El dinero de los ahorradores mexicanos financiaría la industria de armas de destrucción masiva, a través de BBVA Bancomer, Santander y Mapfre. Estas empresas financieras invierten en compañías productoras1 de minas antipersonas, municiones en racimo, armas de uranio empobrecido y nucleares, como Boeing, BAE Systems, EADS, General Dynamics y Honeywell, revela el estudio Negocios sucios. Para estas instituciones, México representa entre el 10 y el 30 por ciento de sus ganancias globales. Nada garantiza que esos recursos no vayan a parar a la industria bélica, señala una de las coordinadoras del análisis. Mientras los bancos y la aseguradora se niegan a hablar del asunto, la CNBV admite que en el país esto no está regulado. El BBVA, además, habría costeado exportaciones de armas de Italia a México.
El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), el banco Santander y la aseguradora Mapfre financiarían la fabricación de armas de destrucción masiva, como minas antipersonas, municiones en racimo, armas de uranio empobrecido y nucleares, revela el estudio Negocios sucios. Bancos españoles que financian armas controvertidas, elaborado por la no gubernamental federación española SETEM.
Los recursos que estas tres instituciones de origen español –y con importantes negocios en México– emplean para inversiones en acciones y bonos, préstamos corporativos y financiamiento de proyectos a favor de corporaciones productoras de ese tipo de armamento podrían incluir los que obtienen de sus filiales radicadas en este país. Tan sólo en uno de los casos, el BBVA Bancomer destinó más de 3 millones de euros a la compra de acciones de la estadunidense Boeing, que fabrica armas nucleares.
Annie Yumi Joh, responsable del área de Finanzas Éticas de la SETEM, explica a Contralínea que si bien el análisis no hizo distinciones respecto del origen del dinero utilizado por los grupos financieros en estas operaciones, nada garantiza que éste no provenga de México.
—¿Sería posible que parte del dinero de los mexicanos esté financiando esta industria?
—Entendemos que sí.
La doctora Irma Eréndira Sandoval, investigadora en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que el país no tiene ninguna soberanía en los sistemas de pago y de crédito y que los bancos deciden qué hacer con el dinero que se genera en sus filiales. “No hay ninguna prioridad de la política pública financiera. ¿A dónde va a parar el dinero? Pues, evidentemente, a los intereses trasnacionales más ominosos”. Al BBVA y a Santander los describe como “bancos rentistas que se han beneficiado del apoyo del Estado mexicano”.
BBVA, el mayor inversionista
El informe de la SETEM (disponible en el portal www.bancalimpia.com) descubre que“el banco español que mantiene una mayor actividad de financiación de productores de armas controvertidas es el BBVA. Los fondos de inversión gestionados por el banco poseen acciones de 12 compañías”. El monto comprometido en estas inversiones asciende a 26 millones 850 mil euros, de los cuales al menos 3 millones 20 mil (el 11.2 por ciento) tuvieron su origen en la filial mexicana.
De acuerdo con el reporte, por esta vía se financiaron las trasnacionales de origen estadunidense Boeing, General Dynamics (productora de armas nucleares, de uranio empobrecido y municiones en racimo); Honeywell (nucleares); ITT Corporation (nucleares); Jacobs Engineering(nucleares); Lockheed Martin(nucleares y municiones en racimo); McDermott (nucleares); Northrop Grumman (nucleares); Textron (municiones en racimo y minas antipersonas); las inglesas BAE Systems (nucleares) y Rolls-Royce (nucleares), y la holandesa EADS (nucleares).
De éstas, Boeing es en la cual abiertamente se habría invertido el dinero de los mexicanos: el BBVA Bancomer, a través de su fondo BBVA Bancomer USA, adquirió 64 mil 755 acciones el 31 de agosto de 2010, por un total de 3 millones 20 mil euros (monto que equivale a 51 millones 340 mil pesos a un tipo de cambio de 17 pesos por euro, vigente el 1 de marzo de 2012).
Considerada por la federación SETEM como la entidad financiera más grande de México, el grupo BBVA también posee bonos de dos compañías: EADS y la francesa Thales, cuya producción se concentra en armas nucleares.
Además, ha concedido préstamos a ocho compañías desde principios de 2006: Boeing, EADS, General Dynamics, Honeywell, McDermott, Larsen & Toubro (de origen indio y productora de armas nucleares) y la italiana Finmeccanica (que desarrolla armas nucleares); ha ayudado a tres compañías en la emisión de bonos (Boeing, EADS y General Dynamics) y a una más en la emisión de acciones (Finmeccanica).
El Grupo BBVA opera en todo el mundo. Cuenta con 104 mil empleados en más de 30 países y dispone de más de 47 millones de clientes y 900 mil accionistas, refiere el informe de la SETEM. Añade que, además de ocupar una posición destacada en el mercado español, cuenta con una importante presencia en Suramérica, se encuentra entre los 15 principales bancos comerciales de Estados Unidos y es uno de los pocos grandes grupos internacionales que operan en China y Turquía.
Información oficial de esa institución financiera indica que su principal filial es la mexicana BBVA Bancomer, que en 2011 le aportó el 32 por ciento de las ganancias globales: 30 mil 111 millones de pesos. Este monto implicó un crecimiento del 5.4 por ciento respecto de las utilidades de 2010, por 28 mil 565 millones de pesos.
El 2 de febrero pasado, la agencia estatal de noticias Notimex dio a conocer que el director general de Finanzas del BBVA Bancomer, Javier Malagón, reconoció que la subsidiaria mexicana superó por primera vez en rentabilidad al negocio financiero de España, que hasta 2010 fue el más rentable.
Annie Yumi Joh señala que la industria militar es un sector muy lucrativo y que ése puede ser el principal motivo de las inversiones. “Es una manera de sacar rentabilidad a través de conflictos armados, y es lo que nos parece básicamente inmoral”.
El caso del BBVA no se reduciría a las inversiones en compañías que producen armas controvertidas. En marzo de 2008, la campaña BBVA sin Armas denunció en la junta de accionistas del banco que éste financió exportaciones de armas de Italia a México, Brasil, Líbano, Malasia, Singapur e Israel, en 2006. La institución no accedió a responder las preguntas de Contralínea sobre los financiamientos.
La integrante de la SETEM, Yumi Joh, explica que en España no existe una normativa que prohíba el financiamiento de armas de destrucción masiva. “Por eso estamos llevando a cabo en la red [www.stopinversionesexplosivas.org] una labor de incidencia política, para que se apruebe una ley que prohíba la financiación de bancos españoles en la producción de armas controvertidas”.
En México tampoco existe ninguna legislación ni hay autoridad que regule el asunto. Así lo confirma Aurelio Bueno, director general adjunto de Comunicación Social de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), quien tras “dejar claro” que él no es el vocero, indica que “respecto a qué hacen [las autoridades sobre este tema], por parte de la CNBV no hay nada específico al respecto”.
—¿No existe algún marco que regule las inversiones producto del dinero de los clientes mexicanos?
—Nada al respecto.
Las inversiones de Santander
El análisis Negocios sucios. Bancos españoles que financian armas controvertidas indica que el “banco español que ostenta el segundo lugar en la financiación a productores de armas controvertidas es Santander, cuyos fondos de inversión poseen acciones de 13 compañías”.
Se trata de BAE Systems, Boeing, EADS, Finmeccanica, General Dynamics, Honeywell, ITT Corporation, Lockheed Martin, Northrop Grumman, Rolls-Royce, Thales y las productoras de armas nucleares de origen inglés Serco y Babcock International. Las inversiones ascienden a 96 millones 720 mil euros.
El reporte anota que Santander también ha concedido préstamos a siete compañías: Boing, EADS, Finmeccanica, General Dynamics, Honeywell, Lockheed Martin y la francesa Safran, productora de armas nucleares. Además, ha ayudado a tres compañías en la emisión de bonos: Boeing, Finmeccanica y Thales.
Santander “considera que no invierte en armas, cuando los datos de nuestra investigación, que evidentemente no están inventados ni mucho menos, sino están sacados de informes, indican todo lo contrario”, detalla Yumi Joh, una de las responsables de la elaboración del análisis. Sobre el tema, el banco no quiso hacer comentarios para este semanario.
El informe de la SETEM indica que el Grupo Santander es uno de los cuatro bancos más grandes del mundo por beneficios y el octavo por capitalización bursátil. En 2009 su beneficio neto ordinario era superior a los 8 mil 900 millones de euros, 1 por ciento más que el registrado en 2008, y repartió dividendos por más de 4 mil 900 millones de euros entre sus accionistas.
A nivel global, México es la cuarta filial que le genera más utilidades, al aportarle el 10 por ciento de todas sus ganancias. En febrero de 2012, el director general de Santander México, Marcos Martínez Gavica, aseguró que la utilidad neta de la firma alcanzó 18 mil 682 millones de pesos en 2011, monto 35 por ciento superior al de 2010 (13 mil 850 millones de pesos). “En un entorno internacional complicado, vemos a México como una isla”, indicó el ejecutivo, en conferencia de prensa.
El analista económico Rogelio Ramírez de la O opina que el país es un gran proveedor de ganancias para los bancos, que siguen manteniendo márgenes de intermediación muy altos porque aplican cobros excesivos. “Y aunque el Banco de México y el gobierno federal dicen que les interesa que se reduzcan las comisiones bancarias, en realidad el avance es muy lento”.
El caso de Mapfre
La aseguradora Mapfre también figura entre las instituciones financieras españolas que sufragan a la industria de armas de destrucción masiva. Su participación accionaria asciende a 640 mil euros en las compañías EADS y Honeywell.
Al presentar sus resultados de 2011, el grupo asegurador reportó ganancias por 963 millones de euros, que le representan un incremento del 3.2 por ciento respecto de 2010, debido al impacto de la crisis económica española y la alta siniestralidad.
No obstante, Mapfre reconoció que sus filiales en Latinoamérica crecieron hasta 77.4 por ciento, principalmente por su alianza con Banco do Brasil. Respecto de sus inversiones, la aseguradora no concedió la entrevista solicitada por esta publicación.
“En la crisis de seguridad pública que estamos enfrentando [los mexicanos] actualmente, la banca es una suerte de la otra cara de la moneda del crimen organizado”, señala la investigadora Irma Eréndira Sandoval. “La banca en lugar de ser un motor de desarrollo es un freno; es una banca capturada por el narcotráfico, por el lavado de dinero; completamente rentista, que abusa en los cobros y que no sirve para dar crédito a los más necesitados”.
La experta en temas de transparencia y rendición de cuentas explica que “México siempre ha salvado las torpezas y desastres de los tecnócratas nacionales e internacionales, evidentemente es la joya de la corona”.
Fuente: Contralínea