martes, 26 de marzo de 2013

Fallido desalojo de proyecto eólico deja 16 heridos en Oaxaca

OAXACA, Oax.- Por lo menos 16 heridos, entre ellos 11 policías estatales y cinco integrantes de la Asamblea del Pueblo Juchiteco, así como una mujer policía que se encuentra en calidad de rehén, fue el saldo de un desalojo fallido en Playa Vicente, donde lugareños mantienen un bloqueo en contra del proyecto eólico de la empresa española Gas Natural Fenosa.

De acuerdo con datos de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) son 10 los heridos, aunque informes extraoficiales revelan que son más de 15, entre ellos dos policías estatales con traumatismo craneoencefálico, además de la policía estatal Liliana Sánchez Sánchez, quien se encuentra retenida.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 14:00 horas cuando la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), al mando del comandante Roberto Peralta, intentó desalojar a los inconformes que bloquean, desde el pasado 25 de febrero, el camino al parque eólico “Fuerza y Energía Bii Hioxho”.

Ante la presencia de la policía estatal, los opositores respondieron con golpes, piedras y palos; 11 uniformados resultaron heridos (10 de la policía estatal y uno de la AEI).

Cinco uniformados tuvieron que ser hospitalizados debido a su gravedad.

De igual forma se informó que cinco integrantes de la Asamblea del Pueblo Juchiteco también resultaron heridos.

Algunos heridos fueron trasladados en ambulancias al hospital general “Macedonio Benítez Fuentes” y al hospital del IMSS de Oaxaca, la capital del estado, mientras que de los de la asamblea se desconoce el paradero, debido a que fueron detenidos por la policía estatal.

El grupo inconforme mantienen retenida a la policía estatal, Liliana Sánchez, quien, aseguran, está en buen estado de salud.

Advirtieron que entregarán a la agente hasta que aparezcan con vida a sus compañeros detenidos y se establezca una mesa de diálogo con el gobierno del estado.

Después del fallido desalojo, la situación en la zona de conflicto se encuentra en aparente calma.

Fuente: Proceso | PEDRO MATÍAS