Parece que la Secretaría de Hacienda lo consiguió: poner en su contra a todos por el severo apretón que le ha dado al gasto público, y aunque la dependencia a cargo de Luis Videgaray asegura que el subejercicio presupuestal en el primer trimestre de 2013 sólo representa el 5 por ciento y equivale a 8 mil 300 millones de pesos, las propias cifras oficiales desmienten tal afirmación. El hecho, pues, es que la SHCP no ha abierto la chequera, y no son pocos los sectores empresariales, más gobernadores y presidentes municipales, los que se quejan porque el dinero no fluye como se había programado.
Días atrás, el subsecretario de Egresos, Fernando Galindo, afirmó que dicho subejercicio se encuentra focalizado en Sagarpa, SCT y Conagua, con algunos subejercicios pequeños. Se registró un pequeño retraso en el gasto porque se aprobó en diciembre pasado, debido a la entrada del nuevo gobierno, y por el cambio de las reglas de operación. Hay que comentar que el presupuesto se está ejerciendo conforme al calendario publicado en enero de este año. Si revisamos las cifras del informe trimestral, llevamos un avance de 95 por ciento del presupuesto de egresos de la Federación. Aquí es importante, cuando se hace una comparación respecto de otros ejercicios, revisar que el presupuesto del año pasado se aprobó en diciembre de 2012, cuando normalmente se autoriza en noviembre. Ello retrasó efectuar algunas licitaciones adelantadas, que se hacen en los últimos meses del año (La Jornada, Roberto Garduño y Enrique Méndez).
Pues bien, todo indica que el subsecretario Galindo no convenció a nadie, porque la Cámara de Diputados ha documentado que sólo en el caso de Petróleos Mexicanos el subejercicio presupuestal fue de 10 mil 271 millones de pesos (9 por ciento del total) en el trimestre de referencia, mientras que en el caso de la Comisión Federal de Electricidad sumó 6 mil 728 millones (9.4 por ciento del total). Así, estas dos dependencias suman un subejercicio cercano a 17 mil millones de pesos.
La Cámara de Diputados, por medio de su Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, lo explica de la siguiente forma:
Petróleos Mexicanos: durante los primeros tres meses del año, Pemex registró un gasto neto ejercido por 103 mil 322.8 millones de pesos, de acuerdo con los datos proporcionados por la Secretaría de Hacienda en los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Primer Trimestre de 2013. Ese nivel de gasto representa un avance de 91 por ciento respecto al presupuesto modificado de la entidad al periodo, 113 mil 593.8 millones, por lo que se dejaron de ejercer 10 mil 270.6 millones.
Cerca del 40 por ciento del rezago que registra la paraestatal en el ejercicio de su presupuesto se localiza en el gasto no programable (destinado, entre otros conceptos, a deuda pública y participaciones a estados y municipios), donde se obtuvieron ahorros por 4 mil 029.9 millones como consecuencia de un menor costo financiero en el periodo. Sin embargo, en el gasto programable (canalizado, por ejemplo, a educación, salud y carreteras) el rezago asciende a 6 mil 240.7 millones, concentrándose en su mayor parte en el programa proyectos de infraestructura económica de hidrocarburos, donde no se aplicaron 5 mil 133.5 millones.
En dicho trimestre, el presupuesto para el gasto programable fue objeto de importantes adecuaciones, pues se modificaron las asignaciones de los 20 programas presupuestarios a cargo de Pemex (siete de ellos con presupuestos al alza por un total de 6 mil 25.3 millones, y trece a la baja por un total de 5 mil 280.4 millones) por un monto absoluto total de 11 mil 305.7 millones, que equivale a 11.4 por ciento del presupuesto calendarizado al periodo para su Gasto Programable. Dichas adecuaciones tuvieron como efecto, fundamentalmente, la transferencia de recursos de diversos programas de la paraestatal hacia el citado programa, cuyo presupuesto se amplió 12 por ciento), ampliación que de cualquier suerte resultó de poca utilidad, pues en ese programa la entidad incurrió en un subejercicio por 5 mil 133.5 millones.
Comisión Federal de Electricidad: esta paraestatal reportó un gasto neto ejercido por 65 mil 178 millones de pesos durante los primeros tres meses del año. En comparación con su presupuesto calendarizado al periodo (71 mil 906.2 millones), el gasto neto ejercido representó un avance de 90.6 ciento, es decir, dejó de aplicar recursos por 6 mil 728.2 millones. Este rezago provino por completo del gasto programable por 7 mil 157.1 millones, pues el gasto no programable, en cambio, registró un sobre ejercicio de 428.9 millones.
En su informe trimestral, la SHCP asegura que el rezago en el ejercicio del gasto programable de la CFE fue resultado de menores compras de combustibles para la generación de electricidad, lo que no pudo corroborarse en virtud de que la información que presentó es limitada. No obstante, 38 por ciento (2 mil 722 millones) del rezago en la aplicación del gasto programable se concentró en cuatro programas, en su mayoría orientados hacia actividades de operación y mantenimiento, destacando el programa Operación y mantenimiento de las centrales generadoras de energía, cuyo subejercicio por 2 mil 401.2 millones representa 33.5 por ciento del atraso en que incurrió la paraestatal en su gasto programable.
En cuanto al sobrejercicio que registra la CFE en su gasto no programable, que engloba totalmente su costo financiero, llama la atención que no se proporcione ninguna explicación al respecto. El informe trimestral que se refiere es omiso en proporcionar alguna explicación, no obstante que dicho resultado es contrario a lo que se observó en el conjunto del sector público presupuestario, donde el costo financiero fue menor a lo estimado, como resultado de la revaluación del tipo de cambio y la disminución de las tasas de interés.
Las rebanadas del pastel
Crece el escándalo por el caso Granier, pero si la autoridad decidiera investigar y documentar no sólo lo mucho que se comió el tabasqueño, sino lo que sucede en el resto de los estados y lo que hacen sus respectivos gobernadores (sin olvidar lo que acontece en el gobierno federal, el Congreso, el Poder Judicial y los municipios), entonces simplemente se confirmaría que en todas partes se cuecen habas, y muchas. Lo malo es que la gritería dura unos cuantos días, para después olvidar el caso. Sobran los candidatos a ser investigados, pero los cleptócratas normalmente consiguen otro hueso, y plácidamente se instalan sin mayores consecuencias para seguir en lo mismo.
Fuente: La Jornada | Carlos Fernández-Vega