Revisan áreas de política, logística, protocolo y, en especial, seguridad. Para esta ocasión se espera entre los invitados especiales a los gobernadores de los distintos partidos políticos, incluso los perredistas, y entre ellos, al jefe de Gobierno electo del Distrito Federal.
La Cámara de Diputados iniciará esta semana —en coordinación con el equipo de transición del próximo gobierno federal— los preparativos para la ceremonia de toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente de la República.
De acuerdo con la Mesa Directiva de la Cámara Baja, las áreas de política, protocolo, logística, diplomática, comunicación, así como la de seguridad tomarán decisiones sobre la organización de la ceremonia de asunción del priísta Peña Nieto en el salón de plenos del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Hace seis años, el equipo de transición del entonces mandatario entrante, Felipe Calderón Hinojosa, inició los trabajos preparatorios junto con representantes de la Cámara de Diputados en la segunda semana de octubre.
Así, será ésta semana, que de hecho tiene el puente de Día de Muertos el jueves y viernes, cuando la Mesa Directiva tome sus previsiones iniciales.
Aunque el centro de atención en la sucesión presidencial se enfoca en la tribuna, la organización físicamente abarca el Palacio Legislativo entero, junto con un perímetro exterior.
La anterior toma de posesión, la de Calderón Hinojosa, se desarrollo con una tribuna tomada por los grupos parlamentarios, en un salón de sesiones con los accesos bloqueados por dentro, en un ambiente de tensión política que, incluso, tuvo momentos de fricción física en el pleno antes de la ceremonia.
Para esta ocasión se espera entre los invitamos especiales a los gobernadores de los distintos partidos políticos, incluso los perredistas, y entre ellos, al jefe de Gobierno electo del Distrito Federal.
En el programa de organización se prevé que el equipo de transición designe sus representantes, que en este caso estarían coordinados con la bancada del PRI, que encabeza Manlio Fabio Beltrones, quien de hecho se haría cargo de los detalles finos políticos que tienen que ver con la ceremonia, la cual se transmite a la nación en cadena nacional de televisión.
La parte de seguridad queda en manos de la Mesa Directiva, así como de la Secretaría General de la Cámara de Diputados, mientra que por parte del equipo de transición tendrá la participación un mando del Estado Mayor Presidencial (EMP).
En 2006, con los accesos al salón de sesiones obstruidos y la tribuna ocupada, el plan de seguridad fue determinante del resultado, toda vez que los presidentes Vicente Fox (saliente) y Felipe Calderón (entrante), llegaron al Palacio Legislativo fuera de foco de la transmisión de televisión “en vivo”, lo que les permitió aparecer en forma sorpresiva en la tribuna, a la que entraron por su acceso detrás de las banderas del presídium.
Con mes y medio de anticipación se llevaron a cabo los preparativos de entonces, en los que hubo un Palacio Legislativo sellado por fuera y por dentro, al que Fox y Calderón llegaron en sus propios vehículos hasta los sótanos, de donde subieron al salón de sesiones.
Entre los preparativos de protoloco se deben organizar comunicaciones a diversos destinatarios de los poderes Legislativo y Judicial, así como a la contraparte federal, que es el Senado, a los gobernadores y a los representantes de los órganos autónomos del Estado.
Además, el cuerpo diplomático acreditado en México, líderes sociales, representantes religiosos, empresariales, del mundo académico, deben ser incluidos en las invitaciones, como en lugares asignados dentro del salón de sesiones, donde es tradición dar espacio a las familias de los mandatarios entrante y saliente, así como a las dirigencias de los partidos políticos.
En ese sentido, se deberá considerar la presencia del presidente saliente Felipe Calderón, quien de acuerdo con el ceremonia asiste ante la sesión de Congreso General, y ante diputados y senadores en sesión solemne, portando la banda presidencial, la entrega al presidente de la Cámara de Diputados y éste la pone en manos del presidente entrante.
Otro tema dentro de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto será la acreditación de la prensa internacional, así como de equipos de transmisión de televisoras, lo que supone el ingreso al Palacio Legislativo de unas dos mil personas y la provisión de servicios técnicos para su enlace con el exterior.
Aunque en esta ocasión los preparativos para la toma de posesión presidencial arrancan con un tercio menos del tiempo que ocupó el equipo de Felipe Calderón, será hasta las últimas sesiones de noviembre cuando el pleno vote el acuerdo del programa de la ceremonia ante el Congreso General.
Fuente: El Universal