lunes, 6 de marzo de 2017

En Puebla, niños de 26 municipios son ‘halcones’ de bandas que roban hidrocarburos a Pemex

La Secretaría de Gobernación federal consignó que Palmar de Bravo, Tepeaca, Acatzingo, Quecholac y Acajete, son los municipios de Puebla donde “hay más enganchamiento de niños a las bandas dedicadas al robo de hidrocarburos en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El documento, al cual tuvo acceso La Jornada de Oriente, explica que en la llamada “franja del huachicol”, sucede el mismo fenómeno que acontece en territorios donde el crimen organizado ha sentados sus reales, como Veracruz, Michoacán y Tamaulipas, “donde los menores de edad son reclutados para realizar desde labores de alerta a los delincuentes, vigilando el ingreso a sus zonas de actividad –los llamados halconcitos (sic)–, sirviendo como transportistas de mercancía ilegal como droga –conocidos como ‘burritos’ (sic)–, también como choferes y hasta como sicarios”.
En Puebla, comenta documento, “los niños y adolescentes son contratados para hacer las veces de “halconcitos” y aunque no se tiene un estimado claro del número de ellos que forman ya parte de las redes de huachicoleros, principalmente en las localidades mencionadas”.
El informe oficial también menciona con precisión los 26 municipios en donde operan los ladrones de combustible: Acajete, Acatzingo, Ahuazotepec, Amozoc, Coronango, Cuautlancingo, Esperanza, Huauchinango, Huejotzingo, Juan C. Bonilla, Palmar de Bravo, Puebla, Quecholac, Quimixtlán, Los Reyes de Juárez, San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca, San Miguel Xoxtla, San Salvador El Verde, San Salvador Huixcolotla, Tecamachalco, Tepeaca, Santa Rita Tlahuapan, Tlaltenango y Venustiano Carranza.
Se deja claro que la elaboración del documento fue “a partir de entrevistas con autoridades, actores sociales, directivos de corporaciones policiacas y escuelas, maestros, amén de periodistas de la región, así como haciendo una revisión de los reportes en medios”.
Resalta que fue el alcalde de Santa Matías Tlalancaleca, Óscar Anguiano, el primero en dar a conocer públicamente el problema del enganchamiento de menores por parte de huachicoleros, el año pasado.
Además se recomienda “establecer un mecanismo de prevención a la leva que hacen los criminales, mediante políticas públicas que inicien en los planteles escolares y se lleven a cabo acciones coordinadas de los tres órdenes de gobierno, llevando a la Secretaría de Educación Pública como cabeza de los proyectos, con el concurso de dependencias como la Segob, los sistemas para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la Secretaría de Salud y las organizaciones de la sociedad civil abocadas al cuidado y desarrollo de la niñez”.
En tanto, la semana pasada, el gobernador de Puebla, José Antonio Gali Fayad, calificó al robo de combustible como “el principal delito a combatir”, y luego narró el encuentro que tuvo con un “halconcito”, un niño de apenas 11 años:
“Llegué a Palmar de Bravo y una de las señoras me dijo: ‘Oiga Tony, quiero que entre a mi casa, quiero que platique con mi hijo’. Es real, así como esto que estamos transmitiendo en vivo”, expresó el mandatario en su discurso, durante la instalación de botones de pánico a unidades de la Red Urbana de Transporte Articulado.
Entré a la casa de la señora, platiqué con el chavito, y le dije: ‘¿Qué quieres ser de grande, que estás haciendo?’, un chavo de 11 años –prosiguió el mandatario–. ‘Ya no estoy estudiando, yo ya gano dinero, yo ya traigo dinero a la casa y traigo más lana que lo que aporta mi papá, mi papá gana 3 mil pesos al mes, yo gano 12 mil pesos al mes’ (habría respondido el menor al mandatario).
¿Y a qué te dedicas?’ (le preguntó Gali), ‘soy halconcito’. ‘¿Y qué es eso? (insistió el mandatario). ‘Pues echo aguas para que se puedan volar el combustible de las tomas”, culminó el relato del titular del Poder Ejecutivo.
Se ha informado que la venta de combustible robado ha llegado hasta la capital: la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) de Puebla informó este domingo que detuvo en la colonia Santa Lucía a una persona en posesión de aproximadamente mil litros de hidrocarburo, presuntamente de procedencia ilegal.

Fuente: Revolución 3.0