lunes, 4 de julio de 2011

Comisiones en Congreso, onerosas e improductivas

En promedio, estos grupos de trabajo aprueban un dictamen por cada periodo de sesiones

Diputados y senadores pelean por presidir una comisión legislativa que les traerá recursos adicionales a sus salarios de entre 40 mil y hasta 150 mil pesos, que les permitirá negociar y que los pondrá en una burbuja de poder. Pero al final del día, poco hacen por modificar leyes, pues el nivel de productividad es muy bajo.

Para los 500 diputados y 128 senadores hay más de 150 comisiones de todo tipo, es decir, 23% de los legisladores tienen privilegios, aunque ninguna obligación administrativa o legal para entregar resultados.

Las comisiones son órganos de ambas cámaras a los cuales se turnan las iniciativas y propuestas de los legisladores o del Ejecutivo federal.

En ellas se debaten, discuten y analizan pros y contras de cada iniciativa, y sus integrantes emiten su voto para crear un dictamen, el cual es analizado luego por el pleno de las cámaras de Senadores o de Diputados.

Un recuento de EL UNIVERSAL al trabajo en comisiones, el total de dictámenes en el Senado equivale a 0.98% por legislador, mientras que en Diputados asciende a un acuerdo por curul.

En la Cámara Alta

Cada año el Senado de la República gasta 172.5 millones de pesos para el funcionamiento de las llamadas comisiones legislativas; sin embargo, esta erogación no se traduce en eficacia, ya que en el pasado periodo ordinario de sesiones el número de dictámenes aprobados por el pleno y previamente por alguna de esas comisiones, apenas alcanzó una efectividad de 0.98% por cada legislador.

Es decir, de febrero al último tramo del periodo ordinario de sesiones (abril), ni siquiera el promedio es de un dictamen avalado por cada senador, a pesar de que el número de comisiones es de 84 en total.

A este balance hay que agregar un fenómeno más. Hay más generales que tropa: 70 senadores, más de la mitad del total de 128 que existen, son presidentes de una comisión legislativa en la Cámara Alta, lo que tampoco se traduce necesariamente en acuerdos legislativos ni en la aprobación de reformas de gran calado.

Cada mes el Senado destina 14 millones 375 mil pesos para garantizar el funcionamiento de las 84 comisiones, entre las denominadas ordinarias, especiales y bicamerales.

De ese número, 59 son comisiones ordinarias, las cuales son presididas por un senador. Ante el exceso de esas comisiones, lo que no corresponde a la eficiencia del trabajo legislativo, no han faltado las voces que muestran una gran inconformidad.

El senador del PRD, Tomás Torres Mercado, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, aceptó que el gran número de comisiones y la falta de resultados afectan la imagen del Senado, aunque en materia de recursos suelen beneficiar a los presidentes de cada comisión.

En el periodo ordinario de sesiones de febrero a abril pasado, los senadores aprobaron apenas 126 dictámenes, es decir, ni siquiera un dictamen por cada uno de los 128 legisladores.

Entre el paquete de dictámenes avalados se pueden encontrar reformas como la que creó la nueva Ley de Migración, pero, sobre todo, puntos de acuerdo que son exhortos sin responsabilidad u obligación de ejecución y nombramientos y permisos para aceptar condecoraciones.

Cero trabajo, más privilegios

Ser nombrado presidente de una comisión legislativa tiene sus privilegios. En total, cada senador percibe mensualmente una dieta (sueldo) de 122 mil pesos; sin embargo, si preside una comisión recibe más recursos, además de oficinas y de apoyo para tener un secretario técnico.

“El presidente de comisión recibe 50% más o 100% más que un senador común que no sea presidente de comisión”, confirmó Torres Mercado.

La bolsa de privilegios para el presidente de comisión depende de la relación que se tenga con el coordinador parlamentario y puede aumentar significativamente. Torres admite que hay senadores de primera, de segunda y hasta de tercera.

Los recursos son destinados para trabajo de “apoyo legislativo”, en el cual no hay fiscalización.

Además, los legisladores que tienen apoyo de su coordinador suelen viajar más a otros países.

De las 59 comisiones ordinarias que hay en la Cámara Alta, sólo 29 tienen una actividad más o menos constante, con más carga de trabajo y dictaminación de leyes, de reformas o de puntos de acuerdo.

De esta forma, alrededor de 30 comisiones ordinarias registran una escasa carga de trabajo o de plano nula.

Las comisiones que más trabajan son las de Gobernación, Puntos Constitucionales, Justicia, Seguridad Pública, Hacienda y Crédito Público, Salud, Estudios Legislativos (primera, segunda y tercera), Relaciones Exteriores, en sus ocho versiones, además de las de Ciencia y Tecnología, Agricultura y Desarrollo Rural.

También registran carga de trabajo las comisiones de Comercio y Fomento Industrial, de Comunicaciones y Transportes, de Desarrollo Municipal, de Energía y de Marina.

En la misma medida, las comisiones de Educación, de Atención a Grupos Vulnerables, Radio, Televisión y Cinematografía, y de Medio Ambiente.

La Comisión del Distrito Federal está ubicada entre las que mantienen constante trabajo, con reuniones con funcionarios del gobierno capitalino, pero que no necesariamente se traduce en dictámenes y reformas aprobadas.

Labor en San Lázaro

Como tortuga en carretera avanzó el trabajo de la Cámara de Diputados en comisiones, en particular, durante el periodo de sesiones de febrero a abril de 2011, cuando sólo cuatro de sus 44 comisiones registraron alguna producción legislativa.

La mitad, esto es, 22 comisiones, “nadaron de muertito”, con uno o ningún dictamen enviados al pleno.

Las comisiones ordinarias tienen una decena de tareas asignadas por el Reglamento de la Cámara de Diputados, la principal es realizar el dictamen legislativo, esto es, resolver los términos de reformas y leyes nuevas, que al final vota el pleno cameral.

La información legislativa del último periodo de sesiones señala que entre febrero y abril fueron aprobadas tres nuevas leyes, seis reformas constitucionales, 81 reformas a leyes vigentes y emitieron cuatro decretos.

Así, hubo 94 votaciones en el pleno de temas de valor legal, a partir del trabajo que en teoría debieron llevar a cabo 500 diputados en las reuniones de 44 comisiones ordinarias.

La información dispersa arroja que hubo cuatro comisiones con mayor número de dictámenes de reformas aprobados después por el pleno.

El primer lugar lo tiene la Comisión de Medio Ambiente (10 dictámenes), presidida por Ninfa Clara Salinas Sada (PVEM); en segundo sitio está la Comisión de Salud (ocho dictámenes), que encabeza Miguel Antonio Osuna Millán (PAN); en tercero, la Comisión de Economía (siete dictámenes), conducida por Ildefonso Guajardo Villarreal (PRI). El cuarto sitio es de las comisiones de Educación y Gobernación (seis dictámenes cada una), que presiden José Trinidad Padilla López (PRI) y Javier Corral Jurado (PAN).

En cambio, hay 12 comisiones con sólo un dictamen avalado por el pleno en el pasado periodo de sesiones; también, hay un bloque de 10 comisiones en cero y de éstas, cinco son “comisiones zapato”, pues en ellas nada se analizó ni votó, incluidos puntos de acuerdo.

Con base en datos de la Dirección General de Apoyo Parlamentario de la Cámara de Diputados, accesibles en internet, las comisiones de San Lázaro que no tuvieron dictámenes aprobados y sus presidentes son:

Yolanda de la Torre Valdés (PRI), de Atención a los Grupos Vulnerables; José Adán Ignacio Rubí Salazar (PRI), de Comunicaciones; Alma Carolina Viggiano Austria (PRI), de Desarrollo Metropolitano; José Francisco Zorrilla Yuñes (PRI), de Desarrollo Social.

También figuran Luis Felipe Eguía Pérez (PRD), presidente de Fomento Cooperativo; César Octavio Pedroza Gaytán (PAN), de Fortalecimiento al Federalismo; Pablo Escudero Morales (PVEM), de Función Pública; Felipe Cervera Hernández (PRI), de Pesca, y Porfirio Muñoz Ledo (PT), de Relaciones Exteriores.

Con la información disponible en la red, los cinco “refrigeradores legislativos” más ocupados —o con más iniciativas “congeladas”— son los de la Comisión de Hacienda, que preside Mario Alberto Becerra Pocoroba (PAN), con un inventario de 432 iniciativas; Puntos Constitucionales, de Juventino Castro (PRD), con 426 propuestas; Presupuesto, de Alfonso Navarrete (PRI), que tiene 212 asuntos.

Por otra parte, hay 12 comisiones con 10 o menos asuntos pendientes, dado que sus materias han sido menos requeridas para legislar. Desarrollo Metropolitano tiene un total de cinco expedientes; fortalecimiento al Federalismo, seis, y Marina, 12.

Las “comisiones zapato”, que pasaron el periodo sin ninguna aprobación, son Desarrollo Metropolitano, Fortalecimiento al Federalismo, Función Pública y Relaciones Exteriores.

A la fecha, las revisiones de factores de desempeño o productividad legislativa se han enfocado en las tareas de las bancadas de los partidos políticos y del pleno en conjunto.

Con un nuevo reglamento, desde enero pasado, la Cámara de Diputados abrió una etapa para fortalecer el trabajo interno.

Pero en el Congreso, cada Legislatura crea más y más comisiones especiales que funcionan, a veces, como premios de consolación



Fuente: El Universal