domingo, 10 de julio de 2011

Cerradas, 25 clínicas rurales del IMSS en Edomex por falta de agua y electricidad

La violencia ha ocasionado que dejen de funcionar dos unidades en Chihuahua y Sinaloa

Aumentó la tasa de camas de 0.83 a 0.87 por cada mil derechohabientes, dice reporte interno

A causa de la violencia que se vive en el país, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha tenido que cerrar dos unidades médicas del Programa IMSS-Oportunidades en Chihuahua y Sinaloa. Una más dejó de prestar servicios por la nula demanda de servicios en un municipio de Coahuila y otras 25 nuevas clínicas rurales, en el estado de México, no funcionan por falta de energía eléctrica y agua potable, revela el informe 2010-2011 sobre la situación financiera del organismo.

En el capítulo relativo a las instalaciones y equipo médico, indica que el monto de inversión en ambos años sólo para infraestructura asciende a 7 mil 414 millones de pesos, y con las acciones emprendidas durante el sexenio aumentó la tasa de camas de 0.83 a 0.87 por cada mil derechohabientes.

De esta manera, señala, se revirtió la tendencia decreciente que había prevalecido durante más de 30 años; sin embargo, todavía se requiere un programa de inversión “lo suficientemente agresivo” para evitar que el instituto caiga en una situación de “insuficiencia crónica de oferta hospitalaria”.

Lo anterior, debido a que el número de derechohabientes sigue en aumento y principalmente los pacientes mayores de 65 años con más necesidad de atención hospitalaria.

El informe entregado a fines de junio al Congreso de la Unión y el Poder Ejecutivo, menciona que al cierre de 2010 el Seguro Social contaba con 3 mil 78 unidades del régimen ordinario, de las cuales 2 mil 309 están asignadas a la prestación de servicios médicos o son de apoyo de los mismos, mientras en las otras 769 se desarrollan funciones relacionadas con las prestaciones económicas y sociales, servicios de afiliación y cobranza, así como de administración.

En IMSS-Oportunidades hay 3 mil 915 unidades médicas en operación. Además están las 29 Unidades Médicas Rurales (UMR) de este esquema, que por diversas razones no funcionan. Las ubicadas en El Cable, Chihuahua, y en Jocuistita, Sinaloa, cerraron a causa de la violencia.
En relación con la segunda, el reporte institucional explica que los pobladores migraron a localidades costeras desde hace tres años. En la actualidad no hay habitantes en la comunidad y el equipo de salud se trasladó al Hospital Regional de Villa Unión.

Respecto de la UMR de San Juan Lachao, Oaxaca, señala que suspendió actividades a partir de agosto de 2010 y el personal también se retiró del lugar. Lo anterior derivado de acuerdos tomados con autoridades municipales “para evitar conflictos con la comunidad, al ser una petición emanada de la asamblea general de la población”. El informe no da mayores explicaciones.

En el estado de México se construyeron 25 nuevas UMR para revertir el rezago en cobertura, aunque no han iniciado la prestación de servicios, porque está “en proceso de contratación el servicio eléctrico”.

También en el régimen ordinario existen una clínica familiar y un hospital de segundo nivel sin operar. La primera, en Mexicali, Baja California, que está en revisión y reforzamiento estructural por los daños causados por el sismo del 4 de abril de 2010.

En Miguel Alemán, Tamaulipas, existe un hospital rural que el área médica decidió transferir al régimen ordinario; está cerrado por falta de plantilla médica y falta de equipo.

Un apartado del mismo capítulo del informe del IMSS se refiere al estado físico de los inmuebles, equipos e instalaciones de las unidades médicas. En el régimen ordinario, la mitad está en buenas condiciones; en otro 40 por ciento la situación es regular y en 5 por ciento es considerado malo.

Para IMSS-Oportunidades la evaluación indica que 70 por ciento de las unidades están en buenas condiciones.



Fuente: La Jornada