Los monopolios mediáticos son como una casa de los espejos, que deforma la realidad y cuando de movimientos sociales se trata, la imagen del sujeto que se rebela es deformada. Los medios masivos de comunicación incitan a la represión y la violencia, minimizan hechos y orquestan campañas en detrimento de los movimiento sociales, apuntaron integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, el Sindicato Mexicano de Electricistas, el colectivo Másde131 (Universidad Iberoamericana) y del movimiento estudiantil de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Al participar en la mesa “Criminalización mediática de la protesta social”, en el contexto del foro Violencia mediática y terrorismo de Estado –convocado por el Tribunal Permanente de los Pueblos-, el secretario del Exterior del SME, Humberto Montes de Oca, explicó cómo los medios masivos de comunicación emprendieron una campaña en contra de Luz y Fuerza del Centro cuestionando su eficacia y viabilidad, al tiempo que atacaron al propio sindicato destacando los problemas en las elecciones internas.
“La campaña estaba destinada a romper la relación entre los trabajadores y los usuarios del servicio”.
Una vez publicado el decreto de extinción de la compañía, expuso, la campaña se enfocó a justificar la decisión del presidente Felipe Calderón, y a criminalizar las acciones de resistencia del gremio.
En el caso del movimiento estudiantil #YoSoy132, cuyo origen se remonta a la visita del ahora presidente electo, Enrique Peña Nieto, a la Universidad Iberoamericana en un acto de campaña, “el sesgo mediático fue roto parcialmente gracias a las redes sociales”, que en su momento hicieron contrapeso a las versiones que circularon en televisión abierta.
““La realidad construida por lo medios masivos de comunicación es, lamentablemente, la que la mayoría de la población asume y acepta. Eso quiere decir que quienes no tengan acceso a otras fuentes de información creerán que Peña Nieto fue un hábil político que logró esquivar un boicot de la izquierda”, apuntaron Eduardo Velasco e Ignacio Martínez, integrantes de Másde131, de esa universidad.
Por su parte, Trinidad Ramírez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, expuso cómo los medios de comunicación llamaron a la violencia en contra de los habitantes de San Salvador Atenco, estado de México, al cuestionar la respuesta poco enérgica del gobierno, en ese entonces bajo el mando de Enrique Peña Nieto.
Ramón Hernández, estudiante de la UACM, denunció que los medios de comunicación han abordado el conflicto de esa casa de estudios como “un secuestro de los campus por parte de paristas” y no se han referido al detonante del paro de labores, que es “el desconocimiento por parte de la rectora, Esther Orozco, del Consejo Universitario”.
Salvador Martí Puig, académico de la Universidad de Salamanca, España, apuntó que las democracias son fuertes y realmente viables con base en la capacidad que tengan de tolerar, aceptar, dialogar y convivir con la protesta.
“Los ejemplos que hemos visto van en la dirección contraria: no se permite la oposición, ni la disidencia, ni la capacidad de tolerar y dignificar al otro. El eje fundamental es la criminalización tanto por los medios de comunicación como por las autoridades”, por lo que la estrategia tiene que basarse en la denuncia en red y hacer alianzas de protección a los derechos humanos y a la dignidad de las personas.
Fuente: La Jornada