viernes, 1 de enero de 2016

Las armas siguen a nuestro lado y así seguirán: EZLN

Conmemoración por los 22 años del levantamiento armado del EZLN. 
Foto: Isaín Mandujano

OVENTIC, Chis.- El subcomandante insurgente Moisés, líder militar y vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) recordó que a 22 años del levantamiento armado, las armas siguen a su lado y así seguirán siempre para acompañar, proteger y defender a sus pueblos hasta el final de la lucha.

En el marco de los festejos para celebrar aquella gesta militar del 1 de enero de 1994, el subcomandante insurgente Moisés salió al frente de unos 100 mandos del EZLN, una hora antes de que cerrara el año 2015 y fue el orador principal al dar a conocer el posicionamiento por los 22 de lucha zapatista.

“Aunque nos conocen públicamente desde el 1 de enero de 1994, es decir, desde hace 22 años, el EZLN no nació ahí, el EZLN nació 10 años más atrás, es decir hace 32 años y desde esa fecha para acá seguimos en pie de lucha, resistiendo y así seguiremos”, indicó Moisés.

En el acto, donde estuvo ausente la figura mítica del subcomandante Galeano, Moisés fue el orador y vocero principal del EZLN, por lo que recordó que el 1 de enero de 1994 dieron el “ya basta” porque se había acabado la “paciencia” de los pueblos en lucha.

Dijo que tomaron las armas para matar o morir por una causa justa, porque cuando una lucha de un pueblo es justa en esta se vive o se muere.

Pero recordó al gobierno federal: “Tenemos a un lado nuestras armas y no las dejáremos, estarán con nosotros hasta el final”.

Agregó que las armas son para proteger y defender a los pueblos y bases de apoyo que sostienen esta lucha rebelde.

Porque no debe olvidarse que el gobierno no sólo se fortalece en el sentido militar sino que además es el mismo gobierno el que forma y financia grupos paramilitares.

Dijo que a la par de esa estrategia contrainsurgente, el gobierno reparte migajas aprovechando la ignorancia de muchos indígenas sumidos en la
pobreza.

Dijo que por parte de los zapatistas, ellos no esperan nada del gobierno: “Se equivocaron entonces y se equivocaron ahora. No somos limosneros o inútiles que esperan que se les resuelva todo. Nuestra lucha no es local ni nacional es universal porque universal es la muerte y los crímenes. Los desprecios y las humillaciones”.

“Pero también es universal la rabia y la rebeldía”.

Y que en medio de las amenazas de los hostigamientos militares y paramilitares, los zapatistas empezaron a organizar su propia autonomía, a
construir su propia historia.

“Donde otros y otras esperan que les solucionen sus problemas nosotros empezamos a construir la solución desde abajo”, dijo Moisés.

Indicó que la repartición de migajas en territorio zapatista siempre ha sido para dividir.

Y que la guerra que viene de arriba es siempre la misma solo trae destrucción y muerte.

“Pueden cambiar sus banderas pero la guerra que llega de arriba siempre mata y siempre siembra terror y desesperanza. No podíamos sentarnos a
esperar a que el criminal se convirtiera en alguien bueno. No podíamos esperar una larga lista de promesas que se olvidaran unos minutos después. No había ni hay libro ni manual que nos dijera como resistir y hacer algo mejor. Tuvimos que construirlo, crearlo”, añadió.

Expuso que hombres, mujeres, niños y ancianos que se cubren con la bandera del EZLN buscaron en su propia historia ancestral la forma de construir algo nuevo, algo diferente, y fue así como se levantaron dignos y rebeldes.

Y que durante estos 22 años de lucha resistencia y rebeldía fueron construyendo un nuevo sistema y otra forma de vida: “Uno donde el pueblo
manda y el gobierno obedece”.

Dijo que en aquellas comunidades indígenas donde asentaron sus bases los partidos políticos ahora reina el desamparo y la miseria. Y que en ellas, “la vida comunitaria está rota”.

Dijo que para esas comunidades venderse al mal gobierno no sólo resolvió sus necesidades sino que se agravó su pobreza. Y que esas comunidades partidistas se han convertido en grupos de limosneros esperan la próxima temporada electoral. Que los campesinos no saben ya trabajar la tierra. Que las familias están destruidas. Que son comunidades que solo se reúnen para recibir las migajas del gobierno

Sin embargo, en sus territorios, sus compañeros zapatistas no tienen televisión digital pero saben trabajar la tierra: “Podemos decirlo sin pena que luego de 22 años su nivel de vida de las comunidades zapatistas están mejor. Antes nos identificaban por el paliacate rojo a los zapatistas ahora nos identifica por cómo sabemos trabajar la tierra”.

“Reconocemos que hay mucho por hacer, nos hace falta organizarnos más y mejor. Por eso tenemos que esforzarnos más contra el nuevo gobierno. Ya tenemos 32 años de experiencia de lucha. Somos aunque no nos nombren. Somos aunque no nos miren. Miramos antes y miramos ahora”, dijo el líder del EZLN.

En este sistema capitalista, dijo que son los grandes explotadores los que siguen empeñados en saquear todo lo que se puede de la madre tierra, pues ellos no consideran a la tierra como fuente de vida sino como un negocio.

“El mal y el malo tienen nombre historia y calendario es el sistema capitalista. No importa cómo lo nombren o pinten. Es el sistema capitalista es la explotación de la humanidad y del mundo que habita mes el desprecio a todo lo diferente. No se rinde ni claudica. Es el que roba y asesina. Frente a ese sistema nacen, crecen y se reproducen salvadores, candidatos, líderes que se erigen ofreciendo resolver problemas”, precisó.

Y que en este contexto, lo que han aprendido como zapatistas es que nadie absolutamente nadie a venir a salvarlos para solucionar sus problemas y aliviar sus dolores.

“Hemos aprendido como zapatistas que solo con organización todo es posible. Tenemos que organizarnos y prepararnos para luchar para crear otra forma de vida y de gobernarnos. Porque si no nos organizamos, seremos más esclavizados. Ya no hay nada en que confiar en el capitalismo”, mencionó Moisés en su extenso discurso signado por él y por el subcomandante Galeano, en ausencia.

Explicó que las cuatro ruedas del capitalismo son la explotación, la represión, el despojo y el desprecio. Y que nadie se salva en la tormenta
de la hidra capitalista que destruirá más vidas en todo el mundo: “No hay salvación en el capitalismo”.

Para el EZLN, la lucha no ha terminado, apenas está empezando.

“Llevamos 32 años luchando de los cuales 22 son públicos. Debemos fortalecer más nuestra áreas de trabajo de nuestros colectivos. Debemos
organizarnos para luchar y defendernos de la embestida capitalista” dijo Moisés e hizo un llamado a los jóvenes herederos de esta lucha.

“Por eso ustedes, las nuevas generaciones son el futuro de nuestros pueblos. Deben seguir el ejemplo de nuestros padres y abuelos y todos los que iniciaron esta lucha. Ellos ya nos marcaron ese camino y ahora solo nos queda seguir la lucha entender eso y organizar para así llegar hasta el final de nuestra lucha”

“Estamos seguro que vamos a lograr un día el: para todos todo”, indicó.

Alertó que tienen que estar preparados porque en la lucha zapatista habrá amenazas, desalojo y persecución.

“Si el gobierno nos odia vamos por buen camino si nos aplaude es que vamos por mal camino”, aclaró.

En los primeros minutos del 2016, dijo que como estas son las primeras palabras del EZLN en el año que inicia y que es un momento para ratificar su convicción por la lucha zapatista: “No permitamos que el sistema capitalista destruya lo que hemos construido”.

En el acto hubo honores a la bandera mexicana y a la bandera negra con la estrella roja de cinco puntas del EZLN. Se entonaron el himno nacional y el himno zapatista.

Miles de indígenas encapuchados escucharon al orador principal del acto. Cientos de activistas y simpatizantes nacionales y extranjeros estuvieron también para aplaudir las palabras del subcomandante Moisés y gritar vivas al movimiento armado a 22 años de su irrupción pública.

Celebran 22 años del levantamiento zapatista

Oventic, Chis. A 22 años del levantamiento armado indígena, las comunidades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), tal vez no tengan casas de cemento, televisores digitales, ni camiones último modelo, pero “no solo están mejor que hace 22 años, su nivel de vida es superior al de quienes se han vendido a los partidistas de todos los colores”, manifestó el subcomandante Moisés.

En punto de la media noche, Moisés acompañado de la Comandancia General Indígena, dio lectura a un pronunciamiento que firmó con el subcomandante Galeano para reiterar sus 11 demandas por la que le declararon la guerra el 1 de enero de 1994 al gobierno: Tierra, trabajo, alimentación, salud, educación, vivienda digna, independencia, democracia, libertad, justicia y paz para todos los mexicanos.

En el caracol de Oventic a donde acudieron cientos de bases de apoyo, adherentes y simpatizantes para conmemorar con eventos culturales un aniversario más de la insurrección, el subcomandante Moisés dijo que los zapatistas no dejaran las armas, “estarán con nosotros hasta el final”.

Expuso que a 22 años, las comunidades zapatistas, “lo que se pone en su mesa, la ropa que las viste, la medicina que las alivia, el saber que se aprende, la vida que transcurre es SUYA, producto de su trabajo y de su saber. No es regalo de nadie”.

“Durante estos 22 años de lucha de Resistencia y Rebeldía seguimos construyendo otra forma de vida, gobernándonos nosotros mismos como pueblos colectivos que somos, bajo los 7 principios del mandar obedeciendo, construyendo un nuevo sistema y otra forma de vida como pueblos originarios. Uno donde el pueblo manda y gobierno obedece”.

Por el contrario indicó, “en las comunidades partidistas reinan el desamparo y la miseria, manda la holgazanería y el crimen, la vida comunitaria está rota, lastimada ya mortalmente. El venderse al mal gobierno no sólo no resolvió sus necesidades, sino que sumó más horrores. Donde antes había hambre y pobreza, hoy las sigue habiendo, pero además hay desesperanza”.

Las comunidades partidistas, agregó el jefe zapatista, “se han convertido en grupos de limosneros que no trabajan, sólo esperan el siguiente programa gubernamental de ayuda, o sea esperan la próxima temporada electoral.

“Esto no aparecerá en ningún informe de gobierno municipal, estatal o federal, pero es la verdad que se puede ver en las comunidades partidistas: campesinos que no saben ya trabajar la tierra, casas de material vacías porque ni el cemento ni las láminas se pueden comer, familias destruidas, comunidades que sólo se reúnen para recibir las limosnas gubernamentales”.

Moisés declaró que para los zapatistas la lucha aún no termina, porque reconoció que les falta mucho por hacer, “nos hace falta organizarnos más y mejor”.

Pero con 32 años de experiencias de lucha de rebeldía y resistencia, “ya somos lo que somos. Somos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Somos aunque no nos nombren. Somos aunque con silencios y calumnias nos olviden. Somos aunque no nos miren. Somos en el paso, en el camino, en el origen, en el destino”.

Fuente:  Proceso| ISAÍN MANDUJANO| La Jornada