de septiembre, la periodista Carmen Aristegui dedicó su reconocimiento de la presea Sentimientos del Pueblo, entregado por la Universidad Autónoma de Guerrero, a los 43 normalistas desaparecidos.
El mismo día, en la Cineteca Nacional se realizó una jornada de análisis con periodistas como Luis Hernández, y padres de familia de Ayotzinapa. Se presentó el documental Ayotzinapa en Mí, del periodista puertorriqueño Tito Román.

-En Twitter, durante dos días consecutivos los Trending Topic más mencionados están relacionados con reflexiones, información y protestas como #AyotzinapaDosAños, #Ayot2inapa. La mayoría de los mensajes convocan a la movilización que se realizará este lunes 26 del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México.

Fuente: Sin Embargo| Por Dulce Olvera| Proceso|  ANNE MARIE MERGIER