El gobierno se compromete a llevar a cabo un proceso de apertura que le permita detonar nuevos proyectos en áreas donde actualmente no se tiene competencia alguna como el Shale Gas o aguas profundas
En el Plan Nacional de Desarrollo, el gobierno se compromete a llevar a cabo un proceso de apertura que le permita detonar nuevos proyectos en áreas donde actualmente no se tiene competencia alguna, como el Shale Gas o aguas profundas, o hay desventajas fuertes, como es la refinación..
"Se requiere un nuevo marco institucional que permita al Estado aumentar su capacidad para producir energía más barata y de manera más eficiente, a fin de asegurar el abasto para la economía".
La capacidad del Estado para detonar nuevos proyectos de inversión en campos no convencionales, como los de aguas profundas y los de Shale Gas es limitada además la capacidad de producción y refinamiento de petrolíferos en el país ha disminuido en los últimos años.
"La demanda nacional de gasolinas y diesel ha aumentado como resultado del incremento del parque vehicular, las necesidades de transporte y los menores precios de las gasolinas respecto de sus referencias internacionales", señaló.
Hay un déficit en el abasto de energéticos cubierto con crecientes importaciones y la segmentación de la cadena entre petroquímicos básicos y secundarios ha contribuido al deterioro de esta industria en el país. La mayor parte del mercado de insumos petroquímicos se abastece mediante importaciones.
"El uso y suministro de energía son esenciales (...). Su escasez derivaría en un obstáculo para el desarrollo de cualquier economía. Por ello, es imperativo satisfacer las necesidades energéticas del país, identificando de manera anticipada los requerimientos asociados al crecimiento económico y extendiéndolos a todos los mexicanos, además de los beneficios que derivan del acceso y consumo de la energía", señala en el PND.
La producción de energía primaria registró una disminución promedio anual de 0.3% entre 2000 y 2011 y el consumo creció 2.1% anual en el mismo periodo.
"Se deben redoblar los esfuerzos para que el país siga siendo superavitario en su balanza de energía primaria más allá del año 2020", señala.
En materia de hidrocarburos, desde hace más de tres décadas la producción en México ha sido superior a la incorporación de reservas probadas más probables (que se denominan 2P).
Aun cuando la actividad exploratoria fue el doble de lo observado en años recientes, los niveles de incorporación de reservas no se han reflejado en volúmenes que permitan tener una reposición de los barriles producidos.
El nivel de producción (2.54 millones de barriles diarios) y el volumen de exportaciones de petróleo crudo observados al cierre de 2012 fueron los menores desde 1990.
Fuente: El Universal | Luis Carriles