lunes, 4 de julio de 2011

LOZANO & COMPAÑY

Z A P A T E R I A

94.1 F.M.
Alta Tensión – A.V.E.

Varias son las interpretaciones y mitos del ser humano sobre el uso del calzado. Desde la cultura islámica en donde el forastero debe atravesar desclaso el umbral de la casa de su huésped en señal de que no tiene ningún pensamiento de derecho de propiedad que quiera hacer valer, hasta el cuento romano de la Cenicienta del siglo III, donde el faraón encuentra su zapatilla y al entregársela la toma por esposa; pasando por la tradición china donde un par de zapatos simboliza la armonía de la pareja y las de los pueblos antiguos donde el calzado era un símbolo de libertad, razón por la cual los esclavos eran obligados a caminar descalzos.

Pero hay un caso concreto que tiene especial significado: ¡hondo, profundo, hiriente!; y que en nuestro caso adquiere especial relevancia en el contexto del movimiento obrero en México, se trata de la interpretación que esto tiene en el mundo árabe que se entremezcla con el musulmán y en donde arrojarle los zapatos a alguien está considerado como el peor insulto posible; es una gran afrenta, una ofensa grave, un terrible desprecio, un acto bárbaro, ignominioso, ¡soez para el agraviado! Y eso es lo que le pasó al expresidente estadounidense George W. Bush en una conferencia de prensa el

14 de diciembre del 2008 en Irak. Todos tenemos presente aquel azorado y valiente acontecimiento en el que el reportero de veintiséis años, Muntazer Al-Zaidi, indignado le lanzó su zapato por haber ordenado la invasión a su país en el 2003, al tiempo que le dedicó la consigna: ¡toma tu beso de despedida, pedazo de perro!, en clara alusión al fin de su mandato.

Las imágenes de este suceso dieron la vuelta al mundo y le ocasionaron la prisión al reportero de la televisión local independiente por aproximadamente un trienio. Incluso, una vez en libertad el indignado corresponsal creó la Fundación Al-Zaidi que atiende a víctimas de la invasión norteamericana. Y aún hay más, en diciembre del 2008 apareció un juego en internet inspirado en este hecho y el primero de octubre del 2009 un estudiante turco le lanzó un zapato al Director General del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn en protesta contra la institución, en una conferencia de prensa en la Universidad de Bilgi en Estambul, lo que revivió la escena de Bush en Irak.

En un acto sui generis, por demás similar, el SME ha convocado al acopio de zapatos y todo lo que se le parezca para dispensarle un merecido homenaje al poblano non grato -según una considerable cantidad de paisanos suyos- Javier Lozano Alarcón, titular de la Secretaría del gobierno calderonista encargada de abatir el desempleo en este país y que se ensoberbece al decir que encabeza las encuestas para ser el candidato de su partido a Presidente de la República.

Si de méritos se trata, sin duda usted y yo coincidimos en que dicha zapatería se la ha ganado a pulso, eso y más se merece quien con su talento, su profunda vocación de servicio y su sensibilidad social a flor de piel; ha elevado las cifras del desempleo, ha depauperado a las familias mexicanas privilegiando a unas cuantas y en una evidente actitud servil le ha declarado la guerra a las organizaciones obreras y a diversos gremios de trabajadores de este país.
En la plancha del zócalo de la capital mexicana existe un centro de acopio que de manera espontánea se convirtió ya en un simulacro, ¡sí en un módulo simulador en el que a su paso y al verse al pie del cúmulo de zapatos ante el busto de Javier Lozano en una lona, tanto a peatones como a visitantes lo primero que les apetece, es tomar un juego de calzado y lanzarlos contra la imagen de tal sujeto en señal de repudio, de desprecio, de repulsión!. A tal grado llamó la atención este módulo interactivo, que en los primeros días esta lona quedó desecha ¡con tantos golpes de los zapatos lanzados con fuerza, con coraje, con ira, con repudio! Ahora solo una lona con la leyenda Acopio de Zapatos Viejos para Repudiar a Javier Lozano sustituye a la anterior. Mientras esto sucede y hasta niñ@s se divierten, el montón de zapatos viejos crece y crece por voluntad de todo un pueblo indignado: ¡el pueblo de México!






¡Enhorabuena por tu lucha y por tu resistencia…!