Monterrey, NL.- Sobre la banqueta de la Calle Rayón hay una fila de cientos de hombres que dobla a la derecha en Melchor Ocampo, en la zona centro de Monterrey.
Son de diferentes estados del País. En sus playeras, a la altura del pecho, tienen una pequeña etiqueta blanca con un número que indica el grupo al que pertenecen y al autobús en donde se subirán más adelante para ir a Estados Unidos.
Llegaron a la ciudad hace días para tramitar nuevamente en las oficinas del Consulado estadounidense la visa H2A, un permiso para trabajar por ocho meses en campos de cultivo del país vecino, algunos contratados por la organización North Carolina Growers Association.
Van 16 años que Ismael Velázquez labora de esa forma en Carolina del Norte, alejado de su esposa y dos hijos. Las jornadas en la pizca de pepino, chile y tabaco, dice, son extenuantes.
Otra vez se apunta para ir, pese a la discriminación del Presidente Donald Trump.
“Hacemos todo lo que es el trabajo pesado”, dice el hombre de 43 años.
“Sin los mexicanos, yo creo que se irían a la quiebra, porque todos los mexicanos somos los que hacemos eso. Los güeros pues no hacen eso. Ellos no están acostumbrados al trabajo fuerte”.
“Él (Trump) dice que vamos a robarle el trabajo a los de allá, pero ellos no se meten a trabajar como nosotros, a lo más pesado. Yo pienso que si nos saca a todos, el país se va a ir a la quiebra”, agrega.
El año pasado le pagaron 10.73 dólares por hora. Los meses que está en México labora como albañil y en una semana no gana lo que allá consigue por día.
Fidel Otero tiene 54 años, y desde hace 27 trabaja en la pizca de tabaco en Carolina del Norte.
“Este trabajo sólo lo hacemos los hispanos, el americano pues no, él se dedica a pura máquina”, platica el hidalguense.
En la Plaza de las Banderas, sobre la Avenida Constitución, esperan los 10 autobuses que abordarán los jornaleros.
“Hacemos el trabajo que muchos otros no quieren realizar. Las cosechas se echan a perder si el mexicano no va”, expresa José Carlos Rico, de 48 años, de San Luis Potosí.
Israel Bautista es de Taxco de Alarcón, Guerrero, donde vive su esposa y su hijo de 14 años.
Pagarle los estudios y que llegue a la universidad lo motiva a volver a Estados Unidos, donde permanecerá hasta el 11 de noviembre, fecha en que vence la visa.
“La gente que va de acá es la que hace el trabajo más pesado. Hay días que desde que amanece hasta que oscurece tiene uno que estar en el campo”, comparte el hombre de 42 años.
El sueño americano ya no es algo que realmente los ilusiona, lo hacen porque es la única forma de vida que han encontrado para sobrevivir.
Economistas Resaltan Aporte de Inmigrantes
En carta al presidente de Estados Unidos, casi mil 500, entre ellos 6 Nobel, destacan la diversidad de habilidades que ejercen los extranjeros en ese país.
Atlanta, Georgia.- Cerca de mil 500 economistas, incluidos seis premios Nobel, enviaron ayer una carta al presidente Donald Trump y a líderes del Congreso en la que resaltan el aporte de los inmigrantes y la necesidad de “modernizar” el sistema migratorio de Estados Unidos.
La misiva, firmada por mil 470 economistas, tanto republicanos como demócratas, destaca que la “inmigración es una de las ventajas competitivas más importantes de Estados Unidos en la economía global.
“Con las garantías apropiadas, la inmigración representa una oportunidad en lugar de una amenaza para nuestra economía y los trabajadores estadunidenses”, señala la carta.
Los economistas destacan además el espíritu emprendedor de los inmigrantes y su juventud, lo cual, aseguran, es vital para renovar la fuerza laboral conforme los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) se retiran, así como la diversidad en cuanto a las habilidades que aportan a la fuerza laboral del país.
“Los inmigrantes son más propensos a trabajar en campos innovadores y creadores de empleos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática, que crean productos que mejoran la (calidad de) vida e impulsan el crecimiento económico”, indican.
Asimismo, los expertos reconocen que la inmigración también tiene un “costo económico”, en especial para aquellos estadunidenses con nivel educativo más bajo, por lo que urgen al Congreso a actuar en esta materia.
“Urgimos al Congreso a modernizar nuestro sistema de inmigración, de forma que se pueda maximizar la oportunidad que la inmigración trae y continuar reafirmando la rica historia de dar la bienvenida a los inmigrantes en Estados Unidos”, señala la carta.
La campaña electoral de Trump y sus primeros meses en la Casa Blanca se caracterizaron por su duro mensaje sobre inmigración, especialmente los indocumentados, y el coste que supone para los trabajadores estadunidenses.
La misiva está dirigida también al líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell; al líder demócrata del Senado, Chuck Schumer; al presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, y a la lideresa demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La iniciativa es impulsada por la coalición Partnership for a New American Economy, creada en 2014 por más de 500 políticos y líderes empresariales, entre los que se encuentran el ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, el exalcalde de San Antonio Julián Castro y el empresario de telecomunicaciones Rupert Murdoch.
Entre los economistas que firmaron la misiva se encuentran los Nobel Alvin E. Roth, Vernon Smith, Angus Deaton, Lars Peter Hansen, Roger Myerson y Oliver Hart, así como economistas que trabajaron en las administraciones de Barack Obama, George W. Bush, Bill Clinton y Ronald Reagan, entre otros.
Una encuesta de la National Association of Business Economics llevada a cabo a principios de este año entre casi 300 de sus miembros encontró que los economistas prefieren políticas migratorias “relajadas”.
Casi 49% de los consultados apoyó un aumento en la inmigración a Estados Unidos y 27% indicó que Trump no debería hacer cambios a las políticas migratorias que heredó de su antecesor, Barack Obama.
CLAVES
PIDEN NO PERSEGUIRLOS
La Unión de Libertades Civiles de América (ACLU) pidió a 13 Departamentos de Sheriffs de Texas olvidar sus planes de aplicar la ley de inmigración, luego que pidieron a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) capacitar a su personal para actuar como agentes migratorios.
La ACLU envió cartas a los sheriffs advirtiendo que los acuerdos de colaboración entre autoridades locales y el ICE bajo el Programa 287 (g) dañan la seguridad pública y la confianza de la comunidad.
Fuente: Reforma y Agencia
