Por su parte, el Sistema de Transporte Colectivo Metro cerró la estación Coyoacán, de la Línea 3.
CFE y los “recibos locos”
En medio de la peor crisis económica que ha enfrentado nuestro país, la luz se ha vuelto un lujo que no todos pueden pagar.
La Comisión Federal de Electricidad ha sido denominada como el “enemigo de la pandemia” por su poca sensibilidad al realizar recortes masivos en el servicio de energía eléctrica y emitir recibos excesivamente caros, los famosos “recibos locos”.
El Gobierno de la 4T aseguró que las familias mexicanas no tendríamos problemas con la luz durante el confinamiento, pero la realidad ha sido otra y las ineficiencias de la actuación del Gobierno las estamos pagando todos.
Millones de mexicanos han tenido que pagar el doble o triple en sus recibos, a pesar de que su consumo no ha variado o de que sus locales han permanecido cerrados durante la contingencia.
La razón es que CFE ha usado la atribución interna de hacer cálculos a partir de estimaciones que nada tienen que ver con la realidad, algo que ha mermado profundamente la economía de las familias y puesto en riesgo a sectores productivos, especialmente a pequeños negocios.
Lógicamente, los usuarios se vieron imposibilitados de pagar estos elevados recibos, y una vez más la insensibilidad de la empresa se hizo notar, al autorizar una ola masiva de recortes en el suministro de energía eléctrica.
Según datos de la Plataforma Nacional de Transparencia, de abril a la fecha, más de 2.5 millones de mexicanos se han quedado sin luz, especialmente en los estados de Tabasco y Chiapas, donde los recortes han aumentado más del 90 y 175%, respectivamente.
En mi natal Tabasco, los “esfuerzos” del Gobierno para resolver el problema han sido insuficientes. Con el establecimiento de la tarifa 1F, se privilegió principalmente a los usuarios con mayores tasas de consumo, ya que esta tarifa aumenta los kilowatts subsidiados a quienes más gastan y sólo durante los meses de verano.
Lo advirtió en su momento nuestro Gobernador y, yo lo he expresado en múltiples ocasiones: Tabasco necesita una tarifa especial, de lo contrario el problema de la alta facturación nunca se resolverá.
Como legisladora tabasqueña, mi compromiso es seguir luchando para que tengamos una tarifa justa, que reconozca las altas temperaturas que tenemos todo el año, y demostrarles a los funcionarios que el “invierno en Tabasco” será un infierno si siguen llegando estos recibos impagables.
Incluso, he decidido presentar un enérgico exhorto para que la CFE, en coordinación con Hacienda y la Comisión Reguladora de Energía, habiliten de inmediato una tarifa que reconozca la frágil situación económica de los tabasqueños, algo que ya se hecho en Yucatán y Campeche.
El uso de generación limpia, eficiente y más económica permitió que las tarifas se redujeran alrededor del 6% en términos reales en 2018, sin embargo, el cambio de rumbo en la política energética y el uso del combustóleo (que es mucho más caro), ha hecho imposible que, a pesar del subsidio de 60,000 millones de pesos que autorizamos los Diputados a CFE (el doble de la administración pasada), se reduzcan las tarifas para los usuarios, todo lo contrario, ¡están aumentando! Y es que prácticamente los mexicanos estamos subsidiando las ineficiencias del gobierno.
Asegurar tarifas justas de energía eléctrica es responsabilidad de todos, y no pienso dejar de insistir en la importancia de trabajar de manera coordinada, con responsabilidad y transparencia para alcanzar este sueño anhelado que todos nos merecemos.
Fuente: El Universal y El Economista