La concentración de la riqueza se compara con la de países como Guatemala o Nicaragua
En Colombia, 20% de la población más pudiente acapara 62% del consumo; en Brasil, 58%
Expresión de la desigualdad que prevalece en la sociedad mexicana, 22.6 millones de personas que se ubican en la parte baja de la pirámide de ingreso, que representan una quinta parte de la población total del país, participan sólo con 3.8 por ciento del consumo nacional de bienes, reveló un nuevo informe del Banco Mundial publicado este miércoles.
En el otro extremo, 20 por ciento de la población de mayor ingreso en el país realiza un gasto en bienes que equivale a 56.7 por ciento del consumo total en la economía, añadió el reporte.
Las cifras divulgadas este miércoles mostraron los dos extremos en que se mueve la desigualdad en el país, una relación que hace de México una de las naciones más desiguales de América Latina, que es, por sí misma, la región más desigual en cuanto a distribución del ingreso en el mundo.
La proporción en que los distintos estratos de ingreso participan en el consumo de una nación ilustra el grado de desigualdad dentro de cada país, expuso el organismo multilateral, al dar a conocer una actualización de sus cifras sobre pobreza, elaboradas a partir de encuestas en 135 países.
Para la presentación de los datos sobre ingreso y consumo, el organismo dividió el total de habitantes del país, que calcula en 113.4 millones para finales de 2010, en diez grupos iguales. Esto es, 11.3 millones de individuos en cada grupo, desde los que captan la menor proporción del ingreso nacional hasta el último grupo, de los que concentran la mayor proporción del total.
Así, los 11.3 millones de mexicanos que se ubican en la parte más baja de la pirámide de ingreso realizaron apenas 1.41 por ciento del consumo en el último año. En el otro extremo, el grupo que concentra la mayor parte del ingreso se hizo cargo de 37.23 por ciento del consumo.
Sumados los dos grupos en la parte más baja del ingreso, que equivalen a 20 por ciento de la población, resulta que la quinta parte de los mexicanos de menor ingreso realizan menos de 4 por ciento del consumo, en contraste con el grupo que se encuentra en el extremo opuesto de la pirámide y que aporta más de la mitad del consumo.
En México, mientras el 20 por ciento más pobre de la población sólo realiza 3.79 por ciento del consumo, el segundo grupo de 20 por ciento de personas que se ubica en la siguiente escala de la pirámide realiza 9 por ciento del gasto; el grupo posterior, también en dirección ascendente, aporta 12.54 por ciento del consumo; el cuarto grupo, 19.48, y el último, el de mayor ingreso, 56.17 por ciento del total.
Cada grupo, para efectos de esta medición, representa 20 por ciento de la población total del país.
La concentración que se observa en México en el estrato de población de mayor ingreso es comparable con la que se observa en países de la región como Guatemala, Nicaragua, Panamá o Paraguay, donde la quinta parte de sus habitantes en la punta de la pirámide realizan 58 por ciento del consumo, en el primer caso, y 57 por ciento en cada uno de los siguientes.
Los países con la mayor concentración son: Colombia, con 62 por ciento del consumo en el 20 por ciento de la población de mayor ingreso; Bolivia, 61 por ciento, y Brasil, 58 por ciento. Con tasas menores de concentración aparecen Venezuela y Uruguay, sociedades en las que el 20 por ciento más rico realiza 49 por ciento del consumo, en cada caso.
Mientras la desigualdad se ha mantenido elevada, el número de personas que viven en pobreza en la región ha disminuido en los últimos años, según la información divulgada ayer por el Banco Mundial. La disminución ha ocurrido no sólo en la región latinoamericana, sino también en las otras del planeta.
En América Latina y el Caribe, 28.2 millones de personas vivían en extrema pobreza, con un ingreso hasta de un dólar por día, en 2008 (último año para el que hay datos disponibles de todos los países, pero que no considera los efectos de la crisis de 2008-2009). Ese universo era equivalente a 5 por ciento de los habitantes de la región. Al comienzo de la década, en 2002, el número de latinoamericanos en esta condición era de 47 millones, 8.9 por ciento de la población.
Fuente: La Jornada