jueves, 22 de marzo de 2012

CFE y Telmex fueron incapaces de reaccionar ante el sismo

Señor Director:

Por medio de su prestigiado diario, deseo compartir con sus lectores una reflexión personal, si bien sé que será compartida por algunos de ellos. El fuerte sismo del martes pasado puso a prueba a la sociedad mexicana y ésta salió avante. En medio del pánico natural por la magnitud del temblor, fue ejemplar el orden con que se desalojaron edificios y escuelas, centros de salud y aún de esparcimiento, buena parte de ellos repletos por la hora en que se produjo el fenómeno natural.

Sin embargo, tras la conmoción generalizada, todos quienes vivimos al menos en esta Ciudad tratamos de comunicarnos de inmediato con nuestros seres queridos para saber cómo se encontraban, lo que no fue posible por los desperfectos automáticos o la saturación de las líneas telefónicas o el consecuente corte de energía eléctrica en casas habitación, trabajos, comercios y casetas telefónicas públicas.

Agónicas horas enteras sin poder establecer contacto con quienes a la hora del sismo se encontraban en sus trabajos o escuelas.

Sí, es de entender que al momento de buscar millones de personas hablar por teléfono al mismo tiempo las redes se bloqueen, o que por la magnitud del temblor éstas se “caigan” y tarden un tiempo en ser restablecidas.

La sociedad puede entender eso, pero no el porqué la Comisión Federal de Electricidad y Teléfonos de México, incapaces de atender a su público usuario en momentos de alta emergencia, “cortan” sus servicios apenas unas horas después del vencimiento del pago correspondiente.

Si es su derecho a no esperar ni un minuto a que la gente acuda a realizar los pagos que correspondan, también es su obligación brindar un buen servicio, sobre todo en casos de emergencia como el del martes pasado.



Atentamente:

José Luis Romero

Vecino de la colonia Aragón-La Villa, del. Gustavo A. Madero.