domingo, 28 de octubre de 2012

Cambios moderados a las leyes en materia energética propondrá Peña Nieto: Barclays

Podrá incluir la participación del sector privado en la explotación del gas shale

El gobierno del presidente electo Enrique Peña Nieto, que comenzará labores a partir del primero de diciembre, realizará una reforma moderada en el sector energético, consideraron analistas de la firma financiera británica Barclays. La propuesta podría incluir la participación privada en la explotación del gas shale, añadieron. Pero, aclararon que también tendrá que ir acompañada de una reforma al sistema de pensiones de la paraestatal y una reducción en la carga fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) de al menos 10 puntos porcentuales.

Sin embargo, advirtieron: las condiciones políticas marcaran la velocidad y la profundidad de las posibles propuestas en el Congreso en los próximos meses.

Los especialistas Chirstopher Buck y Marco Oviedo plantean tres escenarios: Uno, una reforma light con autonomía similar a la del Banco de México; otra alternativa es que la petrolera mexicana adopte un modelo parecido al de la empresa árabe Aramco para que pueda operar como una empresa independiente, pero requeriría cambio constitucional y la tercera que sería más agresiva con la eliminación de la definición de industria petrolera estatal y la liberalización de la inversión privada directa en Pemex.

Sin embargo, este último escenario parece muy difícil de implementar ya que la soberanía petrolera sigue siendo un tema tabú en la política mexicana. Creemos que una reforma de esta naturaleza no se propondrá en 2013.

Los expertos del grupo financiero británico estimaron que con la aprobación de una reforma moderada la producción de petróleo podría aumentar a 3 millones de barriles por día antes de 2018 y alcanzar 4 millones de barriles diarios hacia el 2030.

Sobre la alternativa de una reforma para Pemex para otorgarle autonomía similar a la del Banco de México, no requeriría de cambios constitucionales sino de solo reformas a leyes federales. Sería crucial el diseño de un conjunto de normas sólidas con mejores prácticas de gobierno corporativo.

Pemex tendría que ser excluido del presupuesto federal, y el tratamiento fiscal tendría que ser modificado con el fin de mejorar sus perspectivas financieras.

Por otra parte, el sistema de pensiones debería también ser reformado. Esta es una condición importante porque los costos de las pensiones están añadiendo presión sobre los costos de Pemex. Adicionalmente, se tendrían que definir indicadores de desempeño para evaluar las operaciones de la petrolera nacional.

En tanto, la eliminación del subsidio al gas podría ser posible desde el punto de vista político, ya que este subsidio se considera regresivo, es decir, que beneficia a las personas de mayores ingresos.




Fuente: La Jornada