Documentos revelados en Estados Unidos presentan declaraciones de testigos protegidos en las que se dan a conocer cómo ex gobernadores y el actual candidato priista al Gobierno de Tamaulipas, Baltazar Hinojosa, estaban presentes en reuniones con integrantes del cártel de Los Zetas, quienes entregaban sobornos a cambio de que los dejaran operar libremente en la entidad.
Funcionarios del Gobierno de Tamaulipas han recibido sobornos por parte de los cárteles de la droga para mantener a las fuerzas del orden a distancia de los cargamentos que cruzan por la frontera, así lo muestran documentos judiciales, en los que señalan que estos sobornos van a dar a las campañas políticas.
Breibart Texas tuvo acceso a documentos de testimonios judiciales tomados a testigos protegidos tanto por la Procuraduría General de la República (PGR) de México, como del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El medio estadounidense publicó parte de estos archivos en los que revela una serie de acusaciones que incluyen a famosos políticos y hombres de negocios en Tamaulipas como parte del grupo que ha participado o que ha sido testigo del pago de estos sobornos.
Los documentos se refieren a una medida cautelar o ‘amparo’ presentada por los abogados que representan al ex Gobernador de Tamaulipas, Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba. La orden judicial, la cual fue denegada, era para evitar que el ex mandatario fuera arrestado en México con el objetivo de extraditarlo a Texas. Yarrington es buscado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por cargos de lavado de dinero y conspiración para el tráfico de drogas a ese país.
LOS INVOLUCRADOS
De un modo similar, el ex Gobernador Eugenio Hernández Flores también es buscado por cargos de lavado de dinero a pesar de que continuamente hace apariciones públicas en Tamaulipas. Ambos políticos son considerados fugitivos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Uno de los político que aparecen en los documentos por presuntamente haber estado presente en una reunión para la entrega de sobornos es el actual candidato a Gobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Baltazar Hinojosa Ochoa, quien en ese momento era un jugador político menor. Más tarde se convirtió en el Alcalde de Matamoros.
Otro político mencionado es el fallecido candidato a Gobernador, también por el PRI, Rodolfo Torre Cantú, el hermano del actual Gobernador de Tamaulipas, que fue asesinado por Los Zetas justo antes de la elección.
Los testigos protegidos obedecen a los nombres de Ángeles, Pedro, Pitufo, Óscar, Yeraldin y Rufino.
En el caso de Ángeles, indentificó operador político que se trasladó a Estados Unidos y ahora es un informante de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
Pedro mencionó a Rubén Cavazos e Ignacio Salazar, quien afirmó que se han unido a la Policía Municipal de Reynosa, Tamaulipas, y sirvió como el hilo conductor de un ex policía llamado César “El Pollo” Eduardo García.
Otro testigo protegido, Pitufo, fue identificado como un ex zeta de nombre José Salvador Puga Quintanilla.
Óscar se identifica en los documentos judiciales como Cesar Eduardo “El Pollo” García, que era un agente de la policía del estado de Tamaulipas antes de convertirse en un miembro del cártel. Con el tiempo se convirtió en un informante de la DEA.
En una de sus declaraciones, Peña Arguelles confesó ser el enlace entre el Gobierno y los miembros del cártel de Tamaulipas. Peña dijo que durante la década de 2000 se ocupó directamente entregar los sobornos entre los miembros del gobierno en nombre de “El 40.” Si bien el nombre del jefe del cártel se perdió , el apodo coincide con el líder zeta superior Miguel “40 o Z40” Treviño Morales, actualmente preso.
LOS ENLACES
Arguelles habló de su encuentro con varios jefes del cártel en Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo para recoger los envíos de efectivo a granel de los líderes del cártel, que enviaban para las campañas a Gobernador Las declaraciones hechas por Arguelles y los otros testigos protegidos afirman que los sobornos fueron pagados con el fin de que el Gobierno dejara actuar a los cárteles.
El testigo que identificó sólo como Pedro afirmó haber estado presente en las reuniones con diversos jefes de los cárteles entregando maletas llenas de dinero para las campañas a Gobernador.
“A pesar de los casos implican a decenas de políticos y empresarios de Tamaulipas, por razones desconocidas, el Gobierno mexicano ha fallado en ir tras ellos. El Gobierno mexicano también ha dejado de moverse contra Yarrington y Hernández, ambos considerados fugitivos. A pesar de su condición, Hernández sigue haciendo apariciones públicas en Tamaulipas, donde ha estado haciendo campaña por su ‘amigo’, el actual candidato a Gobernador Baltazar Hinojosa”.
Citan los testigos algunas conversaciones en las que se usan frases clave, por ejemplo, “me gustó mucho el concierto; vimos a un hombre que llevaba la cabeza vendada”.
Breibart Texas tuvo acceso a documentos de testimonios judiciales tomados a testigos protegidos tanto por la Procuraduría General de la República (PGR) de México, como del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El medio estadounidense publicó parte de estos archivos en los que revela una serie de acusaciones que incluyen a famosos políticos y hombres de negocios en Tamaulipas como parte del grupo que ha participado o que ha sido testigo del pago de estos sobornos.
Los documentos se refieren a una medida cautelar o ‘amparo’ presentada por los abogados que representan al ex Gobernador de Tamaulipas, Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba. La orden judicial, la cual fue denegada, era para evitar que el ex mandatario fuera arrestado en México con el objetivo de extraditarlo a Texas. Yarrington es buscado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por cargos de lavado de dinero y conspiración para el tráfico de drogas a ese país.
LOS INVOLUCRADOS
De un modo similar, el ex Gobernador Eugenio Hernández Flores también es buscado por cargos de lavado de dinero a pesar de que continuamente hace apariciones públicas en Tamaulipas. Ambos políticos son considerados fugitivos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Uno de los político que aparecen en los documentos por presuntamente haber estado presente en una reunión para la entrega de sobornos es el actual candidato a Gobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Baltazar Hinojosa Ochoa, quien en ese momento era un jugador político menor. Más tarde se convirtió en el Alcalde de Matamoros.
Otro político mencionado es el fallecido candidato a Gobernador, también por el PRI, Rodolfo Torre Cantú, el hermano del actual Gobernador de Tamaulipas, que fue asesinado por Los Zetas justo antes de la elección.
Los testigos protegidos obedecen a los nombres de Ángeles, Pedro, Pitufo, Óscar, Yeraldin y Rufino.
En el caso de Ángeles, indentificó operador político que se trasladó a Estados Unidos y ahora es un informante de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
Pedro mencionó a Rubén Cavazos e Ignacio Salazar, quien afirmó que se han unido a la Policía Municipal de Reynosa, Tamaulipas, y sirvió como el hilo conductor de un ex policía llamado César “El Pollo” Eduardo García.
Otro testigo protegido, Pitufo, fue identificado como un ex zeta de nombre José Salvador Puga Quintanilla.
Óscar se identifica en los documentos judiciales como Cesar Eduardo “El Pollo” García, que era un agente de la policía del estado de Tamaulipas antes de convertirse en un miembro del cártel. Con el tiempo se convirtió en un informante de la DEA.
En una de sus declaraciones, Peña Arguelles confesó ser el enlace entre el Gobierno y los miembros del cártel de Tamaulipas. Peña dijo que durante la década de 2000 se ocupó directamente entregar los sobornos entre los miembros del gobierno en nombre de “El 40.” Si bien el nombre del jefe del cártel se perdió , el apodo coincide con el líder zeta superior Miguel “40 o Z40” Treviño Morales, actualmente preso.
LOS ENLACES
Arguelles habló de su encuentro con varios jefes del cártel en Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo para recoger los envíos de efectivo a granel de los líderes del cártel, que enviaban para las campañas a Gobernador Las declaraciones hechas por Arguelles y los otros testigos protegidos afirman que los sobornos fueron pagados con el fin de que el Gobierno dejara actuar a los cárteles.
El testigo que identificó sólo como Pedro afirmó haber estado presente en las reuniones con diversos jefes de los cárteles entregando maletas llenas de dinero para las campañas a Gobernador.
“A pesar de los casos implican a decenas de políticos y empresarios de Tamaulipas, por razones desconocidas, el Gobierno mexicano ha fallado en ir tras ellos. El Gobierno mexicano también ha dejado de moverse contra Yarrington y Hernández, ambos considerados fugitivos. A pesar de su condición, Hernández sigue haciendo apariciones públicas en Tamaulipas, donde ha estado haciendo campaña por su ‘amigo’, el actual candidato a Gobernador Baltazar Hinojosa”.
Citan los testigos algunas conversaciones en las que se usan frases clave, por ejemplo, “me gustó mucho el concierto; vimos a un hombre que llevaba la cabeza vendada”.
New York Times, en el juego desestabilizador de EE.UU
Si el tema de los derechos humanos es un instrumento de presión constante de los EE.UU. sobre México, la información de la semana pasada del The New York Times debe leerse más en el contexto de un replanteamiento de una estrategia de inteligencia y seguridad nacional en el escenario del avance de Donald Trump hacia la Casa Blanca.
El NYT ha dejado hace tiempo de ser una hazaña periodística porque se han ido descubriendo sus actividades como parte de la política exterior desde la seguridad nacional del imperio. El Times censuró notas propias y no incluyo otras en función de los intereses de seguridad nacional de la diplomacia de la dominación.
La información sobre la letalidad de las fuerzas de seguridad y sobre todo en el ejército en acciones de seguridad interior no representó un esfuerzo de indagación periodística sino el reflejo de una nueva fase de presiones de la comunidad militar, de inteligencia, de seguridad nacional y diplomática que ocurre cada renovación de ejecutivo federal en la Casa Blanca.
En este sentido, la nota del NYT tiene un contexto:
--El arribo finalmente de la nueva embajadora de Washington, Roberta Jacobson, proveniente de la comunidad del Departamento de Estado en los tiempos de los Clinton en la Casa Blanca y de Hillary Clinton en esa oficina. Por tanto, su designación fue una maniobra del presidente Barack Obama para involucrar la agenda de México en la campaña presidencial de Hillary.
--Los recientes nombramientos de un embajador mexicano en Washington experto solo en temas migratorios consulares y un nuevo subsecretario de Relaciones Exteriores encargado de la agenda EE.UU. y de la nueva política de comunicación hacia medios extranjeros. La nota del NYT reveló temas que ya rebasaron a los nuevos funcionarios mexicanos.
--Las nuevas informaciones en el sentido de más muertes con armas extraviadas en la Operación Rápido y Furioso de la oficina de armas de los EE.UU. Antes que reconocer el error, Washington va a buscar poner la violencia en México por encima de aquella operación fracasada.
--El tema México en la campaña presidencial de los EE.UU.: desdeñada la agenda migratoria de Trump, ahora Hillary Clinton ha tenido que presionar a México para evitar la pérdida de votos. El asunto sería menor en los EE.UU. de no haber sido la habilidad de Trump para hacerla agenda central de su campaña.
En cambio, el NYT ha carecido de un marco analítico equilibrado, uno de los principios éticos del periodismo estadunidense. El tono de la nota de los reporteros Azam Ahemd y Eric Schmitt pierde el referente local: más de 200 mil civiles muertos en Irak y Afganistán por la letalidad de los ataques militares estadunidenses, miles de vietnamitas muertos por el uso de la guerra química del napalm, miles de soldados estadunidenses afectados por el factor naranja como otro uso de armas químicas que dañaron a sus propios soldados, abusos de presos árabes en Guantánamo y la prisión de Abu Ghraib sin castigo a los torturadores, más de mil 100 ciudadanos asesinados en 2015 por la letalidad de la policía, promedio de 400 civiles muertos por la letalidad de la policía en años anteriores al 2014. En mayo y noviembre del 2015 hubo protestas de ciudadanos en Nuevas York contra la letalidad de la policía contra civiles.
La nota del NYT nada tiene que ver con los derechos humanos sino que representa una nueva fase de presiones desestabilizadoras.
Política para dummies: La política es la incoherencia de la coherencia.
Sólo para sus ojos:
- Rumbo a las primarias de California, Hillary Clinton se derrumba día a día, mientras formalmente Donald Trump ya es candidato porque rebasó el nivel necesario de delegados comprometidos. En el equipo de campaña de la ex primera dama comienza a cundir el sentimiento de derrota. En California hay un ambiente festivo a favor de Bernie Sanders.
- Más actos de desesperación del PRI. En Puebla dirigentes priistas locales clausuraron la puerta de la casa de gobierno para culpar al gobernador panista Rafael Moreno Valle del fracaso de la candidata priista Blanca Alcalá. Hay amenaza de resistencia civil y huelgas de hambre priista.
- Mucha tensión por aumento en la violencia criminal en Oaxaca, Veracruz y sobre todo Tamaulipas. O el crimen organizado quiere sacar raja de la violencia o grupos priistas quieren atemorizar a los electores para que no salgan a votar el domingo.
El NYT ha dejado hace tiempo de ser una hazaña periodística porque se han ido descubriendo sus actividades como parte de la política exterior desde la seguridad nacional del imperio. El Times censuró notas propias y no incluyo otras en función de los intereses de seguridad nacional de la diplomacia de la dominación.
La información sobre la letalidad de las fuerzas de seguridad y sobre todo en el ejército en acciones de seguridad interior no representó un esfuerzo de indagación periodística sino el reflejo de una nueva fase de presiones de la comunidad militar, de inteligencia, de seguridad nacional y diplomática que ocurre cada renovación de ejecutivo federal en la Casa Blanca.
En este sentido, la nota del NYT tiene un contexto:
--El arribo finalmente de la nueva embajadora de Washington, Roberta Jacobson, proveniente de la comunidad del Departamento de Estado en los tiempos de los Clinton en la Casa Blanca y de Hillary Clinton en esa oficina. Por tanto, su designación fue una maniobra del presidente Barack Obama para involucrar la agenda de México en la campaña presidencial de Hillary.
--Los recientes nombramientos de un embajador mexicano en Washington experto solo en temas migratorios consulares y un nuevo subsecretario de Relaciones Exteriores encargado de la agenda EE.UU. y de la nueva política de comunicación hacia medios extranjeros. La nota del NYT reveló temas que ya rebasaron a los nuevos funcionarios mexicanos.
--Las nuevas informaciones en el sentido de más muertes con armas extraviadas en la Operación Rápido y Furioso de la oficina de armas de los EE.UU. Antes que reconocer el error, Washington va a buscar poner la violencia en México por encima de aquella operación fracasada.
--El tema México en la campaña presidencial de los EE.UU.: desdeñada la agenda migratoria de Trump, ahora Hillary Clinton ha tenido que presionar a México para evitar la pérdida de votos. El asunto sería menor en los EE.UU. de no haber sido la habilidad de Trump para hacerla agenda central de su campaña.
En cambio, el NYT ha carecido de un marco analítico equilibrado, uno de los principios éticos del periodismo estadunidense. El tono de la nota de los reporteros Azam Ahemd y Eric Schmitt pierde el referente local: más de 200 mil civiles muertos en Irak y Afganistán por la letalidad de los ataques militares estadunidenses, miles de vietnamitas muertos por el uso de la guerra química del napalm, miles de soldados estadunidenses afectados por el factor naranja como otro uso de armas químicas que dañaron a sus propios soldados, abusos de presos árabes en Guantánamo y la prisión de Abu Ghraib sin castigo a los torturadores, más de mil 100 ciudadanos asesinados en 2015 por la letalidad de la policía, promedio de 400 civiles muertos por la letalidad de la policía en años anteriores al 2014. En mayo y noviembre del 2015 hubo protestas de ciudadanos en Nuevas York contra la letalidad de la policía contra civiles.
La nota del NYT nada tiene que ver con los derechos humanos sino que representa una nueva fase de presiones desestabilizadoras.
Política para dummies: La política es la incoherencia de la coherencia.
Sólo para sus ojos:
- Rumbo a las primarias de California, Hillary Clinton se derrumba día a día, mientras formalmente Donald Trump ya es candidato porque rebasó el nivel necesario de delegados comprometidos. En el equipo de campaña de la ex primera dama comienza a cundir el sentimiento de derrota. En California hay un ambiente festivo a favor de Bernie Sanders.
- Más actos de desesperación del PRI. En Puebla dirigentes priistas locales clausuraron la puerta de la casa de gobierno para culpar al gobernador panista Rafael Moreno Valle del fracaso de la candidata priista Blanca Alcalá. Hay amenaza de resistencia civil y huelgas de hambre priista.
- Mucha tensión por aumento en la violencia criminal en Oaxaca, Veracruz y sobre todo Tamaulipas. O el crimen organizado quiere sacar raja de la violencia o grupos priistas quieren atemorizar a los electores para que no salgan a votar el domingo.
Fuente: Sin Embargo| Por Ildefonso Ortiz| Indicador Político| Carlos Ramírez