Los 10 bomberos que cumplieron 30 días en huelga de hambre reinstalaron ayer su plantón en el Zócalo, en demanda de la reinstalación inmediata en sus centros de trabajo, pago de salarios caídos, compra de equipo de protección personal y capacitación laboral y cumplimiento de los laudos emitidos por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal.
Los vulcanos, que llevan un mes de no ingerir alimentos sólidos –sólo agua, suero y miel–, piden además el cese del hostigamiento laboral hacia los bomberos en activo, alto a la criminalización de su protesta y de su derecho a defender sus derechos humanos y respeto a la diversidad sindical.
Indicaron que a pesar de su desgaste físico y emocional y el deterioro de su salud por la pérdida de peso, se mantendrán en esta lucha. Advirtieron que aun cuando el Gobierno del Distrito Federal (GDF) comenzó una serie de supuestas negociaciones –posteriores al desalojo forzoso del que fueron objeto el pasado 13 de septiembre–, les han hecho propuestas que no resuelven sus demandas, ni hay compromisos concretos.
El plantón ahora lo instalarán frente a las oficinas centrales del GDF en el Zócalo y refrendaron que éste seguirá siendo pacífico, y en pleno ejercicio de la libre manifestación y en defensa de sus derechos humanos y laborales.
Fuente: La Jornada