Contaminación en la Ciudad de México. Foto: Eduardo Miranda
En un comunicado, explicó que luego analizar los datos de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico, los especialistas observaron que el 3 de mayo –el día siguiente de la aplicación del doble Hoy no Circula por la declaración de la Fase 1 de Contingencia– los niveles máximos de los óxidos de nitrógeno (NOx, uno de los precursores de ozono) disminuyeron aproximadamente 50%. Sin embargo, el ozono alcanzó un valor máximo de alrededor de 160 partes por billón (ppb).
Para el 4 de mayo, segundo día de la medida restrictiva en la que dejaron de circular dos millones de autos aproximadamente, los niveles máximos de NOx disminuyeron aproximadamente 40%; no obstante, a las 15:00 horas el nivel máximo de ozono alcanzó aproximadamente 180 ppb; es decir, subió 20 unidades.
Con estos datos, el CCA aseguró que “aplicar el doble Hoy No Circula (al disminuir de forma desigual las emisiones de NOx y compuestos orgánicos volátiles) induce a que la reactividad atmosférica de formación de ozono se incremente. Además, si se tienen altas temperaturas las velocidades de propagación de la cadena fotoquímica son más intensas”.
Bajo este contexto, el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM alertó que “de no tomarse medidas concretas para disminuir los niveles de ozono, las contingencias “se repetirán año con año durante los meses de calor, debido a que las condiciones meteorológicas no varían mucho, pues son procesos naturales”.
No obstante, los especialistas reiteraron que “las decisiones sobre el desordenado crecimiento de la ciudad, la mala planeación del transporte y la falta de inversión, entre otras, además de permitir la corrupción, sí son responsabilidad de las autoridades”.
Por tal razón, advirtieron que se debe “empezar a mejorar la planeación de la megalópolis y las otras ciudades de los diferentes estados del país que están siguiendo el mismo patrón de crecimiento”.
Se desploma venta de autos nuevos en la CDMX
“Está muerto el mercado en la Ciudad de México”, fueron las palabras que me dijo el director general de una de las empresas multinacionales que vende autos en el país. El daño es brutal, refirió, y citó dos aspectos que destrozaron al mercado: la depreciación del peso frente al dólar y el Hoy No Circula. Esta es la primera vez que escucho a uno de los directores generales de una empresa global de autos revelando con franqueza la realidad que se vive en el segundo trimestre de 2016 en esta industria.
Compartió conmigo dos cifras paradójicas y contrapuestas, que en su naturaleza suenan sumamente disruptivas respecto de las tendencias de lo que solíamos escuchar. La primera es que el mercado en el norte y particularmente en la frontera está creciendo a un ritmo de 40 por ciento este año. Una locura. La razón de esto es que el ingreso disponible de muchos habitantes de la zona fronteriza está ligado al dólar, con lo que su ritmo de consumo está muy sano. Ganan en dólares y gastan en dólares. Bien.
Pero la segunda cifra es la que congela cualquier optimismo: el mercado de autos nuevos en la Ciudad de México se está desplomando a una tasa de diez por ciento, alimentado por la depreciación (muchos de los autos que se venden en el país son importados; estos modelos están sufriendo particularmente). En adición, el Hoy No Circula, a pesar de tener un carácter temporal, sí afectó la venta de autos nuevos.
“Quien tiene para comprar un Audi nuevo no tiene para comprar dos”, me dice, de la misma forma que afirma que si alguien tiene dinero para adquirir un subcompacto nuevo, no lo tiene para la adquisición de otra unidad que también sea nueva. Nadie puede comprar dos autos para circular diario. ¿Resultado? La gente sí está comprando dos autos, pero usados y con tecnología de hace diez años.
Hoy que hay doble Hoy No Circula la gente inundará las agencias de autos usados en la Ciudad de México para seguir indagando sobre la compra de estas unidades viejas. Adicionalmente, no debe extrañarnos que crezca el descontento. La autoridad no ha anunciado ninguna medida coherente y profunda para resolver el problema del transporte público en la capital. Si el gobierno cree que la gente le está creyendo en la temporalidad de las medidas, no es cierto.
La CAMe afirma que el Hoy No Circula y el doble Hoy No Circula tienen como propósito cuidar nuestra salud. Sus integrantes piensan ingenuamente que les creemos. Lo cierto es que si eso fuera verdad tendríamos desde hace años alta calidad en el transporte público. Que no nos vengan a decir que en las últimas seis semanas se convirtieron en los guardianes de nuestro bienestar corporal. Lo cierto es que eso nadie se los está creyendo.
Compartió conmigo dos cifras paradójicas y contrapuestas, que en su naturaleza suenan sumamente disruptivas respecto de las tendencias de lo que solíamos escuchar. La primera es que el mercado en el norte y particularmente en la frontera está creciendo a un ritmo de 40 por ciento este año. Una locura. La razón de esto es que el ingreso disponible de muchos habitantes de la zona fronteriza está ligado al dólar, con lo que su ritmo de consumo está muy sano. Ganan en dólares y gastan en dólares. Bien.
Pero la segunda cifra es la que congela cualquier optimismo: el mercado de autos nuevos en la Ciudad de México se está desplomando a una tasa de diez por ciento, alimentado por la depreciación (muchos de los autos que se venden en el país son importados; estos modelos están sufriendo particularmente). En adición, el Hoy No Circula, a pesar de tener un carácter temporal, sí afectó la venta de autos nuevos.
“Quien tiene para comprar un Audi nuevo no tiene para comprar dos”, me dice, de la misma forma que afirma que si alguien tiene dinero para adquirir un subcompacto nuevo, no lo tiene para la adquisición de otra unidad que también sea nueva. Nadie puede comprar dos autos para circular diario. ¿Resultado? La gente sí está comprando dos autos, pero usados y con tecnología de hace diez años.
Hoy que hay doble Hoy No Circula la gente inundará las agencias de autos usados en la Ciudad de México para seguir indagando sobre la compra de estas unidades viejas. Adicionalmente, no debe extrañarnos que crezca el descontento. La autoridad no ha anunciado ninguna medida coherente y profunda para resolver el problema del transporte público en la capital. Si el gobierno cree que la gente le está creyendo en la temporalidad de las medidas, no es cierto.
La CAMe afirma que el Hoy No Circula y el doble Hoy No Circula tienen como propósito cuidar nuestra salud. Sus integrantes piensan ingenuamente que les creemos. Lo cierto es que si eso fuera verdad tendríamos desde hace años alta calidad en el transporte público. Que no nos vengan a decir que en las últimas seis semanas se convirtieron en los guardianes de nuestro bienestar corporal. Lo cierto es que eso nadie se los está creyendo.
Fuente: Proceso| La Redacción| El Financiero| CARLOS MOTA