El Senado pidió a la Secretaría de Gobernación, a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y a los gobiernos de las entidades federativas un informe sobre la situación de los principales pueblos indígenas afectados y desplazados por violencia y conflictos armados.
En un punto de acuerdo, que ya fue notificado a las autoridades, el Senado solicitó además que se lleve a cabo una estrategia de apoyo para el retorno a sus localidades de origen.
La Cámara alta refirió que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos señala que entre 2009 y 2015 se registraron mil 908 casos de desplazamiento forzado producto de la violencia, siendo los municipios de Urique, Chinípas y Valle de Juárez los más afectados.
A manera de ejemplo refiere que la población indígena de Chihuahua, donde el 90 por ciento de la población vive en la sierra Tarahumara y la gran mayoría son rarámuris, “se han visto acorralados al tener que laborar en los plantíos de amapola o huir de sus tierras”.
El texto menciona que la Comisión de Pueblos Indígenas reportó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que de 2006 a 2013 se atendió a poco más de cinco mil 300 familias indígenas desplazadas de entidades federativas como Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nayarit y Oaxaca.
Tan sólo en Sinaloa la cifra fue de mil 177 familias, que equivalen a poco más de cuatro mil 500 indígenas, propiciado por la violencia e inseguridad en los territorios que habitan.
El Senado destacó que la problemática del desplazamiento interno forzado es un fenómeno complejo que se ha dado a partir de los años setenta, por diversas causas, como la intolerancia religiosa (católicos y minorías protestantes), conflictos comunales, como las disputas por tierras y recursos naturales, como Nayarit, Hidalgo, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
Refirió que en los años 90 se incrementaron y agudizaron los problemas debido a la problemática suscitada en 1994 por el conflicto zapatista, originado en Chiapas, teniendo como resultado el desplazamiento de miles de personas, que sumaron alrededor de más de treinta mil desplazados.
Fuente: La Crónica
