Si los millones de mexicanos que rentan, están pagando o planean comprar casa han enfurecido por el aumento de 16% de IVA que Enrique Peña Nieto quiere cobrarles a partir del próximo año, otra salvajada en letras chiquitas los va a indignar aún más: El gobierno planea confiscar a los trabajadores parte de sus ahorros para vivienda sólo para cumplir una promesa de campaña.
En efecto, en una medida expropiatoria que no sólo afecta a la clase media sino a todos los trabajadores inscritos en el IMSS y en el ISSSTE —los más modestos del país—, Peña se propone arrebatarles a los asalariados el 60% de su patrimonio bimestral para vivienda que aportan los patrones.
Ese dinero de los trabajadores, concentrado en su Subcuenta de Vivienda, será destinado al seguro de desempleo para que Peña cumpla una promesa que hizo en su campaña, pero que expropia también la esperanza de millones de mexicanos de comprar o pagar más pronto una vivienda.
Si el aumento de 16% IVA en hipotecas es de por sí un golpe brutal a seis millones y medio de familias que tienen un crédito hipotecario, la confiscación de más de la mitad del patrimonio de la Subcuenta de Vivienda es —insisto— una salvajada: sólo en el IMSS están inscritos 16 millones 362 mil 732 trabajadores, de los cuales 86.3% son permanentes.
Este plan de Peña, incluido en su reforma fiscal, es claramente violatorio del artículo 4 de la Constitución: “Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.
Pero en vez de procurar “los instrumentos y apoyos necesarios” para que los trabajadores accedan a una vivienda para su familia, Peña mete la mano a sus bolsillos para condenarlos a la marginalidad, mientras el gobierno mantiene sus lujos y los grandes empresarios siguen sin pagar impuestos.
El loable propósito de crear un seguro de desempleo para México —único país de la OCDE que no tiene— se desvirtúa con el mecanismo para financiarlo, porque recae en los trabajadores más modestos.
Actualmente los trabajadores reciben de los patrones el equivalente a 5% de su sueldo cada dos meses y se deposita en su subcuenta de vivienda, que en la mayoría de las ocasiones es la base para contratar un crédito del Infonavit o Fovissste —o un cofinanciamiento con la banca comercial—, pero también para abonarlo al capital de una hipoteca.
De acuerdo con el proyecto de Peña, el trabajador recibirá en su Subcuenta de Vivienda sólo el 40% de esta cuota patronal, mientras que el otro 60% se dividirá en dos partes: El 40% para el seguro de desempleo y el otro 20% para un fondo solidario que ni siquiera se sabe por quién será administrado.
Esto no puede ser aprobado por los diputados y los senadores, pero si lo pretenden no puede ser posible que sea tolerado por tantos millones de mexicanos —priistas incluidos— que no se niegan a pagar impuestos, sino que exigen que sean justos.
Dice el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que la clase media debe hacer un esfuerzo, porque es hora de darle prioridad a los más pobres. Se equivoca. Estas medidas afectan directamente a los asalariados en uno de sus anhelos y derechos, como lo consagra la Constitución: Una vivienda digna para su familia…
¿Tú apoyas el robo de Peña? Yo tampoco.
Apuntes
Ahora mismo los millones de trabajadores inscritos en el IMSS están siendo robados por la banca usurera. Consulten su estado de cuenta de su afore. En mi caso, en sólo cuatro meses perdí casi 10% de mi patrimonio: Fueron 56 mil 882 pesos de mi ahorro para el retiro, que cayó a 689 mil pesos, y mil 779 de mi ahorro voluntario. En ambos casos Afore Banorte XXI me cobró las dos comisiones: 2 mil 618 pesos y 131 respectivamente. Esta es una infamia. Se llama neoliberalismo…
Fuente: Proceso| ÁLVARO DELGADO