La trasnacional explota a los campesinos y manipula precios, alertan
Xalapa, Ver., Productores cafetaleros de la zona centro de Veracruz rechazaron la instalación de una planta procesadora de la trasnacional Nestlé, anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Cuitláhuac García y directivos de la empresa.
En rueda de prensa, un grupo de campesinos de la ruta cafetalera, que va de Coatepec a Córdoba y Zongolica, expresaron su inconformidad con el proyecto, que prevé una inversión de alrededor de 154 millones de dólares en la región, porque históricamente la trasnacional y otras procesadoras del grano han manipulado el precio del café en detrimento de los productores.
Cirilo Elotlán Díaz, dirigente del Consejo Regional del Café en Coatepec, dijo que el anuncio de López Obrador contradice su discurso de apoyar a los productores locales y combatir el neoliberalismo.
Cuestionó que mientras el Presidente anuncia una inversión millonaria para Nestlé, nueve programas de apoyo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader, antes Sagarpa) para pequeños productores fueron recortados en el proyecto de presupuesto 2019.
De acuerdo con la propuesta que analiza el Congreso de la Unión, se destinará 55.74 por ciento menos al programa de Impulso Productivo al Café, cuyo presupuesto se reduciría de 783.4 a 346.7 millones de pesos.
El productor también condenó que López Obrador pretenda mantener privilegios a empresas como Starbucks y Nestlé, a quienes acusó de ser dos de los principales causantes de la precarización del campo.
La instalación de la procesadora de 20 mil toneladas de café no es algo nuevo. Nestlé siempre ha controlado los precios del café y ha explotado a los cafetaleros no sólo mexicanos, sino de todo el mundo .
Ramón Pino Méndez, vocero de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, también se opuso a la instalación de la planta.
Nestlé compra el café por medio de filiales que mantienen los precios muy bajos y condenan a la pobreza a los productores. En este momento, por ejemplo, pagan entre cuatro y seis pesos por kilo, cuando deberían dar entre 14 y 15.
Además, dijo que mientras los productores buscan promover cultivos sustentables y de calidad, Nestlé impulsa la producción de café robusta, una variedad de rápido desarrollo que no requiere sombra, lo que implica la deforestación de grandes extensiones.
Agregó que los gobiernos federal y estatal deben dejar de apostar por los grandes inversionistas y apoyar a los productores locales. Si Nestlé realmente hiciera un plan de desarrollo que sacara de la pobreza a los cafetaleros, estaríamos con ellos, pero sabemos que han contribuido a explotarlos, manifestó.
Fuente: La Jornada