domingo, 9 de septiembre de 2012

Validación del triunfo del PRI, fracaso del Estado democrático

Uno de los poderes de la Unión faltó a su encomienda, dice el perredista Miguel Ángel Vásquez

El representante del sol azteca ante el IEDF reclama la actuación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación

Debió garantizar la rectitud de los comicios, señala en carta

En un escrito dirigido el pasado jueves al presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), José Alejandro Luna Ramos, la representación del PRD en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) advierte que la resolución que validó la elección presidencial significa el fracaso del Estado democrático al haber faltado a su encomienda uno de los poderes de la Unión lesionando el pacto social.

El titular de la representación, Miguel Ángel Vásquez, exige al magistrado una respuesta a la que considera una legítima inconformidad contra la actuación del órgano jurisdiccional al ser evidente una sentencia no apegada a derecho en la medida de que carece de una sólida fundamentación y motivación jurídica, originada por la no valoración íntegra de las pruebas y haber desestimado el cúmulo indiciario aportado y que comprende 600 hojas con elementos de agravio suficientes para acreditar la invalidez.

El TEPJF, señala, tenía la encomienda de velar por el interés del pueblo. Es una institución que no está confinada a vigilar únicamente la aplicación de la norma porque no es solamente un tribunal de legalidad, sino que su función es garantizar los principios constitucionales.

Más aún, sigue en su escrito, con las recientes reformas constitucionales al darle amplias facultades para analizar la validez de la elección, garantizando que prevalecieran la rectitud de los comicios por encima de cualquier interés partidario o personal.

Sin embargo, la resolución emitida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación históricamente habla de la declinación a ese encargo porque permite mirar una justicia ensombrecida mediante una posición fincada en una deficiente valoración de pruebas.

Vásquez reclama a Luna que el formalismo con el que se actuó no corresponde con la vocación de justicia integral que demanda todo pueblo democrático y sólo sirvió para justificar el cambio de gobierno, presenciamos así una democracia instrumental apoyada por el formalismo y un tecnicismo legal de un tribunal que no se atrevió a hacer prevalecer la equidad y el respeto irrestricto de la constitucionalidad en la pasada elección, no la organizó, pero sí la sostuvo sin importar que se haya desarrollado sin equidad. Justicia sin equidad no es justicia. Justicia sin principios es mero formalismo jurídico.

El representante perredista dijo que espera una respuesta apelando a las prerrogativas constitucionales de libertad de expresión y de petición, e hizo llegar copias del escrito a las dirigencias nacional y estatal del Distrito Federal de su partido.

Fuente: La Jornada