Lo define hoy consejo universitario; cambian legislación universitaria para que la violencia de género sea de grave responsabilidad; aplica a alumnos y a personal; modificación estatutaria, primera en su tipo en universidades; el rector pide arropar demandas de mujeres
México. El Consejo Universitario de la UNAM alista modificaciones a la legislación universitaria para que la violencia de género sea considerada un motivo para expulsar o destituir a cualquier miembro de la comunidad que incurra en estas acciones, incluido personal académico.
La medida de sanción responde a las peticiones de mujeres organizadas, como grupos feministas, y estudiantes en general de la máxima casa de estudios que acusaron falta de atención en denuncias relacionadas con acoso sexual, hechos que han sido demandados a través de la entrega de pliegos petitorios a la Rectoría, como las recientes marchas hacia Ciudad Universitaria; la última ocurrió el pasado 10 de febrero y fue encabezada por alumnos del CCH Azcapotzalco.
La institución espera que, con la iniciativa de reforma, considerada como la primera de una serie de modificaciones que se plantearán al Consejo universitario, se adecúe la legislación a los requerimientos para erradicar la violencia de género y que la decena de escuelas que continúan en paro revisen y acuerden con autoridades las condiciones para el retorno a clases.
En ese contexto, el dictamen, que será discutido hoy y, en su caso, aprobado por en sesión del Consejo en la Antigua Escuela de Medicina, apunta la adición de una fracción VII al artículo 95 del Estatuto General, referente a las causas “especialmente graves de responsabilidad”, como ingerir o vender bebidas alcohólicas o estupefacientes o acudir a la universidad en estado de ebriedad.
Indica que éstas son “la comisión de cualquier acto de violencia, en particular de género, que vulnere los derechos humanos o la integridad de las personas que forman parte de la comunidad”.
Cabe mencionar que, en el artículo 98 vigente, se establecen sanciones que podrán imponerse “en los casos que no tengan expresamente señalada una pena”, como es el caso de las causas graves de responsabilidad. En ese sentido, los miembros del personal académico podrán recibir un extrañamiento escrito, una suspensión o hasta la destitución.
Asimismo, contempla cambios acerca de la notificación de los señalados por estos actos, pues según las modificaciones al artículo 9 tendrán conocimiento del inicio del procedimiento en su contra por correo electrónico, a través del Tribunal o de la Gaceta UNAM.
En torno al artículo 99 del mismo ordenamiento, se propone ampliar de uno a tres el número de vocales permanentes que integrarán el Tribunal Universitario, con paridad de género.
Así, el Tribunal Universitario estará integrado por un investigador o investigadora de mayor antigüedad en el Consejo Interno del Instituto de Investigaciones Jurídicas, una profesora o profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán y una profesora o profesor de la FES Aragón, designados por el Consejo Técnico correspondiente, y quienes deben tener conocimiento en materia de derechos humanos y de género.
El dato: En materia de paridad, la UNAM nombró por primera vez a una mujer directora del Instituto de Ingeniería, se trata de Rosa Ramírez.
También expone que “con este procedimiento se inicia una serie de reformas jurídicas, que colocan a la UNAM como la institución pública más progresista de México y de América Latina”.
Desde la creación del Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género, en agosto de 2016, la máxima casa de estudios atiende este tipo de denuncias, mismas que pasaron de 30 a 300, en promedio anual.
Fuente: La Razón