Acusa un embate en su contra, del cual se beneficia Cordero
Conozco de la sangre fría en Los Pinos para falsear y calumniar
Tanta incondicionalidad echó a perder al presidente Felipe Calderón, porque en la naturaleza humana está la propensión al exceso, mucho más cuando ese hombre puede disponer a su antojo de las fuerzas armadas y de conferir cargos, asegura su correligionario, el senador Javier Corral.
En un nuevo texto, el panista acusa al calderonismo de orquestar un embate en su contra, en el que tomó la delantera nada menos –resalta– que su coordinador parlamentario, Ernesto Cordero. Poco diestro en el uso del lenguaje y ayuno de algunos recursos intelectuales en lo político, sustituyó de inmediato el argumento con el improperio; todo se debía a que soy un político frustrado, fue su explicación, refiere.
La réplica se da con el telón de fondo de la pugna en el blanquiazul tras la derrota electoral. Primero, diputados de Acción Nacional acusaron a Calderón de negociar la elección con el PRI, luego Corral le reprochó –en una carta filtrada a un medio de comunicación– haberlo llamado cobarde y, el pasado domingo, el senador Ricardo García Cervantes reveló que deja los cargos públicos dolido por la incapacidad del PAN de atacar la corrupción.
Con el título La carta; presidente intocado, Corral expresa: Dice Ernesto Cordero que Felipe Calderón fue un gran presidente de México; yo agrego que por lo menos pudo haberlo sido. Pero tanta incondicionalidad lo echó a perder, porque en la naturaleza humana está la propensión al exceso, al exabrupto y si no hay equilibrios, contrapesos, cualquier hombre, por muchas que sean sus virtudes, no importa su origen partidista, pierde la mesura.
Añade: Mucho más cuando ese hombre puede disponer a su antojo de las fuerzas armadas de una nación y conferirle a miles de hombres y mujeres cargos de responsabilidad pública en el gobierno. En esta realidad está basada la teoría política de la división de poderes. Esa teoría debiera ser estudiada por los colaboradores de cualquier presidente de la República, sean amigos o no.
Desde la perspectiva de Cordero, expone Corral en esta disertación difundida en su página de Internet, Calderón no puede ni debe recibir una crítica; es intocable. “Si el Presidente de la República le llama a uno de sus senadores ‘cobarde’, no tiene la menor importancia. La síntesis de la incondicionalidad, por encima de la razón, y por debajo de la dignidad”.
Atribuye los ataques de Cordero a otro punto: No ha sabido procesar, y lo lamento profundamente. Cuando buscó mi apoyo para ser coordinador le dije con todo respeto, pero también directa y francamente, que me parecía que él no debía ser el coordinador, no por un asunto de inexperiencia legislativa que, estoy seguro, podrá suplir con su conocimiento técnico en otras materias, sino por lo que representa, una extensión del Presidente de la República en el Senado, con sus modos y sus losas, en un momento en el que el PAN necesitaba enviar un mensaje de renovación y mirada hacia el futuro, pues por sus grupos parlamentarios pasa la viabilidad del partido para 2018.
La respuesta de Los Pinos
Plantea que la filtración de la carta tuvo el propósito de atajar o por lo menos distraer la declaración que el presidente Calderón hizo durante su gira en Vladivostok, Rusia, en relación con algunos compañeros del PAN que le pedían darle apoyo fuera de los límites legales a la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, posibilidad que él rechazó.
Sin embargo, explica, la polémica no creció a mayores porque alguien decidió responderle con más contundencia, y desliza la posibilidad de que esta estrategia haya surgido de la oficina de Comunicación de la Presidencia de la República.
Conozco perfectamente la forma de operar de Los Pinos para revertir críticas o momentos críticos, y de la sangre fría que se ha desarrollado en su área de Comunicación Social para falsear, intrigar y calumniar, incluso, a los propios compañeros de partido. Un caso ejemplar de ese manejo es el de MVS y la banda 2.5 Ghz, tema que por cierto fue el motivo de la ira del Presidente contra mí.
Ya publicada la carta, afirma que las reacciones describen la realidad que vive el PAN, y la tensión que ha generado la pretensión del Presidente de la República de seguir controlando la vida del partido. Ahí se inscribe la divulgación, en la disputa por el PAN. Rechaza haber dado una postura tardía frente a los excesos presidenciales, ya que ha acreditado públicamente sus disensos y acuerdos a lo largo de su gobierno.
Recuerda que en agosto de 2008 renunció como integrante del CEN del partido bajo la presidencia de Germán Martínez, porque el presidente Calderón había ordenado defenestrar a Santiago Creel como coordinador panista en el Senado.
Me pareció, si no estaliniano, cuando menos grotesca la defenestración de Creel, como sacrificio humano para agradar a los dioses, no del Olimpo, sino de los medios. Lo dije en su momento y no me esperé a que pasaran las elecciones del primero de julio, como tramposamente se afirma.
A partir de la publicación de la carta denuncia que ha sobrevenido un embate de eso que se llama el calderonismo, pero también un insospechado alud de mensajes de apoyo y respaldo.
Comenta que el jueves pasado, durante la conmemoración del aniversario del PAN, varios se acercaron a él, entre ellos Ernesto Ruffo y Héctor Larios, quienes hicieron, a su manera, una defensa de su derecho a defender su honor. “Sin exagerar, entre los cientos de mensajes que he recibido, la mayoría me hace eco de su sentir, ‘de lo que muchos no se atreven a decir’”, concluye.
Fuente: La Jornada