Nueva York.- Insectos podrían convertirse en una nueva clase de arma biológica, de acuerdo con un nuevo programa militar de Estados Unidos de cuatro años y 45 millones de dólares, advirtieron expertos. En el proyecto, los insectos podrían usarse para dispersar virus genéticamente modificados en cultivos del programa Insect Allies (Insectos Aliados), según un equipo que incluye científicos especialistas y abogados, señaló la revista Science.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de la Defensa (Darpa), responsable del desarrollo de tecnologías militares estadunidense, indicó que simplemente está tratando de alterar los cultivos que crecen en los campos mediante el uso de virus para transmitir cambios genéticos a las plantas.
En un artículo publicado este jueves en la revista Science (https://goo.gl/NqgFw6), el biólogo molecular Kai Kupferschmidt indicó que Washington tiene que justificar a detalle el propósito pacífico de Insect Allies para evitar que sea percibido como hostil por otros países.
Suena como ciencia ficción: un programa de investigación financiado por el gobierno planea crear insectos portadores de virus que, liberados en grandes cantidades, podrían ayudar a los cultivos a combatir amenazas como plagas, sequías o contaminación. Insectos Aliados se lanzó en 2016 con poca fanfarria pero en un foro de política, cinco investigadores europeos pintan un escenario mucho más sombrío. Si tienen éxito, la técnica podría ser utilizada por actores maliciosos para ayudar a propagar enfermedades a casi cualquier especie de cultivo y devastar las cosechas. La investigación puede ser una violación de la Convención de Armas Biológicas (BWC, por su siglas en inglés), argumenta el artículo.
Eso marcaría un cambio del procedimiento actual de modificar genéticamente las semillas para cultivos como el maíz y la soya antes de sembrarlas, pero la Darpa explicó que su objetivo es proteger los suministros de alimentos del país de amenazas como sequía, enfermedades y bioterrorismo, usando insectos, pulgones y moscas, para infectar las plantas con virus que las protejan. La seguridad alimentaria es seguridad nacional, argumentó Blake Bextine, responsable militar del proyecto.
“Insect Allies persigue contramedidas escalables, fácilmente desplegables y generalizables contra posibles amenazas naturales y artificiales al suministro de alimentos, con el objetivo de preservar el sistema de cultivos estadunidense. La seguridad nacional puede verse en peligro rápidamente por amenazas naturales a los cultivos, incluidos patógenos, sequías, inundaciones y heladas, pero especialmente por amenazas introducidas por actores estatales o no estatales.
El programa busca mitigar el impacto de estas amenazas aplicando terapias dirigidas a plantas maduras con efectos que se expresan en escalas de una sola estación. Tal capacidad proporcionaría una alternativa urgente a los pesticidas, la cría selectiva, la limpieza de tala y quema, así como la cuarentena, sostiene la Darpa en (https://goo.gl/pGmmzF).
Asimismo, el Departamento de Estado defendió el programa y señaló que tiene fines pacíficos y no viola la BWC, y el Departamento de Agricultura indicó que sus científicos forman parte de los estudios que son realizados en laboratorios cerrados y no representan peligro ambiental.
En tanto, Todd Kuiken, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, señaló que no cree que el ejército tenga intención de atacar a otro país con insectos, pero se ve mal que la Darpa financie el proyecto. El simple hecho de que sea un programa militar podría generar este tipo de interrogantes, criticó el especialista. A su vez, el biólogo y coautor del artículo de Science, Guy Reeves, alertó respecto de que esta tecnología es más viable como arma, para matar plantas, que como herramienta agrícola.
Fuente: AP