Ricardo Martínez, abogado de las familias de los jóvenes desaparecidos en el bar Heaven en la Zona Rosa del Distrito Federal, confirmó a la prensa que las 12 víctimas, cuyos fueron cuerpos encontrados el pasado viernes en un terreno de Tlalmanalco, Estado de México, fueron ejecutados por su captores el mismo día –la madrugada del 26 de mayo– en que se los llevaron.
Las autoridades capitalinas tardaron varios días en reconocer los hechos y en recibir a las familias que denunciaban la desaparición. El Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, se negó incluso a aceptar que estaban desaparecidos y los llamó “ausentes”.
Ese mediodía, fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) filtraron a la prensa que César Rodolfo Pérez Velázquez y Manuel Jiménez Rodríguez, dos presuntos vigilantes detenidos en el rancho “La Negrita”, sitio donde se ubicó la fosa clandestina, declararon que alrededor de las 13:00 horas del 26 de mayo llegaron al rancho varias camionetas.
De dichos vehículos bajaron unas 25 personas. La mayoría eran jóvenes y estaban custodiados por hombres armados y corrieron a los cuidadores, por los que nunca se percataron de los homicidios.
Cuando regresaron a su lugar de trabajo, todo estaba normal, dijeron.
De acuerdo con reportes de prensa difundidos en la Ciudad de México, varios de los cuerpos encontrados están desmembrados, aunque ninguna autoridad, ni federal ni local, ha confirmado estos hechos.
Entrevistado por Azucena Uresti para Milenio Televisión, el abogado Martínez dijo que la confirmación de que los mataron el mismo día en que se los llevaron le fue hecha, personalmente, por la Procuraduría capitalina. Las autoridades le informaron también que todavía no se logra determinar cómo murieron las víctimas.
–¿Le dijeron cuánto tiempo llevaban fallecidos? –le preguntó la conductora.
–Sí, desde casi el mismo momento en que se los llevaron –respondió.
Ayer, la Procuraduría General de la República (PGR) notificó a los familiares que 10 de los 13 cuerpos encontrados en Tlalmanalco, Estado de México, son los desaparecidos en el Heaven.
Entre ellos, confirmó, está Jerzy Esli Ortiz Ponce, de 16 años, hijo de Jorge Ortiz Reyes, “El Tanque”, preso en un penal de Hermosillo, Sonora.
Julieta González, madre de Jennifer Robles, una de las desaparecidas, dijo que en una reunión realizada este domingo con funcionarios de la PGR se les explicó que los cuerpos fueron identificados por medio de pruebas de ADN.
Jennifer fue identificada por sus tatuajes y brackets, pero sostuvo que esperará más pruebas para convencerse plenamente.
Los familiares de los desaparecidos pidieron que forenses argentinos confirmen los datos de la PGR. Las especialistas llegarán al país este miércoles.
El abogado dijo entonces que la reunión con funcionarios del área de Atención a Víctimas duró más de tres horas y cada uno de le atendió personalmente. A cada uno de los familiares se les mostró, por separado, fotos de las víctimas para que las identificaran.
Los familiares de las víctimas volverán a la PGR el próximo miércoles a ls 11:00 horas.
El jueves pasado la Procuraduría develó el hallazgo de la fosa, donde se encontraron los restos de 13 personas, cuando oficialmente se había denunciado a sólo 12 jóvenes desaparecidos en mayo.
Como dio a conocer en su momento SinEmbargo, la PGR confirmó el pasado viernes 23 que cinco de los 13 cuerpos encontrados en esa madrugada corresponden a los jóvenes secuestrados en el bar Heaven de la Zona Rosa el 26 de mayo.
El 25 de agosto, analistas entrevistados por la prensa extranjera dijeron que la aparición de los jóvenes secuestrados el 26 de mayo en el Bar Heaven de la Zona Rosa, confirma “las operaciones del crimen organizado en la capital del país”, negada por la administración de Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Un cable de la agencia agencia Francesa AFP que fue reproducido por distintos medios nacionales e internacionales sostiene que la capital enfrenta graves problemas relacionados con la delincuencia organizada como el lavado de dinero, la distribución de drogas y enfrentamientos por la plaza entre los distintos cárteles.
“Tarde o temprano, (el gobierno) tendrá que afrontarlo, prevenirlo y combatirlo”, dijo a la agencia Bernardo Gómez del Campo, especialista con 23 años de experiencia en agencias de seguridad federales y de la capital mexicana.
Tras la desaparición de los jóvenes, Mancera y su administración sostuvieron que el secuestro había sido producto de rencillas entre pandillas y no un ajuste de cuentas entre bandas del crimen organizado.
“Yo no tengo ninguna noticia de que haya un cartel” en la Ciudad de México, dijo Mancera en junio pasado.
“Una operación de un cártel en la ciudad no lo tengo reportado por las autoridades federales, que son quienes tienen el mapeo de esta situación”, insistió posteriormente. “Conflictos de pandillas”, han dicho sus subalternos.
Fuente: Sin Embargo| La Redacción