domingo, 4 de agosto de 2013

Se quejan colonos por tóxicos de CFE

Residuos de vanadio, sustancia dañina para los humanos, han estado cayendo sobre Jardines del Sol, denuncian

Habitantes de las colonia Jardines del Sol y Ampliación Obrera señalan que a pesar de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) tiene conocimiento de las afectaciones a la salud provocadas por la ceniza industrial que hay en la atmósfera de la zona noreste del municipio, hasta el momento no se han implementado acciones para remediar este daño que aqueja desde hace varias décadas.

Personas que viven en la colonia Jardines Del Sol argumentan que en los techos de las viviendas se acumula la ceniza industrial que emana de las chimeneas de la Central Termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de las plantas que operan al interior de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor (RIAMA).

Algunos habitantes cuentan con documentos que fundamentan las denuncias presentadas ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, y a decir de los afectados, la Profepa ha informado que la cenizas industriales que hay en la atmósfera son de Vanadio, elemento químico usado principalmente en la industria como solvente y como sustancia química intermediaria. Cabe resaltar que respirar niveles altos de vanadio puede producir irritación de los pulmones, dolor del pecho, tos y otras alteraciones.
Perjuicio a ciudadanos

Angélica G., ama de casa que llegó a Jardines del Sol hace unos 20 años, refiere que periódicamente tienen que limpiar los techos de las viviendas para retirar la ceniza u hollín que se acumula, además de que comúnmente por las tardes, noche y madrugada se perciben fuertes concentraciones de olores a gas, esto ocasiona que frecuentemente las personas aquejen dolor de cabeza, ardor de ojos, garganta y mareos.
Las mismas afectaciones padece la gente que vive en Ampliación Obrera, como señala Vicente Guerrero, quien desde hace 30 años vive ahí. “Anda uno a tose y tose con el humo de la termoeléctrica, las cenizas caen muy seguido, en la noche es cuando más le abren, ya cuando la gente está dormida”, indicó.
La petición para las autoridades es que se realicen estudios e investigaciones que den a conocer lo que realmente se está respirando y los riesgos a su salud.




Fuente: Periódico Correo |   Alejandro García