A pesar de tener una formación académica sólida, cada vez es mayor el número de jóvenes mexicanos que son empleados como becarios, con sueldos bajos, antes de tener la oportunidad de ingresar al mercado laboral con un puesto fijo.
Vistos en ocasiones como una fuerza laboral barata que ‘aprende’, la generación “millennial” padece el problema de tener que pasar mucho tiempo como becarios con un sueldo muy bajo antes de poder colocarse formalmente en el mercado laboral.
De acuerdo con Édgar Suárez, jefe de la oficina de egresados de la Rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en el último año, tras la reforma laboral, ha habido un fuerte repunte de solicitudes de las empresas de este tipo de perfiles. “Aunque piden un perfil muy alto, el sueldo sigue siendo bajo”, indicó en entrevista con EL FINANCIERO.
Según un análisis realizado por la oficina de egresados de la UAM, los alumnos antes de egresar solicitan que se les inserte a las empresas por postulación de las universidades, dado que tienen que pasar cierto tiempo bajo la figura de prácticas profesionales antes de poder conseguir un empleo.
Si bien la tasa de desempleo, según el INEGI, descendió en el último trimestre de 2013 a 2.4 millones de personas, no todos reciben una buena compensación por su trabajo.
“Hay muchas empresas que adquieren el modelo alemán de practicantes, en donde la gente trabaja y estudia al mismo tiempo, y si tienes que competir con más personas por la demanda, probablemente conseguir un empleo te tome el doble de tiempo”, señaló en entrevista Gerardo Kanahuati, director de Hays México.
Y es que el panorama es mucho más complicado para quienes cuentan con estudios universitarios. De acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en 2013 egresaron alrededor de 305 mil universitarios y, en 2012, tan sólo la Universidad Nacional Autónoma de México tuvo un total de 19 mil 671 egresados de licenciatura, los cuales pueden pasar varios años para conseguir un empleo formal luego de ser contratados como becarios.
Por su parte, la UAM señala que la falta de empleos de calidad ha generado un desequilibrio en la oferta y demanda de profesionistas, lo cual ha originado que las tasas de desempleo se encuentren en los niveles educativos más altos: el segmento de los jóvenes egresados de universidades es de 14.5 por ciento, en tanto que la tasa general es de 5.1 por ciento de la población económicamente activa.
Fuente: El Financiero| Darinka Rodríguez