domingo, 17 de julio de 2011

Desaprovecha el País biogás

En México hay unos 412 depósitos finales de basura con potencial para generar energía eléctrica, pero no se aprovechan debido a la pasividad, la burocracia y la falta de un modelo atractivo para los inversionistas.

La basura orgánica, al descomponerse, produce biogás, metano y CO2, que puede capturarse, procesarse y ser utilizado para la generación de energía eléctrica.

Sin embargo, sólo dos de los 412 rellenos sanitarios, sitios controlados y basureros a cielo abierto registrados por la Semarnat hasta 2010, aprovechan el combustible.

Uno está en Salinas Victoria, Nuevo León, y abastece a Monterrey. El otro se localiza en Ciudad Juárez, Chihuahua.

"Los municipios son los titulares de los rellenos sanitarios y ellos son los que deben sacar las licitaciones para que empresas se interesen en invertir en sus proyectos, pero no los promueven", afirma un empresario del sector que prefirió omitir su nombre.

Especialistas indican que los gobiernos municipales podrían atraer inversión de empresas privadas para instalar y operar equipos de generación eléctrica.

Aseguran que esa energía podría venderse e incluso se obtendrían recursos adicionales en el mercado de bonos de carbono.

Sin embargo, sucede lo contrario, pues, a nivel federal, no hay una política que anime a los Alcaldes a licitar estos proyectos.

Iván Hernández, de Gold Standard Foundation, una organización sin fines de lucro que certifica proyectos verdes, destaca que en México no existe un modelo tarifario para hacer atractivo este negocio.

Explica que en algunos países la electricidad obtenida de estas fuentes se paga a un precio más alto y se garantiza que se consumirá primero.

Existen también otros modelos en los que las tarifas se establecen por oferta y demanda.

En México, la Secretaría de Energía admite que estos proyectos enfrentan barreras económicas porque el costo de generación es mayor a las ganancias.

La siguiente barrera es la burocracia, pues la empresa que obtiene el contrato tiene que pedir permiso a la Comisión Reguladora de Energía, a la CFE, a la Semarnat y al municipio.

Actualmente, la Comisión Reguladora de Energía ha otorgado permisos sólo a ocho proyectos, de los que dos están operando.



Fuente: Reforma