viernes, 14 de febrero de 2014

“Le acabo de disparar y estoy arrepentido”: policía

Un elemento de la SSP capitalina fue consignado ante un juez por intento de homicidio contra uno de sus compañeros que lo sujeto por la espalda; logró zafarse y le disparó en la cara.

Pablo Tolentino Castro trabajaba para la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, antes de que fuera detenido por presuntamente accionar su arma 9 milímetros en la cara de uno de sus compañeros.

Era la tarde del 10 de febrero. Cerca de las 16:40 horas, cuando Pablo caminaba cerca de las avenidas San Lorenzo y Del Rosal, de la colonia Los Ángeles, en la delegación Iztapalapa. Una persona lo sujetó por la espalda. Se percató que era un policía. Logró zafarse. Sacó el arma que había comprado en la Central de Abastos y disparó. Pablo huyó del lugar a pie, según su declaración ministerial.

Vecinos de la colonia Los Ángeles reportaron a la SSPDF el hecho. Algo diferente a lo que contó Pablo en su declaración ministerial: "varias personas dispararon a un policía", dijeron.

Al llegar al lugar, policías capitalinos encontraron a un compañero lesionado. Recabaron información del agresor y comenzaron con la búsqueda. Pablo fue detenido calles adelante por sus colegas. No opuso resistencia: voluntariamente entregó su 9 milímetros, tipo escuadra, la cual estaba abastecida con cartuchos útiles y que supuestamente iba a vender ese día. Reconoció su responsabilidad: "si le acabo de disparar, fui yo y estoy arrepentido".

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal mencionó en un comunicado que recabó testimonios y elementos de prueba, con los que consignó ante un juez penal a Pablo, por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa.

Pablo fue ingresado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, mientras que el policía lesionado en el rostro por el disparo de la 9 milímetros permanece en terapia intensiva, según la Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Centrales, a través de la Fiscalía Central de Investigación.




Fuente: Milenio| JESÚS BADILLO