Destacan en sus fracciones partidistas gracias a su formación académica; se ha distinguido en los últimos años por haber formado a cuadros destacados de la administración pública
Guadalupe Vargas tiene 25 años y hace dos egresó de la carrera de Ciencia Política, donde el maestro Alonso Lujambio la marcó en la expectativa de la democracia pendiente.
A partir de entonces enfiló sus energías para convertirse en alcaldesa de Xicotepec, su tierra, en Puebla. Sin embargo, cuando las cuotas de género se volvieron una obligación, su partido le ofreció ser diputada federal por mayoría. Y ganó. Hoy es la integrante más jóven de la bancada del PRI.Fernando Rodríguez Doval inició sus estudios en 1999 y en el segundo año de Ciencia Política vivió intensamente la campaña de la alternancia. Recuerda que en esos años pocos se atrevían a declararse panistas, quienes eran vistos como bichos raros.
Alumno de Lujambio y de Alejandro Poiré, jefe del departamento de su carrera, y de quien también fue su asistente de investigación, el ahora diputado federal del PAN reivindica el manejo económico hecho por el gobierno de Felipe Calderón. Pero admite que en su partido deben responderse una pregunta: ¿que nos faltó?
Dedicada a los asuntos electorales desde sus días de estudiante de Derecho, Carla Alicia Padilla Ramos inició su vida laboral en el IFE, en 1992, a sugerencia y propuesta del maestro José Ramón Cossío Díaz, actualmente ministro de la Corte.
“Oye, me dijo, necesitan a una persona como con tu perfil. Pero jamás pensé que participaría en la vida política. Después estuve en el Tribunal Electoral, en un despacho en materia electoral, y formé parte de un grupo de asesores para la reforma política del PRI. Me faltaba esto”, resume la diputada del Partido Verde Ecologista, beneficiada, cuenta, por el oleaje de la cuota de género.
Damnificado de la huelga de 1999 en la UNAM, Fernando Zárate se cambió a una institución privada y concluyó ahí la carrera de Derecho. Y después, en Estados Unidos, hizo estudios de posgrado. Ahora es uno de los cuadros clave en la renovación del PRD.
Y aunque se formó, académicamente, bajo el modelo de los denominados tecnócratas, desde su rol de diputado federal considera que esta corriente, inaugurada en la administración pública con Miguel de la Madrid, “no le trajo nada bueno al país, porque no entendían la realidad social ni económica de una sociedad tan desigual como la nuestra”.
Los inicios
De familia priista, Fernando Charleston Hernández comenzó a estudiar Economía justo el año en que mataron a Luis Donaldo Colosio. Le entusiasmaba la política, pero comenzó su vida laboral haciendo análisis de crédito y de fraudes en American Express. Después se incorporó al ISSSTE y emprendió una trayectoria en la administración pública, hasta convertirse en diputado del PRI por mayoría.
Presidente de la Comisión de Desarrollo Social en la Cámara, plantea: “Vamos a ser realistas, a nosotros nos catalogan como tecnócratas. Es un término que se ha usado de manera incorrecta porque sí somos técnicos, pero quienes tenemos muchos años en el servicio público, nos hemos forjado en el contacto permanente con la gente. Y sabemos buscar con la gente las soluciones que necesita”.
Ex senadora y diputada federal por el PAN, Adriana González Carrillo recuerda sus años universitarios, intensos en la carga académica y en el debate político. Como alumna de Relaciones Internacionales, recuerda su condición de minoría:
“Éramos muy pocos los que nos asumíamos panistas. Era Gabriela Cuevas, Rolando García, cónsul en Shanghai y yo. Y fuera de nosotros estaban los hijos de los gobernadores y de los secretarios, de prominentes políticos y líderes vinculados al PRI. Me tocó ser compañera de Emiliano y de Cecilia Salinas en algunas clases, y ellos escuchar críticas al gobierno de su padre.Y respondían, argumentaban”.
Representantes de una nueva generación de políticos, los diputados aquí reunidos, además de pertenecer a la LXII Legislatura en San Lázaro, comparten la coincidencia de haberse formado en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), de donde han egresado los principales cuadros de la administración pública y casi todos los secretarios de Hacienda de las últimas tres décadas, incluyendo el actual, Luis Videgaray Caso.
Más integrantes
No son los únicos ex alumnos en la primera fila de la vida política. En el Congreso también se encuentran otros itamitas: los diputados Willian Ochoa Gallegos (PRI) y Mónica García de la Fuente (Verde), así como los senadores Francisco Yunes Zorrilla (PRI), Roberto Albores Gleason (PRI); Ernesto Cordero (PAN), Gabriela Cuevas (PAN), Mario Delgado Carrillo (PRD) y Armando Ríos Piter (PRD).
Se encuentran igualmente los ex alumnos de diversos posgrados, como lo fue el ex presidente Felipe Calderón, quien ahí cursó la maestría en economía y políticas públicas. Ése es el caso de los diputados del PAN Rodolfo Dorador Pérez Gavilán, Elizabeth Yánez Robles y el propio coordinador de la bancada, Luis Alberto Villarreal García.
En el gabinete actual, además de Videgaray Caso, está Emilio Lozaya Austin, director de Petróleos Mexicanos, quien estudió Economía en el ITAM y Derecho en la UNAM.
La lista de los egresados destacados es larga y la misma institución tiene la tradición de reconocerlos. En la rama de ex alumnos de maestria, en 2012 el premio recayó en Felipe Calderón. Antes en los ex secretarios de Agricultura, Francisco Mayorga; de Energía, Georgina Kessel; y varios de Hacienda: Agustín Carstens Carstens, Gustavo Petricioli, Pedro Aspe y Francisco Gil Díaz.
Y también están los nombres del ex embajador Jesús Reyes Heroles; el ex gobernador del Banco de México y Miguel Mancera Aguayo.
Entre los egresados de licenciatura reconocidos por el ITAM, destacan muchos ex funcionarios de Calderón: Salomón Chertorivski Woldenberg, ex secretario de Salud y ahora secretario de Desarrolo Económico en el GDF; el ex director del IMSS, Daniel Karam; la ex subsecretaria de Economía, Lorenza Martínez Trigueros; el ex titular de Gobernación, Alejandro A. Poiré Romero; el ex secretario de Hacienda y actual canciller José Antonio Meade; el senador Ernesto Cordero, también ex titular de Hacienda; Dionisio Pérez-Jácome, ex secretario de Comunicaciones y Transportes; Guillermo Valdés Castellanos, ex titular del Cisen; Juan José Suárez Coppel, ex director de Pemex, y Luis Téllez, ex secretario de Comunicaciones y el ex titular de la SEP, Alonso Lujambio.En esa misma lista están los senadores del PRD Armando Ríos Piter y Mario Delgado Carrillo; el secretario Luis Videgaray; Diódoro Carrasco Altamirano, ex secretario de Gobernación, y Luis Carlos Ugalde, ex presidente del IFE.
Destacan en el servicio público
En las últimas décadas, algunos de los principales funcionarios de Hacienda han egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Luis Videgaray Caso.
El actual titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se graduó en la licenciatura de Economía del ITAM en 1994 y forma parte de una serie de egresados que han dirigido esa cartera.
Agustín Carstens Carstens.
En 2007, a Agustín Carstens, egresado de Economía en la institución en 1982, le fue reconocida su labor por el ITAM al frente de la Secretaría de Hacienda y de la dirección del Fondo Monetario Internacional.
Pedro Aspe Armella.
Licenciado en Economía por el ITAM (1974) le fue reconocida en 2002 su carrera en el servicio público, como titular de Hacienda en el sexenio de Carlos Salinas de Gortar, por parte de la institución.
Gustavo Petricioli Iturbide.
Fue el primer egresado del ITAM en llegar a la titularidad de la Secretaría de Hacienda en el sexenio de Miguel de la Madrid. También fue director del ITAM y embajador de México en Estados Unidos.
Fernando Charleston. Crean grupo legislativo de itamitas
Fernando Charleston fue el de la idea: convocar a los diputados itamitas de diferentes partidos a cenar, platicar de vez en vez y reunirse con otros egresados.
“Tenemos muchos temas en común, compartimos las bases metodológicas que recibimos para resolver problemas y trabajar bajo presión”, describe el legislador del PRI.
Considera que el distintivo de su alma mater es que muchos de sus egresados destacan por su capacidad técnica, sobre todo en la Secretaría de Hacienda. Y por eso, “diferentes presidentes de la República, de diferentes partidos, se han rodeado de personas formadas en el ITAM”.
Pero este modelo de formación no ha dado resultados en otros frentes, admite el presidente de la Comisión de Desarrollo Social, porque “se requiere tener relacionada al ciento por ciento la política social con la económica. Y eso es lo que ha faltado”.
Adriana González. Cuestionar, el sello de la casa
Tercera hija de casa en plena crisis del 95, la diputada Adriana González Carrillo cursó Relaciones Internacionales bajo el sistema de beca crédito. “Al final pagué mi carrera; fue una vía que muchos jóvenes de clase media tomamos”.
Para la ex senadora, la administración de Calderón se caracterizó por la preponderacia de los egresados de la institución. Y es que si bien había sido de tradición priista, “después vimos que en el sexenio de Felipe salieron muchos nuevos panistas... Vamos a ver si se conservan ahí”.
Perteneciente a una generación universitaria en la que los exámenes consistían en analizar “los graves errores de quienes en ese momento dirigían al país”, la diputada del PAN considera que esa formación liberal, al estilo de la escuela de Chicago, tiene además un alto contenido humanista.
Al revisar si ese modelo liberal en lo político y en lo económico podría extenderse en el actual sexenio, la legisladora contrasta:
“En términos políticos y económicos, con Luis Videgaray, del equipo de Pedro Aspe, que fue mi maestro de economía, sí están manteniendo una visión responsable. Si fueran políticos tradicionales aceptarían el rescate a las deudas locales. Pero en la parte social, que es en la parte donde los panistas le quedamos a deber a la ciudadanía, tengo mis serias dudas: no parece ser un tema prioritario, se anuncia una Cruzada Nacional contra el Hambre en municipios con cierta rentabilidad política”.
Fernando Zárate. Una visión para la izquierda
Fernando Zárate pondera: el ITAM encabeza a las escuelas mexicanas cuyos niveles de egreso pretenden acceder a las instituciones de mayor prestigio y rigor en el extranjero: Yale, Harvard, Columbia, Chicago, Nueva York, Princeton, Pensilvania, Virginia. Y en Inglaterra: Cambridge, Oxford, London School of Economics, King School, o en Alemania, Universidad de Berlín.
Se trata, explica, de “un club de elite”, una red que, en el caso de los estadunidenses, responde a “una forma de ver la vida: lo importante es distinguirte de la generalidad. ¿Cómo? Como puedas”.
Eso, considera el diputado del PRD, intenta replicarse en las universidades mexicanas privadas, que “sin duda generan una burbuja, porque ahí se vive una vida que no es cercana a la realidad de nuestro país, ni a sus contrastares”.
De manera que si quieres hacer política “hay que compensar la formación con la vida diaria, con la familia, con la colonia. El éxito en la política no lo puede determinar una preparación académica equis, porque en la vida real el contraste es total entre de quienes defienden causas populares, de los ciudadanos, y quienes defienden los intereses de los empresarios”.
Pero una izquierda capaz de construir soluciones debe contar con políticos informados: “No podemos mantenernos aislados, y pensando que única y exclusivamente los problemas se van a resolver en México. Para esos debe servir una escuela, para eso debe servir la formación”, dice.
Guadalupe Vargas. Apuestan a hacer las cosas diferentes
Satisfecha por lo aprendido con maestros como Alonso Lujambio, Federico Esteves y Jeffrey Weldon, la diputada priista Guadalupe Vargas afirma que la perspectiva económica y el análisis de los asuntos parlamentarios adquiridos en la licenciatura habrían sido insuficientes para el quehacer político sin su vivencia en su municipio rural.
“Esa realidad no me permitiría ver las cosas con números. Por mi formación familiar siempre he sido priista. Y en la universidad, por supuesto recibimos una economía de corte liberal. Pero también promueve la participación libre. En el ITAM también surgió un movimiento como el 132”, contrasta.
A diferencia de sus correligionarios que difícilmente tomarían de referente a un político de la oposición, la más joven de las diputadas priistas reivindica a su profesor Alonso Lujambio: “Para mí él representa esa democratización que nosotros veníamos buscando en México y que ahora lo veo reflejado en la variedad de partidos que hay, en las mayorías que se tienen que generar para construir acuerdos. Fue innovador”.
Cuestionada sobre si confía en el fin del viejo régimen que tan a detalle estudió en su carrera, Vargas dice haber encontrado en su coordinador Manlio Fabio Beltrones apoyo hacia las banderas de los jóvenes, al tiempo que advierte posibilidades de cambio en los integrantes del gabinete. “Hay una intención de hacer las cosas diferentes. Estoy convencida de que tenemos que hacerlo.”
Fernando Rodríguez. Preparados para la polémica
Destacado en la actual legislatura por su recurrente presencia en la tribuna, sea presentando iniciativas o polemizando, Fernando Rodríguez Doval asume haber recibido herramientas analíticas y científica para abordar problemas de política pública o legislativos.
“Fui compañero de generación de Willian Ochoa, diputado federal del PRI. También fui compañero de Roberto Albores que es senador también del PRI. Algo que nos distingue es que más allá de las diferencias partidistas, mantenemos una buena red de solidaridad entre nosotros. Y eso ha permitido apoyarnos. Hay un compañerismo innato”, plantea el diputado del PAN.
A él, sin embargo, aún le tocaron tiempos de hegemonía tricolor. “Las sociedades de alumnos siempre estaban copadas por los priistas, a pesar de que la mayoría del alumnado del ITAM, cuando había algún simulacro de elección, hacían ganar al PAN.
Pero los más grillos eran siempre los priistas. Recuerdo que en 2000, cuando fue Fox, los priistas querían sabotear la conferencia, cerrar el auditorio. Y cuando fue Labastida llenaron de acarreados”.
Calderonista de cepa, destaca que en el gobierno anterior hubo manejo responsable de la economía, a pesar de la crisis mundial. Y sostiene: “Muchas de esas políticas sensatas, hay que decirlo, fueron aplicadas por egresados del ITAM y en ese sentido ha sido una institución que aportó al país un sistema de racionalidad y de responsibilidad”.
Carla Padilla. Combina leyes con matemáticas
Carla Padilla Ramos ingresó al ITAM por su filia con las matemáticas. No quería dejar de estudiarlas y ahí le ofrecían una carrera de derecho vinculada a los números.
Aunque le entusiasmaba la administración pública, no pensaba dedicarse a la política. Y fue ahí donde tuvo el primer acercamiento, debido a la tradición de la institución de promover la elección de estudiantes que representen a sus carreras.
“Fue mi primer proceso democrático. Mi planilla salió elegida”, cuenta al recordar que antes pelearon el derecho a participar en la sociedad de alumnos.
Diputada por el Verde, en su primera experiencia parlamentaria destaca haberse formado en un clima que obligaba al estudiante a no cerrarse, a permanecer siempre abierto al diálogo, a discutir con fundamentos y a desarrollar una capacidad de adaptación a circunstancias diversas.
Y aunque confiesa que le habría gustado participar en una instancia legislativa más acorde a su formación, en la Comisión de Salud ha encontrado un espacio para impulsar la agenda de género.
Esta semana presentó una iniciativa “para que se penalice a los patrones que quieran correr o no contraten a las mujeres por estar embarazadas”.
Cómo surgió la oportunidad del Congreso, se le pregunta: “Me considero que llegué aquí por la equidad de género. Había que cumplir (con la cuota de 40 por ciento de candidaturas femeninas) y así fue como llegó al Congreso.
Fuente: Excélsior | Ivonne Melgar