IFE, Sedena y Semar asignan al año más de 71 mdp, lo cual duplica el presupuesto de municipios pobres como Cochoapa el Grande.
En los seis años recientes el Instituto Federal Electoral, junto con las secretarías de la Defensa Nacional y Marina-Armada de México destinaron más de 426.8 millones de pesos para el almacenaje y resguardo de las boletas empleadas durante el proceso electoral de 2005-2006, en el que resultó presidente Felipe Calderón.
Anualmente el gasto alcanzó 71.1 millones de pesos, lo que representa más del doble del presupuesto asignado a Cochoapa el Grande, Guerrero, el municipio más pobre de América Latina, el cual recibió en 2012 solo 33 millones 125 mil pesos.
De acuerdo con el IFE, el resguardo de la papelería por elementos de la Sedena y la Marina representó un gasto de al menos 350 millones de pesos en este sexenio.
Los recursos fueron destinados a salarios y viáticos de los 3 mil 652 miembros del Ejército, quienes por ley deben permanecer en las bodegas que contengan toda la papelería que se genere durante los procesos electorales y hasta que ésta sea destruida.
Durante los primeros tres años, los paquetes permanecieron en cada una de las 300 Juntas Distritales, lo que representó que las fuerzas armadas asignaran a 11 elementos en cada una de las bodegas.
A finales de 2008, el IFE determinó trasladar todos los paquetes a los Consejos Distritales, lo que generó que el material fuera resguardado en 32 bodegas; el costo anual de éstas es de más de 12 millones 842 mil pesos.
Pese a que la destrucción de las boletas electorales de 2006 está contemplada en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), varios ciudadanos y partidos políticos han impugnado dicha disposición.
Por ello, la destrucción de los papeles ha quedado pendiente desde 2006 por los diversos recursos legales que se han presentado ante instancias nacionales e internacionales.
El recurso interpuesto ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos derivó en una notificación al gobierno de México el 3 de julio de 2008, para suspender la destrucción de las boletas electorales del 2 de julio de 2006.
Sin embargo, el 2 de noviembre de 2011 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos decidió declarar inadmisible la petición y con ello levantar las medidas cautelares.
Con ello, el órgano electoral prevé finalmente destruir toda la paquetería de la elección presidencial de ese año, junto con la del 2012, ante la conclusión de todos los procesos legales que impedían su aplicación.
Fuente: Milenio