martes, 10 de diciembre de 2013

Adelantan protestas contra alza al Metro en 9 estaciones, usuarios entran sin pagar| El metro más caro del mundo

Las protestas contra el alza al boleto del Metro llegaron hoy a nueve estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro), por lo que centenas de personas se saltaron los torniquetes para no pagar su pasaje.  

A pesar de que la protesta principal fue convocada para el próximo viernes, grupos de estudiantes y activistas sociales promovieron desde hoy la liberación de torniquetes para exigir al Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, que dé marcha atrás al incremento de dos pesos al costo del boleto.  

Con dicho aumento, el pasaje del Metro pasara de tres a cinco pesos a partir del próximo viernes 13 de diciembre.  

Reportes de la Policía Capitalina señalaron que los llamados al “Metro Popular” y “Yo me salto” tuvieron eco hoy en las estaciones Universidad y Copilco de la Línea 3, La Raza y Politécnico de las Líneas 3 y 5, Barranca del Muerto de la Línea 7 y Buenavista de la Línea B.  

De igual forma, hubo liberación de torniquetes y paso gratuito de usuarios en las estaciones Taxqueña, Chabacano y Bellas Artes de la Línea 2, aunque las dos últimas tienen correspondencia con las Líneas 8 y 9.  

De acuerdo con los reportes policiacos, no se trata de un solo grupo de inconformes, sino de varias células que llegan por sorpresa a las estaciones, repartiendo boletos contra el alza de dos pesos y ayudando a la gente a no pagar su ingreso al STC.  

Cada grupo está integrado por 10 a 20  jóvenes que gritan consignas contra el Jefe de Gobierno capitalino y el Presidente Enrique Peña Nieto, los cuales se apoderan de los torniquetes por lapsos de tiempo que van de media hora a una hora.  

Los policías auxiliares que vigilan las taquillas del Metro, regularmente uno por cada acceso a ese sistema de transporte, son rebasados por los inconformes y por los propios usuarios que se suman con gusto a la protesta, por lo que no pueden intervenir.  

Hasta el momento, ninguna persona ha sido remitida a juzgados cívicos por participar en dichas protestas, confirmaron fuentes policiacas.  

Los llamados al “Metro Popular” y la iniciativa “Yo me Salto” han sido convocadas por decenas de cuentas en redes sociales y se espera que el próximo viernes haya más grupos promoviendo este tipo de protestas.

El metro más caro del mundo

El Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera ha sorprendido a los capitalinos con la noticia de que para el 2014 pretende aumentar el precio del metro de 3 a 5 pesos. Mancera argumenta que el precio de cada pasajero, sin el subsidio que otorga el gobierno del Distrito Federal, es de 10.50 pesos por viaje, lo que ha ocasionado que el subsidio represente un alto costo para el presupuesto de la ciudad. Bajo esta justificación el aumento al precio del metro parece razonable, especialmente si pensamos que casi todos los metros en el mundo tienen un costo más elevado que el que pagamos en el Distrito Federal.
En precios absolutos probablemente Mancera tenga un buen punto, pero si hacemos una comparación del precio del metro con el salario mínimo entre los diferentes países podemos obtener un valor más objetivo sobre qué “tan caro” o “barato” es un viaje sencillo en metro.
Actualmente, en México un trabajador que gana el salario mínimo tiene que trabajar 50 minutos (0.83 horas) para poder pagar dos boletos de metro, lo que resulta razonable en relación con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Con el nuevo precio del metro (5 pesos), el mismo trabajador tendría que trabajar 1 hora 22 minutos  (1.38 horas) para poder tomar el metro dos veces al día, lo que convierte a México en el país con el sistema de metro más costoso de los países de la OCDE.
Gráfica 1 metro
Lo que hace esta situación un poco más grave es que incluso en todos estos países – excepto en México – los boletos de metro pueden adquirirse con una gran variedad de descuentos: a estudiantes, a niños, a personas mayores de edad, semanales, mensuales, anuales, lo cual ni siquiera se ve reflejado en la Gráfica 1. Más aún, estos boletos normalmente incluyen el acceso a diversos medios de transporte público y se pueden comprar por tiempo, es decir, con un solo boleto se pueden hacer todos los recorridos necesarios con los diferentes medios de transporte público disponibles en una fracción de tiempo determinada. En la Ciudad de México es necesario pagar cada vez que se usa el metro, el metrobus, el camión. Esta situación reduce la eficiencia del transporte público, lo que desincentiva su uso. Tomando en cuenta todas estas circunstancias, el Distrito Federal ofrece un servicio de metro extremadamente costoso.
Dada la inmensidad de la Zona Metropolitana de la Cuidad de México, muchos trabajadores que reciben el salario mínimo necesitan dos diferentes medios de transporte público para llegar a su trabajo. Al día, este trabajador pagará en 2014 entre 20 y 22 pesos sólo para trasladarse de su casa al trabajo y de regreso, con los cual consumirá una tercera parte de su ingreso.
Una comparación entre México y los países de la OCDE podría ser un poco injusta, pues en general estos países presentan mejores niveles de desarrollo. Sin embargo, al realizar este mismo ejercicio con otros sistemas de metro de ciudades Latinoamericanos como  Buenos Aires, Caracas, Lima, Medellín, Río de Janeiro y Sao Paulo encontramos conclusiones similares. A pesar de que el metro es más costoso en países Latinoamericanos  que en los países miembros de la OCDE, la Ciudad de México sigue siendo – con Río de Janeiro y Sao Paulo – el sistema de metro más costoso para las clases con menores ingresos.
Gráfica 2 metro
Además, ambas ciudades – Sao Paulo y Río de Janeiro – ofrecen descuentos y precios especiales que el Distrito Federal no ofrece. En Sao Paulo por ejemplo, los desempleados y las personas con discapacidad, además de los niños, los estudiantes y las personas de la tercera edad reciben un descuento especial en el metro (sin considerar que la infraestructura y eficiencia del transporte son mucho mejores en estas ciudades). También cuentan con boletos que pueden ser usados hasta por 3 horas en cualquiera de los medios de transporte público que se ofrecen dentro de la ciudad. En Río de Janeiro la situación es similar. Incluso, ambas ciudades tienen precios especiales cuando se compran muchos boletos al mismo tiempo con la idea de incentivar su uso.
De acuerdo al INEGI, 13% de la población ocupada gana menos de un salario mínimo, 24% recibe entre 1 y 2 salarios mínimos y 21% entre 2 y 3 salarios mínimos. Tomando en cuenta que una parte importante de la población no recibe un ingreso – niños, estudiantes, amas de casa, personas de la tercera edad – podemos afirmar que el elevar el precio del metro de 3 a 5 pesos afectará gravemente a la población de menores ingresos, que en esta ciudad son normalmente usuarios del metro.
La discusión, sin embargo, debería centrarse en por qué la Cuidad de México tiene que pagar tantos subsidios al transporte público si el servicio que ofrece es en general inferior al de los países de la OCDE y a la mayoría de los países Latinoamericanos. El primer paso debería de ser mejorar la eficiencia en el sistema de transporte público y homogeneizarlo con los otros sistemas (metrobus, camiones, trolebuses) seguido del diseño de una estructura de precios que ofrezca beneficios a los de menores ingresos (como en Buenos Aires con la “tarifa social”), así como incentivos para que un mayor número de personas use el transporte público. El aumento al salario mínimo debería de ser también una alternativa, sin embargo, actualmente parece difícil ejecutarla.


Fuente: Noticias MVS| Juan Omar Fierro| Animal Político| Por: Mariana Gómez Sánchez y Rolf Siegel